• Porque eres tan áspera conmigo, siéntate un rato y platiquemos, no nos hemos visto en tantos años, ¿No tienes cosas que preguntarme? Yo tengo mucho de lo que quiero saber de ti -continúo diciendo él- ¿Cómo has estado? • -Lo mire con ira- ¿Era necesario que sea tan agresivo? • ¿Qué? • Me ha jalado contra mi voluntad para hacerme sentar Después de lanzarle una mirada de odio me arrodille para levantarme pero él me detuvo, se aferró a mi abrazándome por la cintura y pego su cabeza a mi espalda, me sorprendió bastante y no me agrado, que motivo tenia para abrazarme, quise zafar sus brazos de mi cintura con mis manos pero él se aferró aún más a mí. • ¡Que le pasa! ¡Suélteme! • Te extrañe tanto -lo sentí suspirar profundo en mi espalda- • Lo digo enserio, usted está cruzando la línea, ¡suélteme! -quería desesperadamente escapar de él- • Quédate quieta, solo un momento, necesite miles de veces un abrazo tuyo cerecita, cómo pudiste irte y dejarme por tan...
Historias de una escritora novata.