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–25– Amaneciendo juntos

Amaneciendo juntos.

–¿Tienes sueño? –cuestionó él al notar la luz de la mañana que empezaba a iluminar la habitación.

–No –musitó ella acurrucándose en el abrazo–. Pero no quiero levantarme.

–Tampoco quiero levantarme.

–¿Tienes que ir a trabajar hoy?

–No, los hyungs deben estar borrachos a esta hora.

–¿Borrachos?

–Fueron a beber en la casa de Jay ayer. Yo preferí estar contigo, te extrañaba tanto nena.

–Yo también te extrañé.

–¿Preciosa… tienes hambre?

–No ¿Tú?

–Yo si…

–Bien, te prepararé algo.

–¿De verdad?

–Por supuesto –ella jaló la sabana para cubrir su cuerpo desnudo.

–¿Por qué te cubres? Ya he visto… todo –él sonrió y jaló delicadamente la tela.

–Pero era de noche, ahora… ya hay más luz…

–Entonces ponte… ¿Dónde está?  –él se levantó y de inmediato se avergonzó también por su desnudes así que tomó rápidamente el bóxer del piso y se lo puso.

–¿Por qué te cubres? –ella preguntó lo mismo con un tono burlón–. Ya he visto todo.

–Está bien –él rio sonrojado–. Ya te entiendo.

–Iré a vestirme…

–También quiero cubrirme –él retuvo la sabana.

–¡Entonces por qué lanzaste tan lejos la ropa!  –reclamó ella y volvió a sentarse.

–¿Me estás gritando?

–¡Si!

–Que atrevida –él frunció el ceño–. Ven aquí –la jaló hacia si rodeándola por la cintura.

–No déjame, déjame –ella se negó entre risitas.

–Te enseñaré que a oppa no debes gritarle –él la estrujó en un abrazo mientras intentaba hacerle cosquillas.

–Ya oppa, suéltame –suplicó ella entre risitas.

–Creo que finalmente si tenías cosquillas.

–No tengo –ella no podía parar de reír–. Si no me sueltas hasta contar tres, voy a morderte.

–Eso me gustaría.

–Nooo –alargó ella entre risitas e insistió–. Suéltame. Iré a cocinar algo.

–De acuerdo –él aflojó un poco el abrazo.

–Suéltame…

–No quiero.

–Dijiste que tenías hambre, voy a cocinarte algo rico.

–Está bien, pero –se levantó y tomó su camiseta del piso.

–¿Qué haces?

–Póntela.

–¿Tu camiseta?

–Si, me gustaría ver cómo te queda.

–Pero… –ella tomó la camiseta–. Date la vuelta.

–De acuerdo –Loco negó con su cabeza y dio media vuelta, pero giró un poco su cabeza para poder mirarla.

–Gírate…

–Por todos los cielos –suspiró él al verla ponerse la camiseta–. ¡Que sexy te ves!

–Tramposo –musitó ella entre risitas mientras caminaba hacia la cocina–. Dije que te girarás.

–No puedo evitar verte, eres tan… sexy… dios mío…

Él se acercó a ella rodeándola por la cintura, ella se giró rápidamente y lo besó delicadamente, pero el beso se tornó desesperado, él bajó sus manos al trasero de su novia y la levantó del piso pegándola a su cuerpo mientras caminaba hasta llegar al mesón donde pudo apoyarla para soltar su trasero y le recorrió con caricias todo el cuerpo con ansias.

–Preciosa –susurró él en la boca de su novia–. Es…pera.

–No te detengas –ella dejó su boca para mirarlo fijamente–. Quiero hacerlo otra vez.

–Es que… No tengo más preservativos.

–¿Preservativos? –ella abrió demasiado sus ojos sorprendida y avergonzada a la vez–.  ¡Rayos! Se me había olvidado eso.

–¿Olvidado? –él ladeó su cabeza mirándola con atención.

–En qué momento… es decir, cuando lo hicimos… yo no me di cuenta ¿Si te lo pusiste verdad?

–Soy un hombre responsable nena, por supuesto que me lo puse. Pero ya no tengo más.

–¿Y por qué llevas preservativos? lo planeabas ¿cierto?  –ella lo miró con sospecha.

–No es eso –el rio–. Es por prevención, linda.

–Tienes tanta experiencia… –ella suspiró pensativa.

–Lo pasado antes de ti no tiene importancia –él ladeó su rostro y le dio un besito–.  ¿Puedo usar tu ducha?

–Si.

–Bien –él le dio otro besito fugaz y dio un paso atrás.

–Espera.

–¿Qué?

–¿Me bajas de aquí? –ella estiró sus manos hacia él.

–A veces eres tan adorable como un bebé –confesó él entre risitas mientras la abrazaba por la cintura para bajarla del mesón y después se fue a bañar.

______ fue a su habitación a por una liga para atar su cabello en un moño alto y se miró al espejo, vestida tan solo con la camiseta de su novio, sonrió recordando todo lo sucedido en la noche y se remordió el labio inferior para luego sonreír ampliamente mientras se ponía ropa interior, después se apresuró a hacer el desayuno. Minutos después, Loco salió del cuarto de baño y se puso los pantalones, comprobó su apariencia frente al espejo y luego se dirigió a la cocina donde su novia servía comida en un plato, caminó sigiloso hasta ella y la abrazó por la espalda.

–Espera –pidió ella colocando con cuidado el plato en el mesón–. Me harás botar la comida.

–Preciosa –le susurró al oído sin soltarla.

–Ahora hueles a fresa ¿usaste mi shampoo?

–Si un poco –él se sintió un poco avergonzado–. ¿De verdad huele mucho? –la soltó y se pasó la mano por el cabello mojado.

–Solo un poco –ella se volteó hacia él y le puso las manos sobre los hombros levantándose en las puntas de sus pies para poder abrazarlo.

–Ahora huelo a ti –dijo él dulcemente mientras se acercaba para tomarla por la cintura. 

–¿Tienes frío? –ella se apartó de él para levantar el borde de la camiseta–. Te daré tu camiseta.

–¿Ya no estás avergonzada? 

–Ya me he puesto ropa interior –dio pasos sutiles hacia la habitación.

–Así ya no es sexy –él hizo un puchero mientras la seguía.

–¿Eso crees? –ella sonrió y levantó la tela de la camiseta para quitársela–. Ahora… ¿Te gusta lo que ves?

–¿Intentas provocarme un infarto? –cuestionó él mirándola de pies a cabeza.

Ella tomó el pijama que había dejado en la cama, se puso primero la blusita y después el short, subiendo lo más lento posible mientras miraba fijamente a su novio.

–Si. Eso intentas –él la tomó por la cintura para acercarla a él y le dio un besito–. Ahora regreso, nena.

–Pero la comida ya está lista… ¿A dónde vas?

–Solo al estacionamiento –explicó mientras se ponía la camiseta–. Tengo ropa limpia en mi auto.

–Venías preparado –ella volvió a mirarlo con sospecha.

–No –él rio–. Fui a verte directamente después del aeropuerto así que aún no he dejado mi equipaje en casa.

–Ya veo ¿quieres que te acompañé?

–No nena. Iré rápido a tomar mi maleta, además, tengo otra sorpresa.

–¿Otra?

Loco sonriendo como un niño emocionado tomó su abrigo y salió del departamento, mientras tanto, ________ entró al cuarto de baño para darse una ducha rápida. Minutos después, Loco regresó y al entrar en la habitación escuchó el sonido del agua corriendo, dio dos golpecitos a la puerta. 

–Preciosa.

–Me estoy duchando –respondió ella–. Enseguida salgo, puedes comer si no se enfriará.

–¿Necesitas ayuda?  –cuestionó con tono pícaro.  

–No –respondió ella entre risas–. Ve a comer.

–Está bien.

Loco se sentó en uno de los taburetes frente al mesón y comió los huevos revueltos que su novia le había preparado, después, lavó los platos y demás utensilios que estaban en el lavaplatos para luego volver a la habitación, tendió la cama y ______ aun no salía del cuarto de baño, él empezaba a aburrirse así que tomó el teléfono de su novia para poner música, entonces la puerta del cuarto de baño se abrió.  

–Tienes tantas canciones… de JaeBeom hyung… –dijo él buscando en la lista de reproducción del teléfono.

–¿Qué? –ella caminó hacia su novio mientras se quitaba la toalla que había envuelto en su cabello.

–JayPark Jay Park Jay Park –murmuraba él mientras miraba la lista de canciones.

–Me gusta su música.

–Se nota que te gusta… Incluso hay videos.

–Soy una fan –ella sonrió.

–Si, ya lo veo… –él continuó con el teléfono en mano.

–También tengo canciones tuyas.

–Este video… también salgo en el, ¿sabes? ¿Por qué el título del video dice Jay y un corazón?

–No lo sé… ¿cuál video?  –ella estiró su mano para tomar el teléfono.

–Jay Jay y más Jay –Loco retiró el teléfono impidiéndoselo.

–Estás… ¿celoso? 

–¿Yo? –él intentó disimular–. Claro que no, solo digo… ¿no es demasiada obsesión con Jay?

–Yo era una gran fan de él y aún lo soy –ella se acercó a él parándose en las puntas de sus pies–. De hecho… por ese video te conocí y me enamoré de ti –le dio un breve besito en la mejilla.

–No intentes cambiar el tema –dijo él apretando sus labios para evitar que su sonrisa se mostrara–. Sabes mucho de JaeBeom hyung –frunció su ceño.  

–Sweety, eso es diferente –explicó ella–. Soy una fan, es algo platónico. Yo te amo a ti, y eso si es real –lo rodeó con sus brazos por los hombros y volvió a darle un besito.

–Cambiaré el título del video… ¿cómo lo cambio?

–¿Y qué título le pondrás?

–“Loco mi amor” y muchos corazones.

–Inténtalo, no se puede cambiar. 

–¿Qué no? Ya veremos… De todas formas, la canción se llama Thinking About you y también es mi canción, ¿por qué solo dice “Jay Park”?

Loco se dirigió a la sala para tomar la mochila que había dejado en el sofá, sacó un cable USB, lo conectó a su laptop y del otro lado conectó al teléfono, _______ se sentó junto a él.

–Celosito –canturreó ella entre risitas siguiéndolo.

–No estoy celoso –musitó él haciendo un puchero mientras se concentraba en la pantalla.

–Hace tiempo no veía ese video –ella sonrió–. Solía verlo siempre, bueno ahora que los conozco personalmente, mi obsesión ha disminuido un poco. ¡Oh! Tienes ese ese… –ella señaló.

–El mini proyector.

–Si, esa cosa. Ponlo para que se proyecte el video en la pared –pidió con mucha emoción.

–¿Para ver a “JayPark”?  –la miró de soslayo.  

–No –ella sonrió–. Para verte a ti, mi amor –le dio un beso en la mejilla.

–Bueno… lo pondré –él suspiró y negó levemente con la cabeza resignado mientras ponía el video.

–¡Ah! –aplaudió ella emocionada al ver el video proyectándose en la pared–. Me encantan tus gestos al rapear –confesó sin apartar su mirada del video.

–¿Sí? –cuestionó el mirándola.

–Si –ella regresó su mirada hacia su novio, rápidamente lo tomó por las mejillas y le dio un besito–. Eres el mejor.

Loco sonreía ampliamente sin apartar la mirada de su novia quien estaba completamente sumergirá en su papel de fanática hipnotizada con el video musical.

–¡Me encanta ese video! –suspiró ella al terminar el video–. Entonces… cámbiale el nombre como querías.

–Le pondré: Loco feat. JayPark – Thinking about you

–Ok, me parece perfecto.

–Ya… –él aclaró su garganta dudoso–. Ya no te gusta Jay… ¿cierto?

–Como artista sí, pero como hombre en real, no. ¿Desconfías de mí? –ella abrió sus ojos con sorpresa y su mirada se tornó triste hasta que bajó su rostro para mirar al piso–. Bueno, lo merezco.

–No es eso nena. Yo confío en ti –la tomó por el mentón con delicadeza–. No te pongas triste, tenemos que ir a un lugar.

–¿Qué lugar?

–AOMG.

–¿Tienes trabajo?

–No. UglyDuck está grabando un tema con Zico, quiero ver cómo va y luego iremos a una fiesta.

–¿Fiesta? ¿De quién? ¿Por qué?

–No lo sé, solo escuché de una fiesta. La organiza Zico.

–Ah… lo he visto muchas veces en AOMG.

–Si, todos somos amigos y también trabajamos juntos.

–Wow, ya quiero escuchar esa canción. Seguro quedará genial.

–Por supuesto –él sonrió–. Me cambiaré.

–Yo también.

Ella se apresuró a su habitación para cambiarse de ropa y maquillarse, una vez que estuvo lista se dirigieron al edificio de AOMG. Loco entró en silencio a la oficina de Gray y _______ lo siguió también sigilosamente para no interrumpir. Ahí estaban UglyDuck, Zico y Crush riéndose, al parecer habían terminado de grabar y tan solo le estaban dando los últimos retoques a la canción. Tan pronto como Zico notó la presencia de Loco se dirigió hacia él para saludarlo y al ver a ______ sonrió.

–______ que bueno verte de nuevo –exclamó Zico y se acercó a ella para saludarla con beso en la mejilla. 



















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