Analice a fondo el árbol que estaba entre mi ventana y la ventana de ChaeRi, era lo suficientemente fuerte como para aguantar el peso de varias personas, lo difícil era llegar a la rama más gruesa, había una distancia de almenos medio metro hasta la rama más gruesa, vi la ventana de ChaeRi y una rama muy robusta y fuerte pasaba por su ventana como invitándome a pasar, era una locura y yo estaba loco en ese instante. Abrí la ventana y apoye mis pies en el borde, sujetándome como un gato asustado al marco de mi ventana tratando alcanzar la rama del árbol, no nunca fui de esos niños traviesos que se suben a los árboles y a mis 30 años estaba tratando de subirme a uno, me di cuenta ya cuando estaba abrazado al tronco del árbol, había logrado trepar pero ya no podía moverme, mire hacia abajo y estaba completamente atemorizado, respire profundo y cerré mis ojos por un momento para calmarme, tome valor y me equilibre y camine sobre la rama robusta que me daría al entrada a la habitación ...
Historias de una escritora novata.