Largas hebras de cabello enredadas en dos trenzas hechas sin cuidado y al apuro son puestas con sumo cuidado en el borde de la tina de baño y una vez terminado el atentado contra su larga cabellera YangMi levanta su rostro hacia el espejo y sonríe alborotando su muy corta melena orgullosa y satisfecha con su nuevo aspecto, se da los últimos retoques cortando un flequillo hacia adelante y ha concluido con su cambio de imagen. Sonríe con cierta maldad ya que anticipa la reacción de su madre al ver que la cabellera que tanto cuidaba en su hija ha desaparecido. Pasaron dos horas y YangMi no tiene su teléfono ni nada con que entretenerse, ha sacado una caja que tenía escondida bajo la cama. La madre de YangMi nunca le permitió usar maquillaje alegando que no lo necesitaba ya que es naturalmente hermosa, pero eso no impidió que YangMi comprara maquillaje a escondidas. La caja está llena de maquillaje y planea usarlo diario a partir de hoy. El timbre de la casa de los Lee suena y la ...
Historias de una escritora novata.