No sé en qué momento me quede dormida pero ya desperté muy temprano por la mañana con la llamada de mi madre, me llamo para decir que estaría en la noche en la clínica, le dije que no se preocupara que Jung me acompañaría y se quedó más tranquila. Quedaban 3 horas para ir a mi cirugía así que quise pasar por la oficina para revisar algunas cosas con Jung, teníamos trabajo para el siguiente día, Jung se encargaría de eso pero lo ayude con algunas ideas, cerramos la oficina y salimos a pasear un poco, no podía comer nada porque el médico me dijo que no lo hiciera así que fuimos a una corta cita por el centro comercial, Jung quería comprarse algo de ropa así que yo sería su asesora hasta que llegara la hora de ir a la clínica. Jung se probó algunas prendas y yo me reía al ver la expresión de tontas que ponían las dependientas de la tienda al ver a Jung, un hombre tan guapo y de cuerpo perfecto, era como un desfile de modas privado para mí y bueno para las dependientas. • Hay otra...
Historias de una escritora novata.