–¿Ayer? ¿Dong Yul? –cuestionó ella con una expresión de confusión.
–¿No lo recuerdas?
–Recuerdo que estábamos en la fiesta y que después… subimos a tu
auto… creo que es lo último que recuerdo –sonrió despistada.
–Realmente… –él negó con su cabeza–, no vuelvas a beber niña.
–¡Oppa! no me digas “niña”
–Date una ducha mientras preparó algo para desayunar.
–¿Huelo mal?
–¿Tengo que responder? Siento que me embriago solo con tu olor –rió
y se retiró.
–Qué vergüenza… –murmuró
ella regresando a la habitación de huéspedes para darse una ducha.
–¡Hyuk Woo-ah! despierta –SamD susurró en voz baja al oído de Loco
mientras lo movía.
–Yo no fui… yo no me lo comí mamá… –balbuceaba Loco.
–¡¡Despierta!! –SamD rió ante la incoherencia de su amigo y le dio
una palmada en las pompas.
Loco se despertó de inmediato. –Hyung, ¿qué paso? –frunció su seño
mientras se levantaba con su cabello teñido de rubio todo alborotado.
–“¿Qué paso?” –repitió SamD con el ceño fruncido– eishh… ¿Acaso
tampoco lo recuerdas?
Loco rió retorcidamente. –Hyung claro que recuerdo todo solo te
tomaba el pelo. ¡Fue genial, nunca me había divertido tanto!
–Escucha… vamos a jugarle una broma a _____, ella no recuerda mucho
de anoche.
–¿Broma? –bostezó y se volvió a acostar.
–¡Primero levántate! –SamD le dio otra palmada en sus pompis–, y
solo sígueme la corriente, le diremos que…. –murmuró su plan.
Minutos después _____ salía del baño con la toalla envuelta como
un turbante en su cabeza, sacó un cepillo y pasta de dientes que siempre
llevaba consigo para aseo personal por si acaso, después de lucir más
presentable bajó al primer piso aun dándole vueltas a los recuerdos
entrecortados de la noche anterior.
–Miren quien ha resucitado –bromeó SamD al verla.
–Ay oppa… –ella sujeto su cabeza–, me duele la cabeza… no volveré
a beber tanto.
–Ven pequeña, comeremos algo.
–No oppa, será mejor que me vaya, creo que tengo que aclarar las
cosas con Dong Yul…
–Si es verdad debes ir a decirle a ese mocoso Dong Yul que tu
novio es Hyuk Woo, él no tiene derecho a reprocharte nada, pero lo puedes hacer
después de comer.
–¿No…novio?
–Si –Loco se acercó y la tomó de la mano entrelazando sus dedos–, ayer
decidimos salir ¿no lo recuerdas?
–Pasaron tomados de las manos toda la noche –SamD señaló las manos
entrelazadas.
–¡Q…qu…eeee! –ella se soltó de Loco–. Es… esto no significa nada…
solo somos amigos…
–No –Loco sonrió dulcemente–, ayer me dijiste que yo te gustaba
mucho, que siempre veías mis videos en YouTube y que querías ser mi novia, me
rogaste así que acepte.
–Así es –SamD corroboró la historia de su amigo–, yo los vi, toda
la noche pasaron juntos, después los vi demasiados ebrios y los traje conmigo.
–No… yo no… recuerdo eso –miró a Loco con algo de preocupación–,
discúlpame tal vez fue por el licor, pero yo…
SamD empezó a reír y Loco no pudo contenerse.
–Es una broma –aclaró Loco.
–¡Muy graciosos! –ella dio un golpecito en el hombro de Loco.
–Niños ustedes son muy divertidos –SamD sujetaba su estómago por
tanto reír–, ahora regreso iré a darme un baño, ustedes coman. –se retiró.
–¡Deja de reírte! –reclamó
_____ dando golpecitos en el brazo de Loco.
Loco borro su sonrisa burlo y sonrió sutilmente mientras la
miraba. –Me divertí mucho ayer, jamás había pasado así con una chica.
–Yo también me divertí mucho, en realidad desde que me fui de mi
país extrañaba a mis amigas, pero ayer me divertí tanto como solía hacerlo con
ellos –correspondió con la misma sonrisa sincera.
–Yo no estoy hablando de una amistad –él la miró esta vez con
seriedad–, estoy diciendo que realmente me gustas.
–Basta de bromas –ella rió.
–No es una broma. –el mantuvo su seriedad–. Desde el primer
momento que te vi, me atrajo tu cuerpo, tu rostro, pero ahora que ha pasado
tiempo te he llegado a conocer, me encanta tu forma de sonreír, la forma en que
me tratas, la confianza que tenemos no la he tenido antes con nadie.
–Oppa discúlpame, pero creo que mal interpretaste, es verdad que
me gustas, pero… quiero decir, te admiro como artista, me encanta tu rap y
también tu personalidad eres divertido como un amig…
Loco suspiró y la interrumpió. –No digas más, solo piénsalo con
calma, yo solo quiero intentar algo contigo, nos entendemos perfectamente,
seamos más que amigos…. Se mi novia.
_____ miró a los ojos de Loco y veía tanta sinceridad, sus
palabras eran cálidas y su rostro estaba completamente serio, ahora lucia como
un hombre mayor a ella, ya no como el niño con el que bromeaba siempre y su
pulso de repente empezaba a acelerarse cuandó él tomó su mano.
–Agi~ puedes pensarlo y responderme después.
–Creo que… –ella se puso muy nerviosa–, será mejor que me vaya…
–Tranquila –Loco sonrió con algo de incomodidad–, comamos y
después yo te iré a dejar en tu casa.
–¡Oppa! –ella de repente recordó algo–. ¿Y tú auto?
Loco abrió sus ojos impactado. –¡Mi auto!
–El auto se quedó en la casa de tu amigo –ella rió burlona.
–No te rías –Loco hizo un puchero y arrugó ligeramente su nariz–,
ahora debes acompañarme a recoger mi auto y te después llevare a casa. –Sonrió
como siempre solía hacerlo.
Ella rió. –A veces creo que eres un niño menor que yo.
–¡¿Qué?! –el volvió a arrugar su nariz–. Yo soy tu oppa, O P P A –pellizcándole
las mejillas.
–No lo parece –ella también agarró una de las mejillas de Loco.
A pesar de que la sincera confesión de Loco puso algo de
incomodidad entre los dos no pasó ni un minuto y volvieron a ser como de
costumbre; dos niños juguetones.
SamD bajó y al verlos sintió celos ya que a él también le gustaba _____
pero lo disimulaba muy bien.
–Era de esperarse de ustedes dos, aun no comen… –los miro de
soslayo mientras caminaba hacia la estufa–, me esforcé cocinando.
–Oppa –ella sonrió–, calentar agua para poner en los platitos de
fideos instantáneos no se considera cocinar.
SamD sonrió ligeramente mientras abría cada tapa de los fideos
instantáneos y vertía agua, tras esperar tres minutos comieron los fideos.
–Ag… –Loco suspiro
palmeando su estómago–. Delicioso.
–Hyuk Woo-ah –SamD miró a Loco–. Deberías subir y ducharte luego iremos
a algún lugar.
–De acuerdo –Loco asintió y obediente se dirigió al segundo piso.
SamD se acercó ligeramente hacia _____ que aún comía los fideos –¿Puedo
preguntar algo?
–Claro oppa
–¿Te gusta Hyuk Woo?
_____ tragó abruptamente y miró a SamD con sus ojos abiertos
desmesuradamente.
–Oppa yo…
–No te preocupes –él sonrió cálidamente para calmarla–, a mí me
agradas como amiga y también me gustas como mujer, tampoco debes avergonzarte
por lo que paso en casa de Jae Beom, pero…
–¡No no no! Con Jay no pasó nada –ella agita sus manos negándolo
enérgicamente–, de verdad, por favor créeme.
–No tienes que darme explicaciones, si dices que no pasó nada yo
te creo.
Aquel hombre era tan maduro, tan serio cuando debía ser serio y
tan encantador, pero, sobre todo, el respetaba a _____, la consideraba y no la
forzaba a nada.
Ella recordó aquella noche en esa misma casa y como SamD se
comportó; como un total caballero.
–De todos modos, pequeña… –miró al techo un par de segundos–, ag,
olvidé lo que te iba a decir de Jae Beom –sonrió–. De todas formas, deberías
considerar mis sentimientos también.
–¿Sen…timientos?
–Pequeña… ¿Acaso no te has dado cuenta de que me gustas?
–Oppa… –ella se quedó boqui abierta ante tal confesión.
–No me contestes ahora, solo piénsalo –sonrió galante–. Si quieres
estar con un hombre de verdad, ven a mí.
La cabeza de _____ empezaba a dar vueltas, no podía creer lo que
le estaba pasando; Loco y SamD se le habían confesado el mismo día.
Cuando Loco bajó fueron en el auto de SamD a una heladería para
comer mientras platicaban acerca de la fiesta de la noche anterior hasta que
SamD recibió una llamada, algo de trabajo le había surgido y tuvo que irse,
dejando a Loco y _____ solos.
Los dos salieron de la heladería para tomar un taxi y fueron a recoger
el auto de Loco, después de hacerlo _____ le pidió a Loco que la llevara a casa
de los abuelos Cha, en el camino ella permaneció muy callada pensando en cómo
enfrentaría a Dong Yul y rogaba que los abuelos aun no regresaran de su viaje.
Llegaron y Loco estacionó el auto, él bajó a prisa para abrirle la
puerta a _____.
–¿Ahora parezco más como un oppa? –cuestionó él sonriente.
–Solo dejemos ese tema… –ella sonrió burlona.
–¡Oye! –Loco hizo un puchero.
–A eso me refiero –ella lo miró–, cuando haces esos gestos, ¿cómo
podría pensar que eres mi oppa si pareces un bebé?
Loco hizo una mueca y se cruzó de brazos. –Ya no lo hare. –al
instante se puso serio–. Pero… debería quedarme y explicarle la situación a
Dong Yul, podrían echarte de casa hoy. –contuvo una sonrisa.
–No hay problema, hoy me iré de aquí –respondió ella con seriedad–.
Hoy no tengo trabajo y organizare mis cosas en mi nuevo departamento.
–Yo lo decía de broma, pero… ¿Ya tienes otro lugar a donde ir?
–Sí, ayer lo conseguí.
–Entonces te espero, te ayudare a llevar tus cosas.
–No es necesario oppa, solo tengo una maleta.
–Cómo crees que te dejaría, yo te llevaré.
–Disculpa por molestar tanto…
–No es ninguna molestia, tampoco tengo nada que hacer hoy.
–Gracias, saldré enseguida.
_____ entró en la casa, en la cocina y en la sala no había nadie,
la abuela solía estar ahí, eso significaba que no habían regresado de su viaje
y ella suspiró aliviada, subió a la habitación de Dong Yul y tampoco estaba, se
dirigió a su habitación para meter unas pocas cosas en la maleta que ya había
preparado previamente.
Sacó una hoja de su cuaderno y empezó a escribir una nota
despidiéndose de Dong Yul y agradeciendo a los abuelos por su hospitalidad, de
repente sonó la puerta y se escuchó a alguien subir los escalones a toda prisa.
–¡_____! –dong Yul gritaba–. ¡Estás aquí!
–Dong…
–¡Donde estabas! –La toma por los hombros sacudiéndola–. ¡Han
pasado dos días sin verte!
–Dong Yul, suéltame.
–Estaba preocupado… –la suelta.
–Dong Yul, yo te agradezco haberme traído…
Él vio la hoja sobre la mesa y la maleta. –¿Qué pasa…? ¿Qué
piensas hacer?
–Yo decidí…
–¿Te regresarás a tu país?
–No. Dong Yul, solo me voy de aquí, de esta casa.
–¿A dónde iras?
Varios mensajes de Loco que hicieron sonar constantemente el
teléfono de _____ interrumpiendo la plática.
¿Ya sales?
Vi a Dong Yul
entrar
¿Debo entrar
y ayudarte?
¿Estás bien?
Todo está bien, en un momento salgo.
Al ver que _____ tenía un teléfono y respondió un mensaje, Dong
Yul se quedó sorprendido y recordó que ella rechazó el teléfono que él le había
ofrecido.
–¿Quién es? –cuestionó él.
–No es de tu incumbencia.
–Yo te regalé un teléfono y lo rechazaste, ¡¿Quién te dio ese
teléfono?! –de repente él se alteró demasiado y empezó a gritar–. ¡Yo te traje
y así me pagas!
–¡Mi madre pagó mi pasaje de avión! ¿Qué debería pagarte, el
hospedaje? ¡Lo haré! ¡Les pagare por el hospedaje a tus abuelos, no a ti!
–No, espera… espera –el luchó por contener su ira–. No es lo que
quise decir, yo…
–Sí, es eso lo que querías decir. Yo te estimaba mucho Dong Yul,
pero no haces más que echarme en cara todo. Me insultas y tratas como te
apetece.
–Me arrepiento de haberte insultado esa vez, pero yo te pedí
disculpas, ¿qué más debo hacer, arrodillarme?
–¡No! Que dices, yo solo quiero irme. Ya conseguí un lugar para
vivir, no lo soporto más, no sé qué te hice para que me trates así.
–¡No entiendes! Yo te amo, eso es lo que pasa. Me enamore de ti y no
soportaba los celos cuando fuiste a la casa de SamD, por eso reaccione así.
Las lágrimas empezaron a correr por las mejillas de Dong Yul
mientras mira a _____ con sinceridad, a ella le dolía muchísimo ver de esa
forma a Dong Yul.
–Dong Yul por favor cálmate, me haces sentir mal yo no…
Dong Yul la tomó entre sus brazos y la besó a la fuerza, ella lo
apartó con todas sus fuerzas.
–¡¿Dong Yul porque me haces esto?! –gritó ella consternada–. Nosotros
éramos buenos amigos y lo arruinas así. –tomó la manija de su maleta.
–No te vayas, quédate conmigo.
–No.
–Yo te quiero sinceramente, solo tengo ojos para ti. Cuando no estás
me desespero por verte, por escucharte, por escuchar tu risa.
–Lo lamento, pero yo no puedo corresponder tus sentimientos –tomó
su maleta y salió de la casa.
Al ver a _____ salir de la casa, Loco caminó hacia ella ayudándola
con la maleta y después los dos abordaron el auto.
–¿Dong Yul te dijo algo? –cuestionó Loco mientras conducía.
–No… –ella forzó una sonrisa.
Durante el camino _____ no dijo una palabra, solo miraba por la
ventana con su mano puesta en su mentón.
Llegaron a la dirección que ella previamente le había dado a Loco,
bajaron del auto.
–Vamos –musitó Loco llevando la maleta hacia la puerta del
edificio.
–No… –ella titubeó.
–Llevaré esta pesada maleta hasta arriba, dime en que piso esta tu
habitación.
–No es necesario oppa, la maleta es muy pesada y mi habitación
está en el sexto piso, la dueña del lugar dijo que el ascensor estaba en
mantenimiento.
–Con más razón, yo llevaré esto –Loco entró al edificio.
Además de no querer pedir más favores _____ estaba avergonzada
porque su habitación era tan pequeña y humilde, llegaron al sexto y ella metió
la llave en la cerradura de la puerta, entraron y Loco casi sin aliento puso la
maleta en el piso, miró alrededor.
–Bien –él jadeó–. Creo que merezco un pago por cargar esa pesada
maleta hasta aquí –sonriendo adorablemente se desplomó al piso por el
cansancio.
–Te pagaré algún día –ella lo miró apenada y sacó una botella de
agua del pequeño refrigerador que tenía aquella habitación y se la ofreció.
Loco se sentó y tomo la botella, la abrió y se la bebió en un
instante para luego mirar a _____ quien tenía en su rostro una expresión muy
triste.
–¿Qué pasa _____? –preguntó mientras le tomaba la mano y la jaló
cuidadosamente hacia abajo para que se sentara.
–No es nada –ella suspiró–, muchas gracias… –musitó mientras se le
llenaban los ojos de lágrimas.
–¿Qué… que pasa, por qué lloras? –él soltó la mano sin saber cómo
reaccionar.
Ella bajó su
cabeza y cerro sus ojos dejando salir las lágrimas, se dejó caer hacía el pecho
de Loco haciendo que él se sorprendiera, pero él, al verla tan triste la rodeo
con sus brazos acomodándola mejor en su pecho y le dio palmaditas en la espalda
sin decir nada permitiéndole que se desahogue.
Me gusta mucho, simplemente no puedo dejar de leerlo!
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