Peleamos, pero nos amamos.
A
Loco no le agradó la forma tan amistosa en que Zico saludó a ______, recordó
que cuando él la había conocido fue un shock cultural el contacto físico que
ella está acostumbrada a dar en un simple saludo y fue un alivio ver como a los
demás solo les ofreciera leves reverencias como saludo, pero Zico parecía
demasiado confiado con ella.
–Bien
–Loco tomó del brazo a Zico alejándolo de ______–. Escuchemos que es lo que
tienen.
–¡Por
supuesto! –exclamó Zico sonriente y caminó hacia el computador para poner la
melodía.
Todos
escucharon atentos y sonriendo mientras movían la cabeza de vez en cuando al
ritmo, una vez que terminó Zico sonriente puso pausa y cuestionó:
–¿Qué
te parece _____?
–¡Es
grandiosa! ¡Rapeas genial! –respondió
ella emocionada.
–Lo
sé –carcajeó Zico orgulloso.
–No
te emociones –intervino Ugly escéptico–. Le dice eso a todos.
–A
ti no te lo he dicho, oppa –______ miró
a Ugly con una mueca.
–¡¿Qué?!
–cuestionó Zico entre carcajadas.
–Para
que abrí mi bocota… –musitó Ugly llevándose la mano al rostro.
–Porque
no he tenido la oportunidad aún –agregó ______–. ¡Tú también rapeas genial Ugly
Duck yeh yeaah!
–Olvídalo
niña, eso me desanima más –Ugly suspiró–. No sonó sincero.
–Tiene
el síndrome de la fanática –agregó Gray sonriente.
–¡Claro
que no! –negó ella–. Bueno si… tal vez un poco… –todos rieron al igual que
ella.
–Creo
que hay que hacer unos ajustes en el estribillo –interrumpió Crush quien
parecía pensativo–, no me siento del todo satisfecho con el resultado.
–Claro
claro –ella se sonrojó–. Están trabajando, lo lamento, por un momento me dejé
llevar por las emociones.
–No
interrumpen –comentó Zico–. Estábamos por dejarlo ahí Crush.
–No
está del todo perfecto –insistió Crush.
–Trabajamos
toda la noche –se quejó Zico haciendo un mohín–. Ya es hora de almuerzo, me
muero de hambre.
–Iré
a comprar comida para todos –propuso ______–, será más calmado comer aquí que
en algún lugar fuera acechados por sus fans.
–Tienes
razón –suspiró Gray–. Ya es demasiado estrés contigo, no necesitamos más fans.
–Al
menos ya no anda con su libreta pidiendo autógrafos –agregó Ugly entre risitas.
–Si,
aquí tengo mi libreta –explicó ella tocando la mochila que llevaba a la
espalda.
–A
mí no me pediste autógrafo cuando nos conocimos en la fiesta de SanE –Zico hizo un mohín.
–Eso
fue solo porque Alice no me dejó llevar mi libreta, pero hoy no pierdo la
oportunidad –sonrió.
–¡Oye!
–exclamó Ugly–. ¡Ni siquiera has pedido mi autógrafo! Y me ves todos los días.
–Ey
oppa –ella canturreó adorable–. No te molestes. Incluso a Jay no le he pedido
su autógrafo y él es el número uno en mi lista de artistas favoritos.
–A
mi si me lo pidió la primera vez que nos vimos –presumió Gray.
–¡Cierto!
–ella sonrió–. Fuiste el primer famoso que conocí.
–Te
entiendo –agregó Crush–. Es la emoción de las primeras veces, luego te
acostumbras a verlos y ya no es algo tan excepcional.
–Si,
algo así –ella sonrió.
–La
comida… –gruñó Ugly.
–¿Lo
ves? Siempre eres un gruñón –ella rodeó sus ojos–. Iré a comprar comida –volteó
y miró a Loco quien permanecía en silencio apoyado en el marco de la puerta–. Oppa…
¿me acompañas?
–Si,
vamos –respondió Loco en un susurro sin mirarla.
Loco
caminó hacia el elevador sin esperar a su novia y presionó el botón junto a la
puerta, una vez que las puertas se abrieron entró y ______ tuvo que entrar a
prisa.
Al
mismo tiempo en el estudio, los chicos platicaban.
–Es
linda ¿no lo creen? –cuestionó Crush sonriente.
–Sexy,
guapa, además divertida y adorable –suspiró Zico–. Es completamente mi tipo de
chica ideal.
–Olvídenlo
–canturreó Gray–. Ella está saliendo con HyukWoo.
–¡Están
saliendo! –exclamó Zico–. ¿Quieres decir… salir, de salir a citas?
–Si,
tienen una relación.
–¿Desde
cuándo? –insistió Zico curioso.
–¿Recuerdas
de los rumores de Loco saliendo con alguien? –cuestionó Ugly.
–No
no –negó Gray–. Eso fue solo un rumor. Eran amigos nada más.
–¿En
serio? Yo pensé que desde ahí ya estaban juntos –comentó Ugly–. Ya que los veía
tan juntos siempre.
–Vaya… –Zico suspiró–. Pensaba conquistarla, pero no
podrá ser.
Mientras
tanto ____ y Loco caminaban hasta un restaurante de comida rápida; él se
mantenía a la delantera con pasos rápidos y ella se apresuraba intentando
alcanzarlo, pero no lograba mantener el paso, de pronto se detuvo al comprender
que Loco quisiera mantener distancia debido a las fans que pudieran verlos así
que se quedó fuera del restaurante esperando a que Loco saliera y regresaron de
la misma forma: sin hablarse o mirarse.
Una
vez que entraron al elevador del edificio, ella sonriente tomó a su novio por
el brazo y fríamente el la rechazó.
–Suéltame.
–¿Qué
te sucede?
–Nada,
tengo las manos ocupadas ¿No lo ves?
–Lo
veo, pero… te noto extraño…
La
puerta del elevador se abrió y Loco salió caminando hacia el estudio sin
esperar a su novia, de pronto Jay salió de su oficina, vio a ______ y se
interpuso en su camino.
–¿A quien tenemos aquí…? –murmuró él.
–Hola
–saludó ella haciendo una educada reverencia sin mirarlo a los ojos e intentó
continuar su camino.
–Espera
–él la detuvo por el brazo–. Ven un momento a mi oficina, tengo que hablar
contigo.
–¿Hablar?
¿De qué? –cuestionó ella frunciendo su ceño y mirándolo con recelo.
–Es
solo un momento, pasa –él la soltó y señaló el camino dentro de su oficina.
–Está
bien –ella suspiró y entró.
–Siéntate
–él señaló el sofá enfrente suyo mientras se sentaba–. Escucha… Lo que pasó entre
nosotros… fue especial para mí y quiero pensar que para ti también.
–Yo
estoy saliendo con HyukWoo, lo sabes.
–Si,
espera, déjame terminar. Lo que quiero decir es que lo tomemos como dos adultos
y pasemos página. Seamos buenos amigos –con nerviosismo se llevó la mano a la
nuca y aclaró su garganta–. Me siento incómodo cuando me rechazas y evades.
Cuando estás sonriente y me ves, de pronto tu sonrisa desaparece y bajas la
cabeza. Me hace sentir como si yo te hubiera hecho algo terrible y no soy una
mala persona… ¿lo sabes? –aclaró una vez más su garganta al no obtener
respuesta–. No voy a mentir, me habría gustado que me dieras una oportunidad,
pero mi actitud fue muy mala… soy muy inmaduro aún, pero también soy lo
suficientemente razonable como para entender que tú y HyukWoo tengan una
relación. Al principio me molestó mucho, pero al ver cómo te preocupaste por él
cuando estaba enfermo… –suspiró y bajó su rostro brevemente controlando su
expresión y continuó–. Me estoy enredando… lo que intento decir es que quiero
que entre tú y yo ya no haya esa incomodidad. HyukWoo es como mi hermano menor.
Deseo su felicidad y ya que donde sea que él esté, estaré yo… me entiendes
¿No? ¡Ajhh! esto es muy difícil de
explicar, ¿Por qué me pongo así? Di algo –él se llevó las manos a la cabeza y
rio con nerviosismo.
–¿Intentas
disculparte y hacer las paces?
–¡Si!
Eso es lo que quiero.
–Pues
ve al grano, no sé porque te enredas tanto –ella rio por lo bajo.
–Estoy
doblegando mi ego, comprende que sea difícil para mí decir todo esto.
–Está
bien, acepto tus disculpas –ella estiró su mano echa puño hacia Jay.
–Llevémonos
bien de ahora en adelante –Jay sonrió y chocó delicadamente con su puño al de
ella.
–De
acuerdo –ella sonrió y retiró su mano.
–¿Interrumpo?
–cuestionó Loco al entrar en la oficina.
–Hey~
Loco~ –Jay sonriente se levantó y caminó hacia Loco–. Solo hablábamos de… nada
importante.
–Ya
veo… hyung, venía a avisarte que compré comida.
–Comida,
¡genial! Estoy muriendo de hambre –Jay le dio una palmadita en la espalda a
Loco y salió de la oficina.
_____
caminó sonriente hacia Loco, con intenciones de besarlo, lo rodeo por el cuello,
pero Loco giró su cabeza evitando el beso.
–¿Qué
te pasa? –cuestionó ella preocupada.
–Nada,
¿Vas a comer?
–Dime
qué te pasa, estás actuando raro conmigo.
–¿Vas
a comer? –insistió él.
–¡No!
–gritó ella y se dirigió hacia la puerta–. ¡Me largo!
Loco
se llevó las manos al rostro eh hizo su cabeza hacia atrás ahogando un suspiro,
se repuso y tomó aire para luego apresurarse en seguir a su novia quien acababa
de entrar en el elevador. Él corrió para detener la puerta y entró de inmediato
posicionándose junto a su novia y se mantuvo en silencio viendo como la puerta
se cerraba. Ella se cruzó de brazos alejándose de él y se mantuvo en silencio
hasta que loco alargó su brazo pasando frente a ella para presionar un botón
rojo que detuvo abruptamente el movimiento del elevador causando que ______
retrocediera temerosa hasta quedar contra la pared, Loco parecía muy enfadado.
–¿Ni
siquiera sabes lo que me pasa? –cuestionó él.
–Se
nota que estás molesto, pero no entiendo… –titubeó–, por qué…
–¿Tienes
que ser tan coqueta con todos?
–¿Qué?
–cuestionó ella indignada.
–Así
actuabas con DongYul y ya sabemos cómo terminó eso.
–Espera
–ella se tornó molesta–. ¿Qué es lo que intentas decir?
–¡Y
claro! ¿Con JaeBeom hyung también? ¿El número uno de tu lista? ¿Besas a todos
los de tu lista? ¿En qué número esta Zico? o ya sucedió… claro... por eso
tienen tanta confianza.
–Espera
–ella tomó aire y cerró sus ojos por dos segundos para luego mirarlo
fijamente–. Primero piensa lo que dices.
–¿Que
debería pensar cuando coqueteas tan descaradamente? Nadie me lo contó, lo estoy
viendo con mis propios ojos.
–Dudas
de mí y lo merezco por lo que te hice –ella tragó saliva con dificultad y notó
su vista nublada por lagrimas que amenazaban con derramarse, pero intentó
contenerse y evitó mirarlo volteándose contra la pared–. Por favor abre la
puerta.
–Oye…
–él la jaló del brazo con cuidado–. Mírame.
–Será
mejor que me vaya –musitó ella sin voltearse.
–No…
hablemos… yo…
–Creo
que te entiendo –su voz se quebrantó.
–No
no, preciosa –la giró con cuidado–. No te pongas así…
–Quiero
irme… después hablamos…
–Preciosa,
mírame –él tomó con delicadeza el mentón de su novia y lo subió con cuidado–. No
quería decir eso… es solo que… ¡Esto me vuelve loco! No lo soporto, ¿Por qué
tienes que sonreírles a todos? ¿De qué hablabas con Jay? ¡No lo soporto!
–Creo
que no soy la chica que te gustaría que sea, lo lamento –ella estiró su mano
hasta el botón, pero Loco se lo impidió–.
Deja que me vaya por favor.
–Lo-lo
lamento, no quería decir todo eso. Es que estoy… celoso ¡Muy celoso!
Ella
bajó su mirada avergonzada mientras retiraba el anillo de su dedo para luego tomar
aire profundamente, cerró por un momento sus ojos intentando controlarse y
pronto levantó su mirada hacia Loco para brindarle una sutil sonrisa mientras
le tomaba la mano y dejó el anillo.
–¿Qué…
significa esto…?
–No
confías en mi y yo tengo la culpa de eso por el error que cometí, es mejor
terminar las cosas aquí.
Ella
presionó el botón y en cuanto el elevador llegó a la planta baja, las puertas
se abrieron y salió a prisa llorando. Loco la siguió y tomó del brazo para
detenerla, pero ella se resistía. La recepcionista miró sorprendida la escena
al igual que los guardias, al notar las miradas, ______ dejó de forcejear y
llorar.
–Suéltame,
nos están mirando –musitó acercándose a él.
–Tenemos
que hablar, no te puedes ir así.
–Suéltame
por favor.
–No.
Ella
intentó soltarse una vez más y él le soltó el brazo pero rápidamente la rodeó
por la cintura levantándola fácilmente para ponerla a su hombro como si fuera
un costal, ella pataleó mientras él se dirigía a la puerta del sub suelo donde
quedan las salas de práctica, se apresuró hacia los vestidores y comprobó que
no hubiera nadie antes de dejarla bajar.
–¡Que
te pasa! –reclamó ella muy alterada.
–¡Eso!
¡Grítame si estás molesta! No solo bajes tu cabeza y digas que te lo mereces
porque no es así. Yo me dejé llevar por los celos. ¡Lo lamento! –le mostró el
anillo–. Esto, ¡Te dije que jamás te lo quites! ¿Es tan fácil para ti dejarme?
¿No me quieres? ¡Dijiste que me querías! ¿Era mentira?
–Basta
–ella solo suspiró.
–¡Respóndeme!
¡¿No me quieres?!
–¡Te
amo!
–¡Yo
también te amo!
–¡¿Crees
que es muy fácil para mí?! Yo me equivoqué, besé a DongYul y por eso me sentiré
mal toda mi vida. Y tú no lo olvidarás nunca, no confías en mi ¿Cómo podemos
tener una relación donde no hay confianza?
–Si
confío en ti…
–No
lo haces.
–Si.
Es solo que tu le sonríes a todos los hombres y les dices que te gustan
–¡Como
fanática!
–¿No
te das cuenta cómo te miran?
–¿Qué?
–Eres
hermosa y es normal que te miren con deseo, pero además de eso tu les das
demasiada confianza y así es como acaban propasándose.
–Eso…
no es cierto…
–Si
lo es. No puedes ser demasiado amable con los hombres por que ellos no tienen
una intención tan pura como la que tu tienes.
–Pero
yo no les coqueteo… No es… mi intención.
–Perdóname
por decir eso.
–Te
juro que no es mi intención.
–Está
bien nena, yo lo sé.
–Pero
tu dijiste… –ella empezó a llorar–. Dijiste… que les coqueteo a todos y yo no
lo hago.
–Lo
sé, lo sé –él la abrazó–. No llores nena… agh… soy una bestia cuando me enojo.
No debí decir esas cosas.
–Si
lo dijiste, es porque lo piensas.
–Solo
lo dije por que estoy… estaba invadido por celos y enojo…
–Yo
no volveré a lastimarte, te lo prometí y lo cumpliré.
–Te
creo, es solo que yo… soy un poco inseguro…
–No
estés inseguro sobre mí. Créeme, no te lastimaré nunca más –ella lo abrazó con
fuerza.
–La
próxima vez que me invadan los celos, controlaré mis impulsos –susurró él
abrazándola también–. Te amo.
–Yo
te amo más –ella se apartó para poder mirarlo y repentinamente frunció el ceño–.
No vuelvas a cargarme como si fuera un costal.
–¿Por
qué? Creo que te gustó –él bromeó.
–¡No
me gusto!
–Está
bien, entonces haré algo que si te gusta…
Él
se acercó a ella acorralándola contra la pared, adentró sus manos en la
chaqueta abierta que ella llevaba para acariciarle la cintura mientras
levantaba la tela de la camiseta hasta tener contacto con la piel, ella se
estremeció ante el tacto y se abrazó a él levantándose en las puntas de sus
pies para besarlo apasionadamente. Él la levantó apoyándola contra la pared y
su cuerpo.
–Espera
–musitó ella separándose de los labios que la devoraban con ansia–. Alguien
podría venir…
–Nadie
vendrá –susurró él sin bajarla y ladeó su cabeza para dirigirse al cuello donde
empezó a besar.
–Cielos
–soltó ella junto con un suspiro–. Esto me encanta, pero no es el lugar
adecuado amor.
–Vamos
a mi departamento –suplicó él mientras la bajaba con cuidado.
–De
acuerdo –respondió ella sonriente–. Pero deberíamos volver a la oficina… tengo
hambre.
–Cierto,
yo también tengo hambre. Oh, casi lo olvido –él metió la mano en uno de los
bolsillos de su pantalón y sacó el anillo–. No te lo vuelvas a quitar. Aunque
peleemos ¿De acuerdo?
–Está
bien.
–Regresemos,
quizá ya se terminaron toda la comida.
Al
regresar a la oficina se encontraron con los raperos riendo y platicando en la
sala común.
–Hey
tortolitos –saludó Zico al ver a la pareja entrar–. Sus hamburguesas los están
esperando –señaló a la mesa.
–Gracias
–agradeció _____ manteniéndose seria mientras tomaba las dos hamburguesas de la
mesa.
–Solo
se tu misma –musitó Loco al tenerla cerca y recibió la hamburguesa.
–¿Puedo?
–ella lo miró con recelo.
–Por
supuesto.
–Bien
–ella sonrió y empezó a hablar con Zico y Crush sobre las canciones que le
gustan de ellos.
–Hey
muchachos –interrumpió SamD–. Si ya acabaron de comer, vamos a la fiesta.
–¿Fiesta? –cuestionó _____.
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