-¿Estas segura? –su corazón late rápidamente -Si, además la casa de Mino es en el quinto piso y tampoco tiene elevador como el lugar en el que tú vives, el medico dijo que no debes subir gradas -No quiero incomodarte… -su boca lucha por dibujar una gran sonrisa pero el intenta contenerlo -Ya solo sonríe -ella ríe- sé que quieres hacerlo -Gracias DaeJi -sonríe tanto como deseaba -No te hagas ideas raras, solo es por tu herida y porque… de alguna forma todo esto es mi culpa… -apenada- si no hubiera seguido a ese perro… -Tienes razón, es tu culpa, debes cuidarme muuuy bien~ -sonríe -Se supone que digas cosas cursis como “No es tu culpa” “Aun si no hubieras seguido a ese perro hubiera pasado” “Era el destino” -ríe -Para que nos hacemos los tontos -ríe- pues no debiste seguir a ese perro -Que idiota eres -le hace una mueca y vuelve a comer -Está bien DaeJi, paso lo que debía pasar, además los dos estamos bi...
Historias de una escritora novata.