“Maldición, no tengo dinero ni teléfono” se queja DaeJi mientras camina sin rumbo, aún no ha salido de los conjuntos y no sabe a dónde podría ir sin dinero, “¡No debí venir!” se arrepiente, si quiera en California conocía lugares donde podía refugiarse por una noche pero en Corea no conocía nada aun, y sin teléfono para averiguar direcciones o lugares era imposible, está a metros del portón para salir de los conjuntos y se detiene, toma un largo respiro y suelta el aire “Tendré que regresar” “¿No hay ni siquiera un parque? Es un barrio “privado tan grande pero no hay ni un maldito parque” Tendrá que regresar pero no de inmediato. “Esperare un par de horas, se dormirán pronto de seguro” hay una banqueta junto al portón y camina hacia ella, se sienta. --- “¿A dónde fue?” JiSeok la busca desesperado, corre hacia la salida del conjunto pensando que saldría a algún lugar y a lo lejos la ve sentada en la banqueta con sus rodillas recogidas contra su pecho y su cabeza hun...
Historias de una escritora novata.