El dulce Loco.
______
estaba completamente sobre él, sentada a horcajadas, estaba tensa y tenía las
mejillas ruborizadas por la repentina confesión además de la sensación de
hormigueo que le acababa de causar sentir las manos de su novio sobre las
caderas. A ella también le gustaba estar tan cerca de él así que ladeó un poco
su cabeza y lo besó relajando por completo su cuerpo sobre él dejándose
acariciar.
A
medida que el beso se intensificaba, las manos de Loco se adentraban bajo el
suéter de su novia acariciando la piel con anhelo, pronto aquel suéter empezaba
a estorbar así que Loco lo levantó lentamente considerando que su novia podría
rechazar sus acciones, pero, al contrario, ella abandonó por un momento el beso
para ayudar a quitarse el suéter.
El
largo cabello de ______ cayó sobre sus delgados hombros pobremente cubiertos por
los tirantes de una blusa con escote revelador. Inevitablemente, él posó su
mirada en el busto de su novia mientras se relamía sutilmente el labio
inferior, ella sonrió con picardía acomodando su cabello hacia atrás mostrando
orgullosa sus atributos y se aproximó hacia él para volver a besarlo mientras
subía lentamente el suéter de su novio hasta que tuvo que separarse de aquellos
labios para quitar la prenda lanzándola lejos y volvió a atacar los labios
carnosos dando una leve mordida. Él se estremeció con la mordida y la apretó a
su cuerpo, necesitaba sentirla aún mas cerca, tenerla encima ya no era
suficiente así que la levantó hábilmente y dio vuelta para invertir la posición
tomando el control, al estar sobre ella ladeó su rostro y empezó a besar el
cuello, con su mano deslizaba el tirante del hombro para recorrer un camino de
besos y leves chupetones mientras ella se disfrutaba del momento, pero
abruptamente él se detuvo y se apartó tras dejar el tirante de la blusa en su
sitio.
–Hasta
aquí llegaremos preciosa –dijo él con su respiración agitada.
–¿Qué?
–soltó ella en un suspiro.
–Ya
es tarde –él se puso de pie–, iré a mi casa.
–¿Es
enserio? –ella frunció el rostro y se sentó.
–Si…
–él respiró profundo y la miró–. Estoy un poco cansado por el viaje.
–Entiendo
–ella suspiró y bajó su mirada.
–¿Por
qué? –él se sentó junto a ella buscando su mirada–. ¿Esperabas que sucediera
algo más?
–¡Que!
Y-y-yo… No –ella aclaró su garganta sintiendo como su rostro empezaba a
calentarse, estaba segura de que empezaba a ponerse colorada por la vergüenza,
tomó su suéter para cubrir su pecho y lo estrujó con las manos sin poder
levantar la mirada.
–¿Qué te pasa? –él se acercó.
–Nada.
–Mi niña bella –susurró él mientras le acariciaba la cabeza–. Creo
que en esta cabecita están cruzándose ideas no aptas para menores –le dio un
rápido besito en la cabeza y caminó hacia la puerta tomando su suéter del
piso–. Me iré por ahora, descansa.
______ permaneció quieta sin mirarlo hasta que escuchó la puerta
cerrarse, entonces se desplomó en el sofá para patalear como una pequeña niña
haciendo berrinche.
–¿Qué está mal con él? –se cuestionó a si misma–. ¿Qué rayos acaba
de pasar? Estábamos bien ¿No? Oh… ¿Hice algo mal? Es como si huyera de mí, cada
vez que pasa algo como esto –se sentó rápidamente al recordar lo que su amiga
le había dicho–. ¡Ah! lo que dijo Alice. ¡Juegos previos! ¡Claro! Es eso, está
jugando… pero qué tipo de juego… pretende volverme loca? ¿Acaso no me desea? Ni
siquiera ha intentado tocar un poco… –se miró el escote provocativo y gruñó–.
¿Qué demonios me pasa? Estoy tan deseosa porque se sobrepase ¿En que me he
convertido? Cielo santo…
De pronto el sonido de su teléfono le hizo dar un brinquito, lo
tomó de la mesita para mirar la pantalla, tomo aire tratando de sonar calmada y
aceptó la llamada.
–Nena
–pronunció Loco de inmediato.
–¿Que?
–respondió con molestia.
–Preciosa
no te enfades.
–Yo
no estoy enfadada –observó las cosas en la mesa–. Olvidaste tus cosas… por huir
tan a prisa.
–No
las olvidé. Dejé mi mochila y el proyector, veremos más películas después, solo
no vayas a revisar las cosas de mi laptop… ¿Ok?
–¿Por
qué no? –ella caminó hacia la mochila para revisar dentro.
–Solo
lo digo… hay algunas cosas… no es nada importante.
–Está
bien… –ella sonrió con maldad mientras
sacaba la laptop de la mochila.
–Lo
digo enserio, no mires mis cosas. Podrías encontrarte con cosas desagradables,
no aptas para niñas ¿Entendido?
–¿Qué
es? ¿Porno?
–Soy
un joven saludable de 27 años… así que… –él carcajeó–. No lo veas, pasaré en la
mañana por ti ¿Está bien?
–De
acuerdo –ella sonrió mientras abría la laptop.
–Lo
digo enserio.
–Ya,
no veré nada…
–¿Lo
prometes?
–Umju…
–respondió con un sonido mientras encendía la laptop.
–Hermosa.
Te llamo después, estoy conduciendo.
–Ajam…
-Fin de la llamada-
______
lanzó su teléfono en el sofá y se dejó dominar por la curiosidad, en la
pantalla, había varios iconos pero lo que le llamó más la atención fue una
carpeta que decía “PRIVADO”, dentro de esta había otra carpeta con “XXX” por
nombre, sin dudarlo la abrió y había un video, lo seleccionó rápidamente para
reproducir, en un principió se veía todo negro y un ruido cerca del micrófono
de la cámara, como si la estuvieran acomodando, la imagen se tornó anaranjada y
pronto surgió la imagen de una mano frente a la pantalla, al retirar aquella
mano, el rostro de Loco sonriente.
–Hola
¿por qué estás viendo esto cuando dije que no revisaras mis cosas? –cuestionaba
Loco en video–. Supongo que eres demasiado curiosa, bueno… en este momento los
hyung se fueron a dar una vuelta y yo me quede en el hotel. Sabes… el viaje de
hombres está demasiado aburrido, te extraño tanto, me gustaría que estés aquí –él
sonrió y se pasó la mano por la cabeza–. _______... ¿Qué me has hecho? Pienso cada día, hora, minuto, segundo en ti –miró
a la cámara de tal forma que parecía como si estuviera mirando directamente a
los ojos del espectador–. Bueno… no sé qué más decir… se me ocurrió grabar este
video… pero ahora ya no sé qué decir… espera –él desapareció por un momento del
enfoque de la cámara y regresó con algo en sus manos–. Compré este brazalete, tiene
tu nombre, y este otro tiene mi nombre. Podría dártelo y ya, pero sería
aburrido ¿Cierto? ¿Qué tal si lo buscas?
En uno de los bolsillos de la mochila que deje ahí, está escondido este
brazalete, búscalo.
–¿Que
lo busque? –cuestionó ella sonriente mientras tomaba la mochila para revisar
cada bolsillo.
Seguramente
ya lo estás buscando –continuó el video–. Hay algo más que escondí, es una
pequeña cajita, encierra algo muy importante, cuando lo encuentres, llámame.
El
video terminó y ________ encontró el brazalete que decía “권혁우” (Kwon Hyuk Woo), continuó buscando hasta que encontró una
pequeña caja, del tamaño de su mano con un lacito atado, la abrió y dentro
había un pequeño cofre muy bonito, al abrirlo se desbordaron unos cuantos
pequeños papelitos, tomó uno del cofrecito y lo leyó: “I♥U”, emocionada, pero con cuidado, sacudió levemente el cofrecito,
todos aquellos cientos de papelitos parecían tener el mismo mensaje, ella
estaba tan conmovida que sus ojos se llenaron de lágrimas, tomó su teléfono y
llamó a Loco.
-Llamada-
–Lo
encontraste –respondió él.
–Si…
–musitó ella pestañeando para deshacerse de las lágrimas.
–Entonces
ábreme, hace frío.
–¿Qué?
–Estoy
afuera.
–¿De
verdad? –ella corrió hasta la puerta
para abrir.
–Si
–sonrió él con su teléfono aún al oído.
Ella
cortó la llamada y se abalanzó hacia su novio abrazándolo como un marsupial a
un árbol.
–Me
preguntaba cuánto tiempo más tardarías –dijo él mientras se quitaba los zapatos
y entraba sin soltar a su novia marsupial–. Hace frío afuera.
–Debiste
simplemente dármelo –ella lo miró sonriente mientras él la bajaba con cuidado–.
¿Y si yo no veía el video, estarías esperando toda la noche?
–No,
yo sabía que lo verías. Era parte del plan.
–¿Y
si no caía en tu plan?
–Habría
sido un horrible fallo –él tomó el cofrecito que estaba en la mesa y se sentó–.
Ven, siéntate.
–Es
una suerte que sea curiosa ¿cierto?
–Si
que lo es –dijo él sonriendo–. Y aún hay más.
–¿Qué?
–No
vaciaste el cofrecito para encontrar el tesoro.
–¿Qué?
–Mira.
Él
vació los papelitos en la mesa con cuidado y los revolvió hasta sacar un
anillo, después levantó su mano para mostrar otro anillo que portaba en su mano.
–¿Anillos
de pareja? –cuestionó ella sorprendida. Loco asintió con su cabeza y la tomó de
la mano para poner el anillo que encajó perfectamente.
–¿Te
gusta?
–¡Me
encanta! –ella se acercó a él para besarlo–. Gracias.
–Me
alegro de que todo haya salido como lo planee. Ah, el brazalete también… –tomó el brazalete de la mesita y lo colocó
en la muñeca de su novia.
–No
te doy las gracias por el anillo o por el brazalete.
–¿Entonces?
–Por
todo. Estabas siempre animándome, me ayudaste en los momentos más difíciles, me
soportaste cuando lloraba por otro hombre… –ella bajó su mirada apenada–. Incluso
me perdonaste por… por lo que hice.
–Eso
quedó en el pasado –él levantó el mentón de su novia delicadamente con su dedo
para mirarla a los ojos–. Te quiero,
sentí algo especial por ti desde el principio y ahora no te dejare escapar.
–Lamento
haber sido tan mala contigo –ella no pudo evitar llorar.
–No
no –él la abrazó–. Ven aquí nena. No llores –agarró sus mejillas con las manos
limpiando las lágrimas con sus pulgares–. ¿Porque lloras? Se supone que sea un momento feliz
–Te
quiero tanto –musitó ella.
–Yo
te quiero mucho más.
Él la abrazó acurrucándola cariñosamente y permanecieron así por
varios minutos sin decir nada, bastaba con estar uno junto al otro sintiendo el
rose de sus dedos y el latido de sus corazones.
Seguir leyendo...
Para nada ..... pero ahora donde consigo un loco asi .. jijiii
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
ResponderEliminar