Sentí comezón en mis pies y sin abrir los ojos solo me di la vuelta en la cama, volví a sentir una comezón ahora en mi oreja, me gire haciendo una mueca y al abrir los ojos vi al travieso Jung haciéndome cosquillas con un pañuelo de papel. • Oye dormilona, ya casi es media noche • Jung… -había perdido el sentido de orientación o seria por lo cansada que estaba- ¿Dónde estamos? • ¿Qué? ¿Aun estas dormida? • ¡Ah! cierto -mire alrededor y sonreí- • Vamos a ver el show de luces -me levante de un brinco- Caminamos por la orilla de la playa tomados de las manos hasta que el show de fuegos pirotécnicos empezó, Jung me abrazo por la espalda y admiramos las luces, fue una noche romántica, cuando los fuegos artificiales terminaron nos sentamos en la arena, la luna llena iluminaba el agua haciéndola brillar y el sonido del mar era tan relajante. De repente Jung se recostó apoyando su cabeza en mi regazo, le acaricie el cabello y él cerró sus ojos...
Historias de una escritora novata.