El amor –Si, claro… –titubeó ella y entre cerró sus ojos mirándolo con sospecha–. No, mejor me voy a mi apartamento. –No preciosa –él la tomó por la cintura–. Te quedaras conmigo. –Oppa, estás ebrio –ella hizo una mueca. –¿Yo? No no no –él negó con su cabeza mientras caminaba hacia atrás muy sonriente llevándola consigo. –Si lo estás. Tus expresiones son diferentes a lo habitual… es como si fueras otra persona ahora mismo. –No es cierto, soy el mismo de siempre. Él la giró poniéndola de espaldas a la cama y la empujó para subirse rápidamente sobre ella. –¿Qué haces? –cuestionó ella interponiendo sus manos contra el pecho de su novio. –Nada… –él sonrió mientras le tomaba por las muñecas y las colocaba sobre la cabeza. –¡Esto no es gracioso! ¡Suéltame! –Quédate quieta –él ladeó su rostro para tener acceso al cuello y lo besó. –¡HyukWoo! ¡Lo digo enserio! –chilló ella. –Shh –él la miró y soltó las muñecas, posó su dedo delicadamente en los lab...
Historias de una escritora novata.