_____ se giró de inmediato hacia la puerta de vidrio del salón y vio una figura masculina que usaba gorra parado allí mirándola, ya que la luz no era suficiente para distinguir el rostro de aquel hombre, ella muy asustada pregunto. –¿Quién es? –aquel hombre abrió la puerta de cristal y avanzo hacia ella, asustada retrocedió quedando contra el espejo, – ¡¿Pregunte quién es?! –dijo muy nerviosa y con la voz entrecortada pero el hombre no respondía y solo continuaba acercándose, ella cerró sus ojos con fuerza haciendo puño en sus manos y gritó, –¡Aléjese!
–Cálmate, soy yo. –una
voz masculina y algo ronca además de
susurrante le respondió.
–¿Jay? –ella abrió sus ojos al reconocer la voz.
Jay había bajado al
sub-suelo para ver si habían terminado los ensayos, pero se encontró con la
falla en la iluminación por lo que se adentró hacia las salas de práctica.
–¿Hay alguien aquí… que
paso con las luces? –había
preguntado él, pero ya que _____ tenía puesto sus audífonos con la música en alto volumen no lo escuchó y
continuó con su baile.
Jay quedó encantado por el movimiento
de aquella sensual mujer, tanto que decidió no interrumpir y continuar mirando,
pretendía simplemente irse y continuar con su juego de ignorar a _____ pero de
pronto sintió la necesidad de saber qué tipo de música inspiraba aquel
movimiento en ella y entró.
–Quiero decir… se…
señor Park… –tartamudeó ella corrigiendo su antigua mención informal dado que él se comportaba muy arrogante
con ella y pensó que seguramente le desagradaría ser llamado simplemente por su
nombre. Lo último que ella quería es ser despedida.
–¿Qué haces aquí a
obscuras bailando de esa forma? –Jay ignoró el tartamudeo y se enfocó en
saciar su curiosidad acercando su mano al pecho de _____ para tomar el
auricular que ella se había quitado del oído–. ¿Qué música escuchas?
–¡¿Qué hace?! –ella se exaltó.
–No te voy a tocar –él
levantó su ceja arrogante y llevó el auricular a su oído–, solo quiero saber qué es lo que estas
escuchando.
En un rápido movimiento ella dio un
paso de lado apartándose y presionó el botón que apagaba el mp3. –Nada, no escucho nada…
–tragó saliva nerviosa.
–¿Porque lo apagas? –el
frunció el ceño y miró la mano de ella que sujetaba el pequeño aparato–, quiero saber que escuchabas –dio un paso hacia ella.
_____ escondió su mano detrás de su
espalda. –No escucho nada…
–Vamos, déjame escuchar… –él insistió.
–Dije que no es nada –ella
apretó su mano con fuerza estrujando el mp3 detrás de ella mientras sutilmente
retrocedía alejándose de él.
–Si no me entregas ese
mp3 por las buenas tendré que quitártelo por la fuerza. –dio otro paso y
volvió a quedar frente a ella.
–No es importante… solo cualquier canción –ella empezaba a
sudar por nervios.
–Te lo advertí.
Jay se acercó a ella rodeándola con
sus brazos intentando quitarle el mp3 que escondía detrás de ella, _____ apretaba
con fuerza el mp3 en sus manos mientras las manos de Jay intentaban
arrebatárselo.
En el forcejeó sus miradas se
cruzaron y Jay le sonrió. –¿Acaso escuchas algún tipo de grabación erótica?
–¡¿Qué?! –ella
se ruborizó aún más al ver el rostro
de Jay tan cerca de ella y sus brazos rodeándola, su corazón se aceleró más y
sintió sus rodillas debilitarse.
Jay la miraba fijamente con una
expresión juguetona, en realidad no estaba poniendo todo su esfuerzo por
arrebatarle el mp3, más bien estaba jugando con ella.
–Entonces… tal vez…
¿tienes cosquillas? –subió su
dedo delicadamente por la espalda de la temblorosa muchacha.
–A…aléje..se –musitó
ella débilmente.
–¿Que dijiste? –él
volteo ligeramente su rostro acercando
su oído a los labios de _____.
–No… no se me acerque…
más… –ella pudo ver las
estrellas tatuadas en el cuello de Jay.
Él sonrió y apartó ligeramente su rostro para mirarla mientras se
relamía ligeramente los labios. –¿No
te gusta tenerme cerca?
–No… –se obligó
a decir ella ocultando un suspiró.
–Escuche que eras una
gran fanática de AOMG así que supongo que también eres mi fan ¿cierto?
–Sí, soy su fan señor
Park, pero…
–Ya veo –él
interrumpió–, ¿eres aún muy joven y
por eso te intimida que un hombre se te acerque de esta forma? –Ladeó ligeramente su rostro mirando los
temblorosos labios de su cautiva.
–Que sea tímida… no
tiene nada que ver…
–Si eres tímida, –afirmó
él ignorando las palabras de ella–, tengo
curiosidad por como reaccionaras si hago esto…
Él bajó su rostro encontrando los
labios de _____ y la besó, ella puso sus manos contra el pecho de Jay intentando
apartarlo, pero él la tomó por las mejillas impidiéndole apartarse, aunque ella
mantuviera sus propios labios apretados fuertemente hacia dentro rechazando el
beso, al intentar insultarlo aflojó sus labios, acción que le permitió a Jay
tomar el labio inferior de ella con sus dientes ligeramente, succionó el labio
mojándolo delicadamente con su lengua y ella dejó de moverse.
Las manos de _____ no empujaban más
el pecho de Jay y sus ojos se cerraron lentamente dejando escapar un ligero
suspiró, Jay sonrió ligeramente al notar que la había logrado domar y continuó
con el beso lentamente ya que tenía un ápice de inseguridad, las manos de _____
se deslizaron por el pecho de Jay hacia sus hombros y el beso se intensificó,
esta vez ella hacía su parte y Jay finalmente sintió la confianza de bajar sus
manos en caricias por el femenino cuerpo.
_____ estaba sumergida en la pasión
de aquel beso que empezaba a descontrolarse; Jay deslizó su mano lentamente por
la espalda de _____, subiendo hasta llegar bajo el top que reemplazaba un
sujetador y tocó la piel de los omoplatos estrujándola contra su cuerpo para
poder sentir el pecho de ella contra él, una de las manos de Jay abandonó la
espalda para bajar a la cintura de ____ y continuó bajando por los muslos dirigiéndose
hacia su parte trasera donde le presionó con fuerza el glúteo sacándole un
gemido que ella no intentó contener.
El sonido del gemido de la joven fue
el detonante para la excitación de Jay quien bajo su otra mano tomándola por
los glúteos para levantarla del piso pegándola a la pared y hacer que se
aferrase a su pelvis con las piernas y poder demostrarle lo que le había
provocado.
Ella respiraba agitada mientras su
cuello era besado y succionado con pasión desbordante, lo estaba disfrutando
demasiado, pero abrió bruscamente sus ojos cuando en su intimidad se podía
sentir el pleno contacto con el miembro endurecido de Jay, los leggins de ella
y el delgado pantalón deportivo que él usaba le permitía apreciar claramente la
fricción de sus intimidades, fue demasiado para ella y se asustó un poco apartando con sus manos al
succionador de su cuello, Jay notó lo tensa que estaba ella y la dejo bajar pero él estaba tan sumergido en la pasión que
quiso continuar, la tomó por la cintura y ella se resistió a volverse a acercar.
_____ bajo su mirada encontrándose
con el bulto dentro del pantalón de Jay, jamás había sentido y visto algo como
eso, sus piernas empezaron a temblar y solo deseaba salir corriendo del lugar.
–Dis… disculpe yo no
debería está haciendo esto… yo… tengo que irme.
–¿Porque, si apenas
empezamos? –dijo él en un
susurro.
–Es muy tarde y…
Jay la beso de nuevo tomándola entre
sus brazos.
–Bien… esto se siente
demasiado bien, pero… –apartó a Jay–. ¡No!
–No te resistas, se nota que te encanta –él sonrió ladino.
Ella pudo recordar el día de la fiesta, esa era la misma sonrisa seductora
y mirada morbosa que él le dedicó cuando bailaban y esta vez no le desagradaba,
pero sentía temor.
Ella finalmente ella se explicó. –Usted es mi jefe y además no ha
hecho más que tratarme mal y ahora viene, así como así a seducirme… y… ¡No está
bien!
–De acuerdo, –él sonrió ligeramente–, En primer lugar, no me
llames “usted” porque me haces sentir viejo y es cierto que me he portado… un
poco rudo contigo, pero tengo mis razones.
–¿Qué razones? –ella lucía molesta.
Jay la miró fijamente por un momento y aparto su mirada al
infinito soltando un suspiro para luego cruzarse de brazos y explicar.
–Veras, ¿recuerdas la fiesta?
Ella levantó su ceja en un gesto irónico. –Ah… te refieres a la
fiesta en la que me manoseaste, oh si, la recuerdo.
–Ese es el punto, tú te molestaste porque yo te tocara y bueno –soltó
una risita burlona–, no cabía en mi cabeza que una chica se molestara por mis
caricias. Después supe que eras la novia del primo de Gray y…
–Espera, ya eh aclarado que no soy la novia de Dong Yul y aun así
eso no justifica que me tratases mal –Frunció su rostro–. Eres un engreído,
prepotente, atrevido...
–Ey… –el arrugo su rostro, pero mantenía una sonrisa–. No lo soy
nena, si la gente dice que soy un amor de persona –rió sonoramente.
–De acuerdo y todo es broma para ti –ella negó con su cabeza y
volteo dispuesta a irse, pero él la tomo de la mano deteniéndola y ella soltó
el agarre–. ¡Suéltame!
–Ya te has enfadado, vaya carácter tienes… –él finalmente se puso
serio–. De acuerdo, voy a ser sincero.
–Eso espero porque se me hace tarde para ir a casa. –ella se cruzó
de brazos.
–Bueno chica, mírate –la señaló de pies a cabeza– es imposible que
no me gustes, entonces tenía que apartarte de mí porque eras la novia de…
bueno, pensaba que estabas con ese chico y yo no robo novias y menos si está
relacionada con mis amigos.
–¿Entonces porque hiciste esto si
pensabas que era la novia de Dong Yul?
–Hyuk Woo me dijo hoy que no lo
eres –sonrió ladino y dio un paso hacia ella.
–Ok, alto ahí galán –ella
interpuso sus manos alejándolo–. Ya que estamos siendo honestos también tengo
algo que decir.
–Soy todo oídos –alargo las
palabras en un canturreo juguetón.
–Creo que te odio –dijo con
seriedad–, arruinaste mi fantasía de conocerte y que fueras perfecto, pero
resultaste ser un patán y la verdad no quiero que te me acerques.
–No nos conocimos en el momento
adecuado, yo estaba un poco ebrio y además… hace un rato no pareciera que me
odiaras demasiado. –Sonrió ladino mirando los labios de _____.
–Soy una persona de carne y hueso,
te eh admirado por muchos años y si me besas y me acaricias de esa forma… es
decir, me deje llevar, pero eso no cambia la opinión que ahora tengo de ti.
–¿Y cuál es esa opinión?
–Te lo dije; un engreído,
prepotente que solo quiere sexo.
Jay soltó una carcajada. –De
acuerdo, comprendo que te hayas formado esa opinión de mi por cómo me comporté,
pero acabas de decir que me admiraste por años, no puedes olvidar eso tan
fácilmente por una mala primera impresión de mí. Conóceme bien primero. –su
expresión facial parecía sincera e incluso suplicante–, ¿Qué dices, me das una
oportunidad?
_____ se obligó a contener su
sonrisa, aquel hombre estaba siendo sincero y la había convencido, pero no
podía ser tan fácil.
–Lo pensaré… –dijo ella
volteándose de nuevo para irse.
–¿A dónde vas? –la siguió.
–A casa –tomó su mochila del piso
junto a la puerta y salió de la sala de práctica.
–¿Te llevo? O mejor te llevo a mi
casa.
–¿Lo ves? –continuó caminando
hasta la salida del sótano–. Solo quieres sexo.
Jay rió mientras la seguía. –¿Oye
quien dijo sexo? Podríamos ver una película.
–Ya… no gracias, puedo ir sola
–No dudo que puedas ir sola, pero quiero llevarte, –adelanto su paso y se paró frente a ella–,
solo cuido de la bebe de mi agencia.
–¡No soy una bebe!
–Uff… lo sé, los bebes
no se mueven como tú lo haces –la miró de pies a cabeza con notable
deseo, pero rápidamente cambió su expresión a una seria– Solo te lo digo por cariño, es lo que
inspiras en mí.
–¡Ja! –lo miró desconfiada– Si claro, cariño. –salió del edificio.
Jay rió ante la desconfianza y la seguía. –Vamos, solo voy a
llevarte a casa, no soy un loco que va a secuestrarte y violarte. Dame el
beneficio de la duda.
–¿Duda? Claro, yo dudo de ti –mencionó riendo e intento ponerse
seria de inmediato.
–Eso hiere mi corazón, eres una mujer cruel. –hizo un puchero y
expresión de tristeza.
–El puchero
no Jay… agg… que hermoso es este
idiota… –pensó ella al mirarlo y tomo un respiro profundo para disimular su
contento. –Bien, puedes llevarme a casa, pero como intentes algo raro…
–No voy a intentar nada –él sonrió victorioso y metió la mano a su
bolsillo para sacar la llave del auto y presionó un botón en el llavero,
inmediatamente el auto frente a ellos parpadeó las luces delanteras y Jay
caminó hacia la puerta del copiloto para abrirla–. Es mi auto, sube.
_____ subió en el auto de Jay y le
dio la dirección de la casa de los abuelos Cha, en el trayecto la plática se
tornó amena ya que hablaron de música, en específico; la música de Jay, el
fanatismo de _____ no pudo ser contenido, ella le preguntó todo lo que siempre
había querido saber ya que él era su artista favorito y empezó a recordar
porque lo admiraba tanto.
Al llegar Jay parqueó el auto,
desabrocho su cinturón se giró hacia _____ como si fuera a besarla de nuevo,
ella cerró sus ojos y al no sentir los labios de Jay los abrió.
–Entonces quieres mis
labios otra vez –dijo
coquetamente mientras desabrochaba el cinturón de _____.
–Que... no yo… –aclaró
su garganta nerviosa y se excusó–, algo
se metió en mi ojo y…
–¿Lo ves? No intenté nada –guiño un ojo–, espera, te abriré la puerta. –bajó y rodeó el
auto para abrir la puerta del copiloto–. Señorita baje por favor.
_____ sonrió y bajo. –¿Ahora eres un caballero?
–Siempre lo he sido baby –sonrió ligeramente.
–Bueno, si tú lo dices. –Ella también sonrió–. Gracias por traerme
–metió la mano en su mochila para sacar una llave.
–¡Ah, es cierto! ¿Puedo
pedir tu número telefónico o eso sería muy atrevido de mi parte?
–Ya deja los comentarios irónicos –ella sonrió rodeando sus ojos–.
Pero… no tengo teléfono, me comprare
uno pronto y te doy el número.
–Oh… –él asintió
algo decepcionado–, entiendo. Bien,
te veo mañana baby –giró para
irse.
–Oye Jay –llamó
ella.
Jay volteó y fue impactado con un abrazo. –Ha sido genial conocer
al Jay Park que admiraba –dijo ella abrazándolo.
Jay sonrió y correspondió el abrazo
que empezaba a durar demasiado, él se obligó a no acariciarla y se apartó de
ella, se despidió una vez más y aunque no quería irse, lo hizo.
Cuando _____ entro en la casa Dong
Yul estaba dormido en el sofá de la sala, había estado esperándola, al verlo
sintió como si su corazón se le encogiera de la pena al pensar que Dong Yul aun
la esperaba para asegurarse de que llegase a casa a salvo e intentaba arreglar
la amistad con pequeños detalles.
–Dong Yul despierta –musitó
ella acercándose a su amigo al cual no le hablaba en bastantes días.
–Umm… –él renegó como un niño.
–Dong Yul, ve a tu cama
–lo movió con cuidado.
–Si me gustas _____. –balbuceó
él.
Ella se ruborizo al escucharlo, el
enfado que sentía por él empezaba a desvanecerse con el paso de los días y extrañaba
tenerlo como amigo.
–Dong Yul… ¡Cha Dong
Yul! –gritó ella sacudiéndolo como solía hacer antes.
–¡¿Quién?! ¡¿A donde se
fue?! –él se levantó exaltado.
_____ carcajeó. –Ve a tu habitación.
–Ah… –la vio–,
ya llegaste…
–Si… –no podía
mirarlo a los ojos–. ¿Los abuelos se
fueron de nuevo?
–Sí, ahora fueron a
Busan, donde la hermana del abuelo, regresaran en 2 semanas, eso espero.
–¿A menudo tus abuelos
viajan así?
–Si. Se creen
adolescentes en su luna de miel –él sonrió con sus ojos casi cerrados como un personaje de anime y ella
también sonrió.
–Bien… estoy algo cansada así que… me iré a dormir. –se dirigió a
las gradas.
–_____.
–¿Qué? –ella respondió, pero no
giro para mirarlo.
–Gracias por volver a hablarme…
Ella solo asintió y se fue hacia
su habitación, se lanzó a la cama abrazando
fuertemente su almohada recordando lo que pasó con Jay Park, pero de repente se
le atravesaban imágenes de Dong Yul dormido en el sofá esperándola luciendo tan
adorable y apuesto a la vez, su corazón se aceleró al recordar la voz de su
amigo diciendo que le gusta, suspiró y miro al techo.
–Creo que me ha empezado gustar Dong Yul… –murmuró
para sí misma–, ¿Qué pasa conmigo? Primero SamD, ahora… Jay… ¿Soy una zorra? –se
sentó en su cama mirando de lejos su reflejo en un espejo–, ¿También les gusto
a ellos o solo quieren aprovecharse de mí? –tenía demasiados pensamientos en su cabeza y se dejó caer
hacia atrás despojándose de un largo suspiro–. Tengo que tomar una
decisión.
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