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Capítulo 14: No quiero despertar de este sueño.

_____ no respondió a la pregunta, en su lugar besó a Jay apasionadamente, él correspondió el beso mientras sus manos continuaban desabotonando la blusa y abrió sus ojos para observar a través del espejo mientras bajaba lentamente la tela de la blusa dejando al descubierto la femenina espalda.

–Jay… –Ella respiraba con dificultad y dejó de besarlo.

–¿Qué? –cuestionó él buscando de nuevo los finos labios de _____.

–Yo… –ella deseaba hablar, pero los besos de Jay eran tan seductores, se forzó a si misma a resistirse y lo apartó– Jay espera… –finalmente tenía la atención del tatuado–. Lo que pasa es que yo… yo… no he estado con otro hombre antes…

–¿Qué? –Jay pensó haber escuchado mal.

–No he tenido… sexo… –ella se avergonzó.

–¿Hablas en serio _____?

–Si… –su sonrojó era excesivo y no podía mirarlo a los ojos.

–Está bien… eh… bueno… –Jay no sabía que responder ante tal confesión–. Podemos detenernos…

–No –ella lo atrajo y volvió a besar apasionadamente, cooperó con sus brazos desasiéndose por completo de su blusa y ahora le tocaba a ella igualar las cosas; bajó sus manos por el torso musculoso de Jay para encontrar el final del bividí y lo subió rápidamente, dejó de besarlo para pasar la tela por la cabeza de Jay y también lo dejó al descubierto para admirar su musculoso cuerpo tatuado.

Se miraron fijamente a los ojos, el ritmo cardiaco de ambos estaba por las nubes y no hacían falta las palabras. Ella atrajo por el cuello a Jay para volver a besarlo, empezó a subir lentamente su mano por la cabeza de él metiendo sus dedos entre el cabello corto mientras su otra mano bajaba lentamente por el musculoso y bien definido abdomen de Jay hasta llegar al botón de sus pantalones, pero él se apartó de ella y tomo la traviesa mano entrelazando sus dedos con los de ella.

–Si continúas provocándome de esta forma no podré controlarme –musitó él mirándola con sus ojos entrecerrados y una respiración agitada.

–Bueno tal vez yo quiera que pierdas el control…

–No, yo no quiero que sea de esta forma –dio un paso atrás apartándose de ella.

–No… no quieres… –ella se bajó del mesón– ¿acaso no te gusto como mujer?

–No es eso, claro que me gustas y demasiado, es solo que he estado con tantas mujeres que ya perdí la cuenta, y con todas ha sido igual. Nos dejamos llevar por la excitación del momento, terminamos teniendo sexo y después busco otra, y otra, y otra.

Ella tomó su blusa del piso cubriendo su parte delantera notablemente asustada. –Yo, ya había escuchado que eras un mujeriego.

–Lo soy, por que busco una mujer que sea diferente, que me dé algo más que placer y no la he encontrado, pero contigo… –se acercó a ella para acariciarle cariñosamente la cabeza.

–¿Conmigo…? –Ella estaba algo confundida.

–Quisiera tirarte a mi cama y hacerte mía, pero… quiero contenerme para tenerme por más que una sola noche. No quiero solo sexo contigo, quiero conocerte, sentir lo que sientes, quiero… quiero…

–¿Amor? –pregunto ella con su ceño fruncido.

Jay estalló en risa –¿Amor? Eso solo existe en los dramas, yo solo quiero algo nuevo, y tú eres completamente algo nuevo.

Jay había tenido muchas mujeres en su cama y algunas veces creyó estar enamorado, pero aquellas mujeres terminaron lastimando sus sentimientos, había sufrido mucho ya que las mujeres lo buscaban solo por su fama y dinero, o simplemente buscaban satisfacer su deseo.

El teléfono de Jay estaba lleno de mensajes de mujeres que decían cosas como: «Jay necesito tu cuerpo», «Estuviste increíble», «¿Cuándo repetimos?», «Compre nueva lencería ¿deberíamos vernos?», Jay solo leía aquellos mensajes y no le provocaban nada, en cierto punto lo fastidiaban.

Él disfrutaba más haciendo música, saliendo de fiesta con sus amigos a beber en bares, clubs, bailaba y desahogaba su tención, pero claro que si aparecía una chica de buen cuerpo se la llevaba a la cama, después de todo tenía necesidades.

Pero al encontrarse con una chica que rechazó sus caricias por primera vez, le llamo mucho la atención y ahora que la iba conociendo, notó que era una chica que a pesar de lucir tan atractiva y deseable por fuera también era; dulce, cariñosa, sencilla, divertida y no intentaba seducir a los hombres al primer instante, tal vez porque era aún muy joven e inocente.

 _____ era todo lo contrario a lo que Jay conocía, pero lo que más le llamo la atención a él fue el hecho de que ella no había estado con un hombre antes, esto la hacía aún más deseable y también le generaba a Jay el deseo de protegerla como algún tipo de tesoro.

 

–¿Debería prestarte una camiseta? –musitó Jay.

–¡¿Una camiseta de Jay Park?! Autografiada por favor… –contuvo un grito junto a sus pensamientos–. Si, gracias… Siempre quise hacer eso, ponerme una camiseta grande del hombre que me gusta.

–Ven por aquí –él la tomó por la muñeca para llevarla a su cuarto de vestir–. Elige lo que te guste.

Entraron a una habitación con grandes armarios y repisas; había varios pares de zapatos, gorras, accesorios y ropa, parecía como si hubiera entrado a una tienda de centro comercial.

Jay abrió una puerta donde del armario mostrando varias camisas y camisetas para elegir, _____ miró asombrada y eligió una camiseta negra grande con algunos estampados.

–Esta me gusta –dijo con una gran sonrisa señalando la camiseta.

–Esa es mi favorita, tienes buen gusto –dijo Jay tomando la camiseta para dársela a ella.

–¿Puedo ponérmela? –cuestionó ella algo avergonzada.

–Por supuesto.

–Gracias –ella se la puso rápidamente, le quedaba enorme.

–¡Dios! creo que deberías quitártela –él tapó sus ojos.

–¿Por… porque, no me queda bien?

–Te queda demasiado bien –Jay la examinó de pies a cabeza remordiéndose ligeramente el labio inferior.

–Está un poco grande, pero me gusta –ella abrió sus brazos mirándose en el espejo, parecía no llevar nada en la parte de abajo ya que la camiseta era tan grande que cubría sus shorts cortos.

–Ven hermosa recuéstate un momento conmigo –la tomó de la mano llevándola hacia la cama–. Estoy tan cansado… –él se recostó en la cama y palmeó el lado junto a él pidiéndole a _____ que se recostara.

–Sí, yo también estoy muy cansada. Camine todo el día –gateó por la cama hasta llegar a la altura de Jay recostándose sobre el tatuado brazo extendido.

Jay la recogió su brazo atrayéndola más a él, la miró sonriendo ligeramente y retiró un mechón de cabello de la frente de ella para luego acariciar su cabeza tiernamente.

Ella cerro sus ojos disfrutando de la caricia y su mano libre se posó en la cintura de Jay recorriendo suavemente el tacto hasta la espalda abrazándolo para acurrucarse en el musculoso pecho y sintió un beso sobre su cabeza.

---

_____ abrió los ojos y a su alrededor todo estaba muy obscuro, se habían quedado dormidos.

–¡Jay, Jay! –exclamo ella moviendo a su acompañante.

–Hmmm… –sin despertar Jay se giró hacia el otro lado.

–¡Jay! ¡Nos quedamos dormidos, debo irme a mi casa! –ella se levantó de la cama.

–Si… a la casa… si… –él solo murmuraba, estaba tan sumido en su sueño.

–¡Park Jae Beom! –gritó ella mientras le quitaba la almohada a Jay.

–¡Sí mamá! ahora voy… –él continuó sin abrir los ojos y se volvió a acurrucar.

_____ soltó un suspiro dándose por vencida, ver a Jay en ese estado le causo ternura, comprendió que debía estar demasiado cansado así que decidió no insistir en despertarlo, fue hacia la sala para buscar su mochila, saco su teléfono celular y vio la hora, eran las 2am.

–¿Qué debo hacer…? Dong Yul estará furioso… –murmuró para sí misma mientras se ponía la mochila a la espalda y se dirigía hacia la puerta, puso su mano en la manija de la puerta y cuando iba a girarla para abrir Jay gritó, ella se asustó y regresó corriendo a la habitación, encontró a Jay sentado en la cama con sus manos en su cabeza estrujando su cabello.

–¿Qué te pasa? –pregunto ella parada en la entrada de la habitación.

Jay alzo su mirada y vio a _____ parada ahí, se levantó rápido y corrió a abrazarla. –Me asusté, pensé que había sido un sueño.

–Jay… no me dejas respirar…

–¿Porque te vas así? pasé un mal momento, pensé que todo había sido un sueño.

–¿Pero por qué…?

–No me vuelvas a dejar así.

–Está bien, pero… –intentó soltarse del abrazo–, tengo que irme a casa.

–No te vayas –la tomó de las manos mirándola suplicante–. Yo generalmente no duermo mucho, me cuesta conciliar el sueño, pero contigo junto a mi he dormido tan profundo como no lo había hecho en años.

–No puedo quedarme, tendré problemas en casa de los abuelos…

–¿Abuelos? Ah… eso.

–Si, por eso no quiero tener problemas con los abuelos de Dong Yul hasta que consiga un lugar al que mudarme.

–Acepta mi ayuda.

–Gracias Jay –lo abrazó brevemente–. Pero ya te dije me las arreglaré sola.

–Está bien –él suspiro–, ¿pero puedes quedarte al menos por hoy? –volvió a suplicar con la mirada.

–Jay… –ella lo miró mientras él le quitaba la mochila.

–Solo es por hoy –él le quitó los zapatos y la llevó de la mano hacia la cama.

_____ suspiró rindiéndose ante la súplica, se recostó en la cama permitiéndole a Jay acurrucarse en ella, con su mano acariciaba el cabello de el musculoso y sexy hombre mientras lentamente se cerraban sus ojos.

Jay había estado rodeado por mucha gente debido a su fama, pero al llegar a su casa después de un concierto o fiesta, estaba solo, le hacía falta algo de calma en su vida y una compañía que le diera cariño sincero.

Esa noche Jay se sentía tan cómodo disfrutando de la calidez de una mujer que no buscaba algo de él.

Cuando la luz de la mañana empezaba a iluminar la habitación _____ abrió sus ojos notando que Jay se había girado para un lado de la cama, ella se estiró un poco mientras soltaba un bostezo y admiraba la musculosa espalda masculina, se deslizo suavemente hasta abrazarlo por la espalda y en una delicada caricia subió su mano por el pecho de Jay.

Jay despertaba poco a poco al sentir el cuerpo de _____ abrazándolo y su mano en su pecho, abrió lentamente sus ojos, se dio la vuelta y quedo frente a frente con ella.

–Buenos días princesa –musitó Jay apenas abriendo sus achinados ojos y le dio un corto beso.

–¿Dormiste bien? –preguntó ella.

Él sonrió y apretándola contra su pecho respondió. –Es la mejor noche que he tenido con una mujer.

–¿Te estas burlando de mí? –Ella frunció el ceño ante lo que el simplemente sonrió para comprimirla en un abrazo–. Empiezo a pensar que no me vez como una mujer, ¿acaso soy tu madre o peor aún, tu peluche?

–No, a un peluche no le haría esto…

Jay se subió sobre ella y empezó a besarla, ella quiso acariciar el cuerpo de Jay con sus manos pero él la tomo por las muñecas subiéndolas sobre su cabeza y las mantuvo contra la almohada, entonces empezó a besarle el cuello provocando que el cuerpo entero de ella se estremeciera, él liberó una de las manos de _____ para acariciar la femenina silueta hasta encontrar el borde de la larga camiseta negra y subió la tela hasta el pecho, liberó la otra mano de _____ para acariciarla mientras bajaba sus besos por el torso, ombligo y tuvo que detenerse para desabotonar el pequeño short.

_____ estaba tan excitada con las caricias que decidió conducirse sola y se quitó la camiseta lanzándola lejos, levantó ligeramente su torso para jalar la tela de la camiseta de Jay haciendo que se la quitará, necesitaba sentir su piel en contacto con la de Jay.

Jay beso por encima del brasier uno de los senos de _____ mientras con su otra mano daba caricias el otro y sutilmente recorría su mano hacia la espalda en busca del broche del brasier y lo deshizo, ella soltó un gemido al sentir más floja la tela que contenía sus senos.

Jay la miro complacido al notar que ella se remordía el labio conteniendo sus gemidos, el placer era evidente en su expresión, deslizo delicadamente las tiras del brasier y retiró la tela, ella rápidamente uso sus manos para cubrir su pecho abriendo sus ojos con sorpresa y vergüenza.

Jay la miró fijamente a los ojos y la beso suavemente mientras con su mano retiraba una de las manos de ella dejando al descubierto uno de los senos y retorció suavemente el pezón haciendo que ella gimiera y dejará de besarlo, él bajó su boca hacia el pezón y lo lamió provocando más gemidos, con la misma sutilidad de antes retiró la otra mano de _____ del seno que cubría y así pudo el masajearlo también.

La espalda de _____ se arqueaba ante tal placer, sus manos subieron por los musculosos brazos de Jay en una caricia agresiva, casi estaba aruñando la piel tatuada, subió por los hombros hasta llegar al cuello y la cabeza donde estrujo el cabello de Jay entre sus dedos.

Él subió su mirada sonriente hacia ella. –¿Te gusta? –cuestionó.

Ella no respondió y lo jaló hacia ella para besarlo, la lengua de _____ jugueteaba con la de Jay mientras él se las arreglaba para bajar el pequeño short que ella usaba, después se deshizo de su pantalón y pego su pelvis a la de ella.

_____ sintió la dura erección de Jay frotarse contra su intimidad, sintió tanto placer que no pudo contenerse y mordió el labio inferior de Jay haciendo que él soltara un gemido gutural.

Jay se apartó para mirarla con una sonrisa y su respiración agitada, pasó su lengua por el labio mordido, aparentemente le había gustado que ella lo mordiera, sin quitar su mirada de los ojos de ella bajó su mano hasta la cadera y deslizo la tela de las bragas, pero de repente sonó el timbre.

 

 Continuar...






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