–Me gustaría, pero creo que Dong Yul llegará pronto… –respondió
ella sonrojada.
–¿Debería enviarle la dirección equivocada? –él propuso
relamiendo sus labios.
–No sé… si debería estar aquí haciendo… –titubeó– quiero decir… no
se ni lo que quiero decir…
SamD sonrió
paciente y tomó su teléfono para enviar la dirección de su casa. –No te preocupes pequeña, volveremos a repetir esto y lo terminaremos. Lo
prometo. –le guiñó un ojo–. Iré a vestirme.
El estado de
ánimo se había arruinado con la llamada de Dong Yul quien tras recibir la
dirección ya estaría de camino a la casa de SamD.
_____ abanicaba su mano hacia su rostro
acalorada por las previas acciones entre ella y el sensual hombre maduro, ahora
que él se había ido a vestir como había anunciado, ella empezaba a anhelar las
caricias, escuchar aquella voz tan sexy hablándole y empezaba a odiarse por ser
tan tímida, en sus fantasías hubiera empujado a SamD contra la pared para
poseerlo, pero esto era la vida real.
SamD era el
primer hombre en tocarla de esa forma, pues _____ había tenido solamente dos
novios en su vida y nunca llegaron a hacer algo más que besarse y tomarse de
las manos. Tenía tanta pasión escondida en su cuerpo y ahora lo sabía gracias a
SamD, poseía un cuerpo de mujer adulta y era deseable para cualquier hombre,
pero en su interior aún seguía siendo una niña que no conocía el cuerpo de un
hombre.
Tuvo suerte al
encontrarse con un hombre tan maduro como SamD quien fue tan considerado y
respetuoso, pero no podía evitar sentir algo de decepción, el hecho de no haber
tocado esos carnosos labios empezaba a torturarla, no paraba de pensar cómo se
hubiera sentido besar al grandioso Simon Dominic.
Se obligó a
tranquilizar sus hormonas sentándose en el sofá, posó su propia mano sobre su
cintura, aún tenía la sensación de las manos de SamD sobre su cuerpo.
–¡Bien! –se puso de pie decidida–. Si no es ahora no será nunca. –miró
hacia las gradas que llevaban al segundo piso, tomó una respiración profunda y
dio un paso decidida a subir al encuentro del sensual hombre que la había
dejado tan acalorada pero de pronto sonó el teléfono de SamD a lo lejos y se pudo
escuchar la voz del mismo respondiendo.
–Sí, de acuerdo. –SamD ya vestido bajaba las gradas en un ligero
trote–. Ahora
salimos.
Ella se
sorprendió. –¿Es Dong Yul?
–Sí, –SamD hizo una ligera mueca–, tu novio vino a verte –musitó
con evidente desagrado.
–No es mi novio… –rodeó sus ojos al repetir esa frase por enésima
vez en el día, de repente entrecerró sus ojos–. ¿Eso es humo?
–¡Es cierto! –SamD corrió hacia la estufa para apagar el fuego que
empezaba a quemar la olla que había evaporado toda el agua que antes él había
puesto a calentar–. Se secó toda el agua… –mencionó decepcionado mientras hacia
un puchero dejando escapar su acento de Busan–. Y no comimos… agg…
Ella rió ante el berrinche, SamD podía ser un hombre temiblemente
seductor en un instante y al otro convertirse en un niño que hace berrinches
adorables.
–Ah… tengo hambre… –él alargó las palabras canturreándolas en su berrinche
y sujetando su estómago con su entrecejo fruncido.
El timbre de la casa sonó insistente, Dong Yul estaba afuera, ella
caminó hacia el rapero berrinchudo para tomarlo del brazo alejándolo de la
estufa. –Vamos
oppa.
SamD
suspiraba decepcionado y hambriento pero caminó con _____ hacia la puerta, al
abrirla Dong Yul mantenía una pose rígida y lucía muy enojado, no dijo una sola
palabra y tomó a _____ de la muñeca muy bruscamente jalándola fuera de la casa
y la llevó hacia el auto haciéndola entrar agresivamente. Todo pasó tan rápido
que _____ no tuvo oportunidad de despedirse de SamD quien la miraba desde la
puerta sorprendido, ella se sonrojó y levantó su mano en despedida y el auto
arrancó de inmediato.
Durante todo
el camino Dong Yul no dijo una palabra, y _____ tenía una mezcla de
sentimientos; vergüenza, ira, miedo. Vio a su amigo de soslayo y la ira
prevaleció, por más molesto que estuviera no tenía derecho a jalonearla de esa
forma frente a SamD sin permitirle siquiera despedirse.
Una vez que
llegaron a la casa Dong Yul bajo del auto y se dirigió hacia la puerta, metió
la llave en la cerradura y entro, _____ lo siguió sin decir un apalabra y cerró
la puerta tras de ella, Dong Yul se detuvo en mitad del salón colocando sus manos
en la cintura como lo hace un padre que se dispone a regañar a su hija, giró y
miró fijamente a _____, mantuvo la mirada por unos segundos y cuando abrió su
boca para decir algo ella hizo una ligera reverencia como despedida, dio media
vuelta y cuando iba a subir los escalones el grito de Dong Yul la detuvo en
seco.
–¡Estas feliz! ¿Bienes satisfecha?
–¿A qué te refieres…? –cuestionó ella confundida.
–¡No pongas cara de inocente! ¡¿Te gustó?!
–De que hablas… –ella empezaba a fruncir su rostro.
–Ya sabía que algunas chicas latinas eran así de fáciles, pero tras
observarte por un año pensé que no serias así. Veo que me equivoque.
–¡¿Qué?! ¿fácil? –ella se indignó ante la acusación.
–¡Si, fácil!
–Tu no me conoces, ¡¿Cómo te atreves a decir que soy una chica fa…?! –recordó a los
abuelos Cha y se quedó callada–. No grites, ¿Acaso quieres que tus abuelos se
enteren…? –susurró molesta.
–Los abuelos no están. ¡Hoy fueron a Jeju de viaje con sus amigos! –él
continuaba
gritando.
–¡Deja de gritarme! ¡¿Quién eres tú para decirme fácil?!
–¡¿Entonces como se le dice a una chica que se va con alguien que acaba de
conocer a otro país?!
–¡Fue por un favor que tú mismo me pediste! –lo apuntó–. Además, ya
te conocía.
–Pero nunca nos hablamos.
–¡Entonces discúlpame por hacerle un favor a alguien que me inspiró
confianza! –dijo ella irónicamente.
–Pero si no fue un favor desinteresado. Tu tenías otros objetivos, ¿Acaso
ya sabias que mi primo era Gray?
–¿Qué?
–Claro, ya sabias que él era mi primo y aprovechaste para llegar aquí y
conocer a tus “artistas favoritos” –hizo comillas con sus dedos.
–No sabes lo que estás diciendo… –ella respiro profundo tratando de calmar
su ira.
–Y lograste conocerlos. –él continúo reclamando mientras se
acercaba a ella arrogante– Ahora hasta lograste meterte en la cama de ese que podría
ser tu tío…
–¡¿En la cama?!
–Yo que pensaba que eras una chica diferente, pero resultaste ser una pu…
_____ lo interrumpió
dándole una cachetada, se dio media vuelta para subir corriendo y colérica
hacia la habitación donde estaba alojándose, abrió los cajones donde estaba su
ropa, saco la maleta que tenía bajo la cama y empezó a meter todas sus cosas.
Dong Yul no
tardó en llegar a la misma habitación y vio lo que su amiga estaba haciendo.
–¡¿Qué haces _____?!
–¡¿No lo ves?! –respondió histérica–. ¡Me largo de aquí!
–Ni siquiera conoces a nadie aquí, tampoco hablas el idioma, ¿Acaso crees
que todos hablan inglés? ¡Pues no!
–Si… tienes razón, no sé el idioma y no sé a dónde ir, pero no me quedare
aquí con alguien que me insulta de tal forma –sus ojos empezaron a llenarse de lágrimas.
–Ah, ¿Entonces planeas volver a la cama de ese viejo?
Las lágrimas empezaron a correr por las mejillas de _____. –Ese al que le
dices viejo es un caballero muy respetuoso. ¡Y no es ningún viejo! Es un hombre
de verdad.
–Claro… Es que debes defender a tu amante. –la tomó del brazo con
fuerza.
–¿Amante? –ella lloró aún más por impotencia al ser acusada de algo que no
hizo.
–¿Te gustó tanto que iras a verlo para que te dé más?
Las lágrimas
solamente salían de los ojos de _____ al ver la ira en los ojos de Dong Yul,
¿Por qué la estaba acusando así? ¿Por qué estaba tan alterado?
–Sabes que… –no hizo el mínimo esfuerzo por soltarse del agarre
que la lastimaba–. Me arrepiento de no haberme acostado con Ki Seok oppa. Por qué
el resulto ser un caballero, que jamás me hubiera tratado como tú. –dijo con las lágrimas corriendo por su rostro y
completamente debilitada, su brazo dolía demasiado.
–¿Qué? ¿Te arrepientes? –aflojó su agarre, pero no la soltó– ¿Ósea que… no
hiciste nada con él?
–Suéltame… –pronunció débil.
Él la soltó y titubeó arrepentido de todo lo que había dicho. –Tu… tu…
Ella volteó hacia la maleta sobre su cama para cerrándola mientras
sus lágrimas brotaban sin control. –Me iré y no volverás a verme. –bajó su maleta al piso y
levantó el manubrio para hacerla rodar hasta la puerta, Dong Yul se apresuró a
bloquear el paso.
–Déjame pasar –pidió ella con voz débil.
–_____ cálmate, –él dulcificó el tono de su voz– mira… yo me alteré y dije cosas que no quería
decir realmente.
–No quiero escucharte, por favor déjame pasar.
–¿A dónde vas a ir?
–Eso no te importa, podría ganarme la vida como una puta. –su mirada
se tornó agresiva– Después de todo eso es lo que crees que soy. ¡Solo quiero irme de aquí!
–secó las lágrimas que parecían aumentar su flujo.
–Escúchame… –la tomó por los hombros.
–¡Suéltame! –gritó ella– Solo retírate, quiero irme, no quiero verte. –bajó
su mirada hacia el piso.
–Está bien –la soltó– Yo me equivoque, exagere. Lo lamento, no pensé lo
que estaba diciendo, es que estaba tan molesto por que no podía encontrarte…
_____ se cubrió
el rostro con las manos y soltó un llanto sentimental, aquellos insultos la
habían herido demasiado. Dong Yul insistió quitarle las manos del rostro, pero
ella solo lloró más, sin saber qué hacer Dong Yul despeinó su cabello con
desesperación ¿Qué debería hacer? ¿Cómo disculparse? Entonces él solo pegó un
grito de impotencia y la abrazó fuerte.
–Discúlpame por favor, me excedí, debí preguntarte primero, yo enloquecí
por un momento, ya deja de llorar.
–Suéltame –suplicó ella–, déjame ir, no quiero estar más aquí…
–¿Qué debo hacer? ¿eh? ¿Dime que debo hacer para que dejes de llorar? –estaba
realmente desesperado.
Secando sus lágrimas
ella se apartó del abrazo de Dong Yul, levanto su cabeza y con una voz ronca
musitó. –Nada, no tienes que hacer nada, solo déjame ir.
–No puedo dejarte ir, te podría pasar algo, no conoces ningún lugar. –él tomo la maleta regresándola a una esquina en la
habitación, llevó a _____ hasta la cama, la hizo sentarse mientras ella solo
miraba al piso poniendo su mano detrás de su cuello masajeando intensamente su
musculo esplenio haciendo un puchero intentando contener sus lágrimas.
______ solía
ser una chica muy divertida que siempre estaba sonriendo y ahora solo tenía una
expresión de tristeza en el rostro, él jamás la había visto así y se sentía tan
mal que le empezaba a doler el corazón.
–Mírame, aunque sea un segundo –suplicó él una vez más.
–Ya no importa, solo olvidemos lo que se dijo –continúo mirando hacia el
piso.
–¡No puedes mirarme un momento! ¡¿Perdón ok?! Me volví loco, estaba muy
celoso y asustado de que te fueras con él…
–¿Celoso? –regresó su mirada hacia él.
Celoso? Neee ya lo veia venir :v ♥
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