-Papá… mamá… -ella está atónita al ver a sus
padres- ¿Llegaron… temprano?
- ¡Responde YangMi! –su padre insiste- ¡¿Por
qué estas vestida de esa forma?! ¡¿Dónde estabas?! ¡¿Dónde pasaste la noche?!
- ¿Qué? –YangMi no sabe por qué pregunta
empezar a responder.
La madre de YangMi explica. -Hubo un error con
las reservas del retiro y tuvimos que cambiarlo para la próxima semana,
regresamos ayer al medio día y no estabas.
- ¡Y no contestas tu teléfono! -su padre está furioso.
-Ah… mi teléfono esta averiado… -miente ya que ella deliberadamente ignoró
las llamadas.
El padre de YangMi le reclama a su esposa. -¡Te
dije que me dejaras salir y hablar con ese…! Ese…
-No íbamos a ganar nada haciendo un escándalo
afuera, los vecinos podrían ver cariño. Es mejor hablarlo con la niña –explica
la esposa.
El padre intenta calmarse. -Te vimos llegar con
ese joven. Hija, te dije que no me agrada que seas amiga de él.
-Y yo te dije claramente que él es mi mejor amigo
y no voy a dejar de verlo.
-Hija… -su madre tiene lágrimas en los ojos-
dime que no has hecho algo… con ese muchacho.
- ¿De qué hablas mamá? -YangMi se molesta.
- ¡¿Entonces donde pasaste la noche?! –su padre
grita histérico.
- Fuimos a visitar al padre de DongHo, pasamos
la noche en su casa.
-¡¿Su padre?! –cuestiona el reverendo.
- Si, su padre –YangMi frunce su ceño.
- Cielo santo… no quiero ni imaginar qué clase
de delincuente es el padre de ese muchacho. ¡¿Cómo pudiste arriesgarte a ir a
su casa?!
- ¡Papá!
-YangMi finalmente ha estallado- No tienes derecho a hablar así de la
familia de DongHo, tu ni siquiera los conoces.
- El club de damas de la iglesia me ha dicho
mucho acerca de la madre de ese muchacho hija… -la madre apoya a su esposo- Esa
mujer en un desastre, se separó de su primer esposo porque él la maltrataba,
ahora esta con otro hombre que parece tener negocios turbios y además también
la golpea.
- ¿Quién te dijo ese tipo de cosas mamá?
–YangMi se sorprende- Eso no es cierto. El padre de DongHo no golpeaba a su
madre, ellos se separaron porque no se entendían… la madre de DongHo tenía un
amante, pero… -se da cuenta que está
enredando más la situación, pero debe explicar-
ella… bueno… cometió errores, pero el padre de DongHo no la golpeaba,
ese hombre es muy amable y bueno.
- Justificas a su padre. –la madre niega con su
cabeza- pero tú misma estas diciendo la clase de mujer que es la madre de ese
muchacho.
- Y el novio de esa mujer tiene incluso un
historial criminal –el padre explica- fue arrestado varias veces.
- ¿Cómo sabes eso papá? -YangMi no parece sorprendida.
-Hija -su madre la toma del hombro- ¿Tu lo
sabias?
-Si.
–YangMi responde sin titubeo- Se todo acerca de DongHo.
- ¡Y aun así te involucraste con ese
delincuente! –Su padre levanta la mano amenazando con golpear a YangMi.
- ¡Cariño clámate! –su esposa lo abraza
tratando de calmarlo.
- ¡DongHo no es un delincuente! ¡Tú no lo
conoces papá!
- ¡No levantes tu voz jovencita! –la madre la
regaña.
- Y tu mamá… -Los ojos de YangMi se enrojecen-
estoy harta de escuchar sobre “el club de damas” son solo un club de viejas
chismosas. Me avergüenza que seas una de ellas.
- ¡¿Cómo te atreves?! –El padre aparta a su
esposa y lanza una cachetada al rostro de su hija- insultas a tu madre… -está
sorprendido de sí mismo, jamás le había levantado la mano a su adorada hija-
¡Eso no te lo voy… a permitir!
- ¡Se supone que eres el reverendo de la
iglesia! –YangMi entre lágrimas sujeta su mejilla- Pero juzgas a la gente,
¿Acaso no dice la palabra de dios que no debes juzgar? ¡Eres un hipócrita papá!
¡Te odio!
- ¡Hija! –Su madre llora.
- ¡A ti también mamá! ¡Los odio a los dos! Se
pavonean por ahí sintiéndose los más prefectos y santos, ¡pero no lo son!
- ¡Basta! –Su padre le da otra cachetada- ¡¿Que
está pasando contigo YangMi?! Nunca nos has faltado el respeto.
- ¡Puedes pegarme todo lo que quieras papá!
–YangMi grita y llora histérica- Estoy harta de vivir de esta forma. Me han
obligado a ser la hija perfecta y me eh esforzado mucho para complacerlos, y no
solo a ustedes, sino a toda la gente de esa iglesia porque “Soy la hija del reverendo”
Debo ser un maldito ejemplo perfecto. Estoy tan harta de todos ustedes que lo
único que sabe hacer es criticar al “prójimo”. Todo esto es una secta de hipócritas.
¡Estoy harta! ¡harta! –sube corriendo por las gradas hacia su habitación.
- ¡Ven aquí Lee YangMi! -su padre la sigue hasta llegar a la
habitación de su hija, pero la puerta le ha sido cerrada en la cara. - ¡Abre la
puerta jovencita!
-¡Déjenme en paz! –Grita desde dentro- ¡Los
odio!
Tras tal declaración de su adorada hija Lee
YoongSo y Jo EunJa están devastados, ambos con lágrimas en sus ojos se dirigen
a su habitación para buscarle una solución a lo que ellos consideran:
“problema”
La tarde se convirtió en noche y YangMi
continuaba llorando en su habitación, se sentía tan mal por haber peleado con
sus padres, pero también se sentía más aliviada, finalmente había dicho lo que
sentía realmente y en algún momento se cansó de llorar quedándose dormida toda
la noche hasta que los rayos del sol penetraron el cristal de su ventana
dándole calor a su rostro.
Ella lentamente se refriega el rostro y
estirando sus brazos junto con un bostezo se fuerza a levantarse, camina
desganada hacia el cuarto de baño y lava su rostro, con sus ojos aun cerrados
extiende su mano en busca de una toalla para secar su rostro. Finalmente abre
sus ojos encontrándose con sus ojos hinchados y enrojecidos por haber llorado
tanto, su nariz tiene un tono rosáceo al igual que sus mejillas.
-Genial… ahora si parezco una loca… -se preocupa ella y se cepilla los dientes
mientras piensa en la mejor forma de enfrentar a sus padres que seguramente
continuarán con reclamos.
Tras haber cepillado sus dientes suelta un
largo suspiro y cierra con fuerza sus ojos sintiendo un ardor en estos. Su
estómago duele ligeramente y se podría decir que godzilla ha vuelto; debido a
los rugidos.
YangMi camina hacia la puerta de su habitación
pensando en dirigirse hacia la cocina en busca de algo para comer, pero la
puerta no se abre, ella insiste jalando con fuerza, pero algo la detiene desde
fuera.
- ¡Mamá!
-llama YangMi desesperada al no comprender porque no puede abrir su
puerta- ¿Por qué… no se abre mi puerta…? ¿Mamá?
- Lo lamento mucho cielo -la madre se disculpa
con una voz temblorosa y se va.
- Esta es la única solución YangMi –su padre se
acerca a la puerta
YangMi jalonea histérica la puerta- ¡Papá! ¡¿Por qué me has encerrado?! ¡Abre la puerta!
- Vendrán por ti en dos horas.
- ¡¿Qué?!
-YangMi grita- ¡¿A qué te refieres con que vendrán?! ¡¿Quiénes?! ¡Papá!
¡Abre!
---
Al mismo tiempo en Ilsan:
- ¿A qué te refieres con “toda la semana”? -SungMin cuestiona su amigo.
ByungYoon sonríe. –Mi hermano entrará al
servicio militar y quiere ir a un viaje de “hombres” antes de enlistarse.
- Entiendo eso, pero… ¿Qué voy a hacer toda la
semana sin ti? Me voy a aburrir a muerte. Las clases acabaron, todo el mundo se
va de vacaciones y yo… -SungMin frunce su rostro y susurra- Además. Se supone
que tendríamos más tiempo para practicar nuestro rap.
- Solo es una semana –ByungYoon sonriente
continúa subiendo cajas al auto de su hermano- dejaré a mi hermano en la base
militar y regresaré el próximo lunes.
- ¿No puedes llevarme? -SungMin hace un puchero.
- ¿Acaso eres mi esposa?
- ¡Cállate! –SungMin le hace una mueca- Es solo
que no quiero aburrirme solo.
La puerta de la casa se abre interrumpiendo la
plática de los dos amigos.
-No se preocupen, -el hermano mayor de
ByungYoon sale de la casa junto a sus padres-
ByungYoon puede quedarse en mi habitación y la habitación de él se la
pueden dar a YangMi, estará más cómoda allí.
- ¿Estás seguro hijo? -su madre preocupada cuestiona.
- Claro que sí, YangMi necesita nuestra ayuda y
de todos modos, ya me quedaré en la base… militar… -baja su mirada pensativo- y
no regresaré en bastante tiempo...
- No será tan difícil hijo. –su padre lo
abraza- Servir a tu país debe ser un gran orgullo.
- ¿Quién es YangMi? -pregunta SungMin interrumpiendo la despedida
familiar y llamando la atención de los padres de su amigo.
- Oh, eres tu SungMin -la madre lo mira
sonriente.
- Buenos días señora -SungMin hace una
reverencia- Buenos días señor Lee.
- Hola hijo -el padre también saluda.
-Es mi prima –ByungYoon responde la pregunta de
su amigo- pero te lo contaré después. Es una larga historia –niega con su
cabeza y finalmente cierra el porta equipaje del auto.
- Bien, creo que estamos listos para irnos. -el
hermano mayor de ByungYoon se acerca a los dos amigos- Me va a hacer mucha
falta las locuras de ustedes -agarra a su hermano y a SungMin por el cuello-
par de problemáticos. –Los ahorca bajo
sus axilas en una llave asfixiante amenazándolos- No se metan en problemas, es
una orden.
-Señor… -SungMin intenta responder entre la
llave- si… señor…
El hermano mayor suelta a sus víctimas y se
dirige dentro del auto siendo seguido por su hermano, SungMin ve a su amigo
partir en aquel auto junto a su hermano mayor cosa que le recuerda que él también
tiene una hermana y regresa a su casa.
SungMin entra en su casa con un suspiro de
aburrimiento, mira alrededor y la cocina es un desastre; hay platos sucios de
la noche anterior acumulados en el lavabo. Sus padres trabajan incluso los
fines de semana desde muy temprano de modo que él y HaEun; su hermana de 17
años, se turnan día a día para preparar la comida y hoy es el turno de SungMin.
- Oppa…
-la menor camina hacia la cocina aun con su pijama y cabello alborotado-
¿Saliste a algún lado?
- Si, a trotar -sonríe- debo ponerme en forma.
- ¿Ya pasaron tres meses? –HaEun rodea sus ojos
con molestia mientras levanta las mangas de su pijama y se acerca al lavabo
para lavar los platos.
- ¿Qué?
-SungMin sonríe mientras rompe el cascaron de los huevos para ponerlos
en un recipiente
- Es tu tiempo límite, tres meses con una chica
y empiezas a ejercitarte para atraer a una nueva víctima.
- ¿Victima? –SungMin estalla en carcajadas
mientras bate con un tenedor los huevos.
HaEun
suspira- ¿Ya terminaste con tu novia? Ella me agradaba… -hace muecas.
-Aún no he terminado con ella… -SungMin de
repente se queda pensativo.
-Creí que con ella finalmente te olvidarías de
esa tontería del tiempo límite –mira a su hermano con una expresión pesimista- Es una tontería oppa, empezaste a hacer eso
desde que HaeRa...
- HaEun-ah~ -SungMin la interrumpe enseguida, tapa
la sartén en el que vertió los huevos y le pellizca la mejilla a su hermana- Tú
aun no comprendes nada acerca de las relaciones de los adultos.
-Se mas que tú hermanito –le da un empujoncito
- ¿Quieres que te castigue? –SungMin la
amenaza- Tienes completamente prohibido salir con chicos hasta tus 30 años
HaEun rodea sus ojos y niega con su cabeza.
–Estás loco.
-¡Lo digo en serio HaEun!
-Si si… -ella rodea los ojos y ríe burlona
hasta que mira hacia la sartén- ¡Oppa!
Se queman los huevos.
---
Mientras tanto YangMi en su casa está a punto
de quedarse sin voz por todo lo que ha llorado a gritos golpeando la puerta de
su habitación, pero sus padres no la han dejado salir. Para colmo de males ha
dejado su teléfono en la mochila que dejo en la sala al llegar, está
incomunicada y encerrada. Termina rindiéndose y cesa su llanto quedando sentada
en el piso con su frente pegada en la puerta, aprieta sus dientes.
-¡¿Creen que tengo diez años para castigarme
así?! ¡Los odio! -se levanta dando el
ultimo manotazo a la puerta y camina a prisa hacia el escritorio en el rincón
de su habitación, abre el primer cajón y revuelve las cosas que este contiene
hasta sacar unas filosas tijeras, sonríe con maldad y se dirige hacia el baño.
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