Se giró por completo para ponerse casi sobre mí y yo puse mi mano en su pecho pensando en evitarlo, él bajo su mirada hasta mi mano y la tomo, la aparto de su pecho entrelazando sus dedos con los míos dejándola a un lado con su mano, sin soltarme, con su mano libre acaricio la silueta de mi rostro hasta mi cuello, con sus suaves dedos tocaba mi clavícula seguía mi silueta también con su mirada, bajo su cabeza acercándose a mis labios, permaneció quieto a centímetros de mis labios, me miro a los ojos, roso con delicadeza mis labios y al contacto no vi más, cerré mis ojos y solo sentí sus suaves y carnosos labios sobre los míos que provocaban que mi sangre empezara a calentarse y mi estómago tenía un ataque de chispas, abrimos al mismo tiempo la boca probándonos mutuamente, su sutil lengua remojo con delicadeza mi labio inferior y lo sorbió un poco dejándome espacio para soltar un suspiro, ya no podía controlar el sube y baja de mi pecho por lo agitada de mi respiración. Soltó ...
Historias de una escritora novata.