¿Mamá?
Loco
envió un mensaje por la mañana contándole a su novia que ese día estaría
ocupado en un programa de TV y no podría verla así que ella no lo esperaba, se
dedicó a hacer su trabajo mientras escuchaba música con sus audífonos puestos en
el volumen más alto, la nueva canción de Loco sonó y ella quedó inmóvil por un
momento al reconocer la voz de su novio, una sonrisa se dibujó en su rostro
mientras mordía su labio y cerraba los ojos, soltó un suspiro y sonriente cantó
el coro de la canción aunque su voz no fuera tan entonada.
–No
cantas tan mal –dijo Loco al entrar.
Al
notar que ella no lo había escuchado se acercó cauteloso y le tapó los ojos,
ella lanzó con fuerza su codo hacia atrás, se giró para darle un puntapié en
las canillas y se alejó de su atacante, pero en lugar de un extraño, se
encontró con la expresión de dolor de su novio quien no sabía si sobarse el
costado donde había recibido el codazo o la canilla donde recibió la patada.
–¡No!
–exclamó ella arrepentida de su agresión–. Que hice, que hice… ¿estás bien?
–Q-qu-que…
¿porque me golpeas? –cuestionó él sobándose el costado.
–Lo
lamento… –se acercó poniendo su mano en el costado–. Es que pensé que…
–¿Pensaste
que…?
–No
lo sé, no imaginé que serías tú, dijiste que hoy terminarías muy tarde tu
trabajo y no nos veríamos.
–Terminó
antes de lo que pensé, pero… que fuerte eres –rió.
–Perdón
perdón perdón~ ¿Te duele mucho?
–Si...
ah ah, creo que me fracturaste un hueso… –él se agachó sujetándose la canilla y
se dejó caer en el piso sentado.
–No
exageres…
Ella
se arrodilló junto a él poniendo su mano sobre la pierna dando un masaje con
expresión de arrepentimiento sin mirarlo, Loco tenía el ceño fruncido, pero se
desvaneció convirtiéndose en una sonrisa al mirar la preocupación de ______, se
acercó a su mejilla y le dio un beso, ella lo miró sonriendo, pero aun apenada.
–Lo
lamento.
–¿Porque
reaccionas tan agresivamente? ¿Eres una agente secreta o algo así? ¿Dónde
aprendiste esos movimientos? solo faltó que me tomaras por el brazo y me
lanzaras lejos. Pateas muy duro, deberías ser futbolista.
–Bueno…
entre ser agente sereta y bailarina no me queda tiempo para el futbol –rio.
–Creo
que esto dejará un moretón –dijo entre risas.
–Déjame
ver.
Ella
subió la basta del pantalón y frotó suavemente con su mano.
–Sana
sana colita de rana, si no sana hoy sanará mañana –dijo ella en español.
–¿Que
fue eso? ¿Un hechizo o algo así?
–Si,
ahora ya no te dolerá más.
–Aquí
también –él se puso la mano en el costado derecho– ¡Ah! Aquí también me duele.
–Déjame
ver –ella jaló el suéter para levantárselo.
–¡¿Qué?!
No no –la detuvo.
–Quiero
ver si está rojo –explicó ella.
–Mejor
no –el negó con la cabeza tímidamente.
–¿Por
qué no? Déjame ver si se enrojeció como la pierna… –insistió ella.
–Si
haces esto tendrás que hacerte responsable –dijo él aun sujetando el suéter.
–¿Qué?
–Intentas
desnudarme –dijo en tono serio.
–¿Qué?
–ella se sonrojó–. Yo... yo… yo solo… quería ver si… olvídalo.
Ella
se puso de pie y aclaró su garganta, Loco se levantó sonriendo y la miró con su
ceja levantada y una expresión picara.
–¿Por
qué te pones nerviosa de repente? Se
acercó a ella.
–Yo…
yo no estoy nerviosa –dio un paso atrás evitando la mirada.
–Entonces
por qué no me miras –continúo acercándose.
–Por…
porque… –dio otro paso y chocó de espaldas con el espejo–. Dices cosas que… no
sé cómo responder.
Loco
se acercó y pasó una mano contra el espejo por encima del hombro de _____
arrinconándola.
–A
esto me refería, ese nerviosismo en tu voz, tus mejillas sonrojadas, es lo que
tanto añoraba.
–¿Estás
contento ahora?
–Mucho
–susurró él, ladeó su cabeza y la besó.
El
beso era suave, delicado, lento, lleno de amor y dulzura, diferente al
apasionado beso del día de la fiesta.
________
abrió sus ojos lentamente al sentir que los labios de Loco se alejaban, él la
miró sonriente.
–Te
extrañé tanto este día.
–Yo
también te extrañé –confesó ella.
–¿Nos
vamos? Tu horario de trabajo ha terminado.
–¿Qué?
–Mira
–él apuntó hacia reloj en la pared.
–Oh
es cierto, no me había dado cuenta.
–¿Acaso…
me estabas esperando? –sonrió orgulloso.
–¿Que?
–ella se ruborizó y sonrió–. No…
–Cámbiate
y vamos a comprar algo de comida para comer en tu apartamento.
–¿En
mi apartamento?
–¿No
quieres?
–Si
–sonrió ampliamente–. Tengo mucha hambre.
Loco
esperó a que _______ se cambiara el uniforme de trabajo y salieron para ir en
el auto de Loco. Al llegar a uno de los restaurantes favoritos de él, le pidió
_______ que esperara en el auto, ella accedió y aprovechó el momento sola para
llamar a su amiga.
-Conversación telefónica-
–Hola
–respondió Alice del otro lado de la línea.
–Alice
ayúdame.
–¿Que
paso?
–Nada…
aun
–¿Aun?
¿Qué pasa, de que hablas?
–Alice…
estoy con HyukWoo oppa… y vamos a mi apartamento…
–¿Y?
–Y…
no sé…
–¿Qué
es lo que no sabes?
–¡Alice!
Él y yo, ¡Solos en mi apartamento!
–Si…
¿Y que con eso?
–Y
si…
–¡Ah!
ya entendí –canturreó con picardía–. ¿Qué es lo que esperas que pase?
–Por
eso te llamo, no sé qué va a pasar, y si él…
–¿Y
si él quiere hacer cosas de adultos? ¿A eso te refieres?
–Exacto,
no sé qué hacer, estoy nerviosa.
–¿Dónde
está él?
–Está
comprando algo para comer. ¿Qué hago? ¡Ayúdame!
–¿Pues
que podría hacer yo? ¿Como podría ayudarte? ¿Quieres un trio? –carcajeó.
–¡Alice!
–Okey
okey, no me grites –continuó riendo–. Mira, son novios ahora ¿No? Tener
intimidad es lo más normal en una pareja.
–Pues
sí, pero yo…
–¡No
puede ser! –Alice chilló–. ¡Nunca has tenido sexo!
–¡Shh!
¿Como puedes decirlo así?... suena feo…
–¿Entonces
cómo debería decirlo?
–Deja
de reírte y dime que hago
–¿Te
digo como hacerlo?
–¡No!
Es decir… no como hacerlo, pero… ¿qué hago?
–Calma
calma. Para empezar, ¿Estás segura que eso es lo que Loco quiere?
–Supongo…
me besó y yo sentí… ¡no lo sé!
–¿Y
te excitó?
–¡¡¡Alice!!!
–¡Que!
Tú me dijiste que te ayude, es lo que intento hacer. Estás muy histérica, nunca
te había escuchado así.
–Lo
siento, estoy muy nerviosa.
–De
acuerdo, mmh… dime como te besó. Todo depende del tipo de beso, ¿apasionado o
un piquito, como niño?
–Algo
apasionado… no, no fue pasional… fue como… romántico, suave… lindo…
–Dios
mío, esta niña está muy enamorada –murmuró entre risitas.
–¿Qué?
–Ya
platicaremos de esto, no te preocupes no es la ocasión.
–¿Cómo
lo sabes?
–Solo
créeme y no te comportes tímida, tú no eres así.
–Ya
lo sé, ¿Entonces porque me pongo como una tonta? –volteó su cabeza y vio a Loco–.
Ahí viene, Alice voy a colgar.
–De
acuerdo, suerte.
______
cortó la llamada y respiró profundo tratando de recobrar la calma, Loco entró
al auto y le dio a ______ las bolsas plásticas con lo que había comprado, se
puso el cinturón y condujo.
Una
vez en el apartamento de ______, ambos se quitaron sus abrigos y zapatos, ella
empezó a sacar los envases de la bolsa plástica mientras Loco sacaba un pequeño
sobre de papel de su abrigo, lo volteó sobre su mano dejando caer unos largos
tornillos, caminó hacia el centro de la habitación y miró hacia arriba, levantó
el brazo poniéndose de puntas en sus pies para comprobar que los tornillos
calzaran en las ranuras del ventilador, sonriente regresó hacia si abrigo para
sacar un atornillador que tenía en otro bolsillo. Poniéndose de puntas una vez
más, colocó los tornillos y los ajustó con fuerza mientras ______ lo observaba
sorprendida.
–¿Compraste
tornillos?
–Si.
Es peligroso que el ventilador solo este sujeto con un tornillo, podría caerte
encima
–Gracias
–ella sonrió.
–Esto
es lo que hace un hombre por su chica –dijo ajustando el ultimo tornillo
apretando su mandíbula debido a la fuerza que ejercía–. Y yo soy tu hombre –acabando
su trabajo la miró brevemente y caminó una vez mas hacia su abrigo para dejar
el atornillador en el bolsillo.
–Mi…
hombre… –susurró ella sonriendo
–Si…
es decir… emh… ¿soné machista? –él se ruborizó.
–No…
lo sé, puede que un poco, pero fue dulce, gracias.
–Comamos
–el aclaró su garganta un poco avergonzado.
–Oh.
Si, si… la comida.
Se
sentaron en el piso y comieron mientras Loco contaba lo ocurrido durante el día
y ella escuchaba con atención.
Ante
los ojos de ______, él había cambiado, no lo veía más como un niño adorable,
ahora lo veía como un hombre que la ponía nerviosa y tímida, no podía evitar
sonreír al verlo. Terminaron de comer y Loco recogió los envases desechables dejándolos
en la bolsa plástica junto a la puerta para botarlo luego, volvió a sentarse y
sacó una barrita de chocolate que había comprado.
–¿Te
gusta el chocolate?
–¡Si!,
me encanta –se sentó frente a él mirando fijamente el chocolate.
–¿Quieres?
–Si
–ella estaba deslumbrada por el chocolate.
Loco
sonriente partió la barra de chocolate por la mitad, se llevó una mitad a la
boca apretando con los dientes dejando un poco fuera de sus labios y se lo
ofreció, ella sonrío y se acercó mordiendo el pedazo de chocolate que quedaba
fuera de la boca de Loco tocando sin recelo sus labios.
Loco
relamió sus labios sonriente y le ofreció el chocolate que quedaba en la
envoltura a su novia pero ella lo tomó solo para dejarlo a un lado y se
aproximó a Loco poniéndose de rodillas y lo besó, él continuó el beso mientras
la rodeaba con una mano por la cintura y con la otra mano se apoyó en el piso dejándose
caer lentamente hacia atrás llevando a ______ sobre él. A medida que las manos
de Loco se deslizaban bajo el suéter de ______, el beso se tornaba más
apasionado hasta que Loco abrió sus ojos y detuvo sus manos, giró dejando a su
novia bajo él, se apartó lentamente y la miró con una dulce sonrisa en los
labios, le dio un besito fugaz y se apartó, quedando de rodillas, la tomó de la
mano para ayudarla a sentar.
–Okey…
no más chocolate para ti –él fingió un puchero–. ¿Esto es lo que planeabas al
traerme a tu apartamento?
–¿Qué?
¡Yo no te traje, tu quisiste venir!, yo… –se defendió sonrojada.
–Estoy
bromeando –él empezó a reír– Eso no va a pasar.
–¡Que
es lo que estás pensando que iba a pasar!
–Lo
mismo que tú. Pero no hoy, no aquí y no así –él se puso de pie y extendió su
mano hacia ella.
–¿A
que...? –ella tomó la mano y se puso de pie–. ¿A qué te refieres?
–Nada
preciosa, nada –La tomó por la cintura y la volvió a besar.
El
teléfono de _____ sonó interrumpiéndolos, ella buscó rápidamente alrededor para
responder la llamada.
-Conversación telefónica-
–¿Qué
quieres? –respondió ella sin ánimos.
–¡No
has visto los mensajes! –gritó DongYul del otro lado de la línea.
–¿Que
mensajes?
–¡En
tu Facebook!
–No…
se me acabo el plan de datos así que no tengo internet ¿Por qué?
–¡Tu
mamá está en el aeropuerto! Voy camino a recogerla, toma tus cosas y ve a la
casa, no cambie la clave, debo colgar estoy conduciendo
–¡¿Qué?!
¡Oye DongYul no cuelgues!
-Fin de la llamada-
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