Al siguiente día por la tarde todo estaba ya terminado, el dueño de la tienda de ropa estaba literalmente dando brincos de lo contento que estaba con nuestro trabajo, nos entregó la otra mitad del pago en cheque y con un apretón de manos nos retiramos. • Bien, -dijo Jung- ahora tú decides, estamos aquí a unos pasos de la oficina de AOMG ¿Vamos? • -Suspire- sería una gran oportunidad ¿verdad? • Lo es -afirmo Jung muy serio- • Bueno, hay que separar lo personal del trabajo, además… quiero saber si SungHwa tiene algo que ver con esto • Yo estoy seguro que sí, imagínate cuantos cientos de diseñadores famosos trabajan para esas empresas y de repente el CEO viene a nosotros, me parece demasiado para ser una coincidencia. • Si, también lo creo -me quede pensando- • Aprovechemos la oportunidad • ¿Enserio? -me sorprendí porque Jung normalmente habría dicho orgullosamente que no en esa situación- • Bueno tu sabes… hay también esta Hoody… y… -...
Historias de una escritora novata.