Al llegar a casa, _____ entró rápidamente por la
puerta sin mirar ni al perro, subió directamente a su habitación y se recostó
en su cama, tomó su almohada presionándola contra su rostro y gritó lo más
fuerte que pudo.
–¿Esto
es real? ¿Me está pasando de verdad?
Era la oportunidad que cualquier kpoper desearía, pero
parecía irreal y ella no sabía que hacer o pensar. De repente el teléfono de la
casa sonó y fue la madre de _____ quien contestó.
–Si, dígame… está bien un momento –la
madre de _____ asomó su cabeza por la puerta de la habitación–. Hija es para ti.
–No estoy. –respondió _____ aun
con la almohada en su rostro.
–Es un chico… –tarareo la madre
en en tono pícaro mientras estiraba su mano con el
teléfono inalámbrico.
–¿Un chico? –_____ quito la
almohada de su rostro–. ¡¿Qué chico?! A mí no me llama ningún chico. –se levantó
de la cama y tomó el teléfono para responder. –¿Diga…?
–le hizo una seña a su madre con la mirada exigiendo privacidad y esta
se fue.
–Hola _____ disculpa que te llame, pero
olvidaste tu cartera.
_____ reconoció de inmediato el tono de voz, se
trataba de aquel coreano que abandonó en el centro comercial.
Tragó saliva
con dificultad y respondió–.
¿Mi cartera? –tocándose
los bolsillos, efectivamente había olvidado aquella pequeña cartera (billetera)
rosa donde portaba su dinero e identificaciones. –Pero, ¿cómo sabes mi número? –preguntó
dudosa y temerosa a la vez–. ¿Acaso me está acosando…?
–Aquí están tus identificaciones, algo
de dinero… ah y una tarjeta que dice “En caso de pérdida contactar a:” y esta esté
número de teléfono.
–¿…O es el destino? –ella pensó en voz alta para sí misma pero claro está, él lo
había escuchado.
–¿Destino? –repitió él.
–¿Lo dije en voz alta? ¡Madre mía!
–Está bien, no te preocupes ¿Entonces
paso por tu casa para entregarte tu cartera?
–Mi casa… mi casa… si… ¡No! Digo. No es necesario, veámonos a la
entrada del instituto ¿Ok?
–Como quieras, entonces ahí nos vemos –él
colgó secamente.
_____ comprobó su imagen frente al espejo, acomodó su
largo cabello teñido y salió camino a encontrarse con Cha Dong Yul. En el
camino iba meditando sobre que decir y cómo reaccionar para no parecer muy
desesperada ni emocionada.
Cuando iba por el callejón estrecho que la llevaba más
rápido hacia el instituto, miró al final del camino una silueta alta y delgada,
supo enseguida que era el coreano que esperaba por ella. Al acercarse más, él
volteó a mirarla y el sol reflejaba su brillante luz sobre él haciéndolo
parecer un ángel o al menos es lo que la mente de _____ captó de tal situación.
–Esto
parece ser un sueño… –se dijo a sí
misma y finalmente saludó– Ho...la.
–Hola de nuevo –él extendió su mano para entregar la cartera con una sonrisa
que iluminaba su rostro.
–Gracias y disculpa por irme así es solo
que… me sorprendí mucho y…
–No te preocupes yo fui muy atrevido. No
te había dirigido la palabra en todo el año y ahora de repente vengo a pedir tu
ayuda. Me disculpo, estuve mal.
–No. No tienes que disculparte…
–Gracias por entender –él hizo una pequeña reverencia y dio media vuelta.
–¡Espera!
Él volteó hacia ella. –¿Qué?
–¿Y cómo sería eso de hacerme pasar por
tu novia? ¿Por cuánto tiempo? ¿Cómo iría? ¿Dónde viviría? –ella tenía
demasiadas preguntas.
–Pues solo debes ir conmigo a la casa de
mis abuelos y yo te presentaré como mi novia. Comeríamos juntos, querrán saber
cosas de ti, pero no será necesario que digas algo ya que no hablas el idioma. Yo
me encargaré de todo.
–Umm… y si acepto ayudarte… ¿Que recibo
a cambio?
–Bueno… iras a Corea ¿No es ese tu
sueño?
–¡Si! –ella dio un brinquito como una niña pequeña, acto que sacó una
gran sonrisa de él–. Pero…
–¿Pero?
–¿Y el dinero? Es decir; el pasaje, hospedaje,
comida, dinero para movilización. El dinero para secuestrar a Jay Oppa… –estalló en risas, ella tan solo bromeaba.
Él estalló en risas. –Eres muy
divertida, a mis abuelos les agradarás mucho.
–Habla
como si le hubiera dicho que acepto la propuesta. –pensó mientras tomaba aire para dejar de reír–. Espera, aun debo pedirle permiso a mi madre.
–Si quieres, yo puedo ir a hablar con
tus padres y pedir permiso. Yo me encargo del costo de pasaje de avión. Mis
padres me lo darán, ellos están al tanto de todo y me apoyan.
–Eso me parece perfecto, ahora tengo que
ver que dice mi madre.
La madre de _____ era divorciada y tenía un novio, su
padre estaba en otro país y raramente hablaba con él.
Camino a casa de _____ fueron platicando acerca de
música y los nuevos chismes de la farándula coreana.
Al llegar a casa _____ tocó el timbre de su casa, la
puerta se abrió.
–¿Hija por qué tocas cuando tienes llaves?
–atendió la madre.
–Mamá… tengo alguien que te quiero presentar.
–Buenas tardes señora, es un gusto
conocerla –él saludó haciendo una reverencia y
hablando muy rígidamente.
–Hola… No me digas que este es tu novio –mencionó
la madre sonriendo.
–¡No! Mamá no es mi novio, deja que te explique…
–Pasa, pasa –interrumpió la madre
jalando a Dong Yul del brazo y metiéndolo a la casa–.
Siéntate, estás en tu casa –se sentó frente al
joven–. Y cuéntame, ¿Cómo se enamoraron…?
–¡Mamá! Te digo que no es eso. –refunfuño
_____.
La madre de _____ era una mujer jovial y amigable, tuvo
a su hija cuando era tan solo una adolescente de 16 años así que era muy joven aún.
Más que una madre, era la mejor amiga de su hija.
_____ tuvo que intervenir en la plática que su madre
estaba encaminando hacia alguna loca historia. Con la ayuda de Dong Yul
expusieron la situación a detalle y sin pensarlo demasiado, la madre de _____
acepto permitir que su hija fuera por unos días a Corea.
Esto está muy interesante <3
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