- ¡Deme una sala por favor! –SooRin exige
animada a la dueña del karaoke.
- Por supuesto, síganme por aquí… -La dueña del
lugar los dirige.
Todos entran…
- Este lugar es tan bonito… -menciona YangMi boquiabierta ya que es su
primera vez en una sala de karaoke.
- Bien todos tomen asiento. –SooRin toma el
micrófono del soporte que se encuentra en el centro de un pequeño escenario en
la sala. –Yo cantaré la primera canción –señala a HeoJun- Ya sabes cual
¿Verdad?
- Lo se lo sé -responde HeoJun sonriente
mientras presiona números para poner la canción que cantará SooRin.
La melodía no tarda en sonar y todos se animan,
aplauden y cantan en coro con SooRin. YangMi se limita a aplaudir ya que no
conoce la canción a pesar de parecer muy popular y conocida por todos los
presentes.
Mientras tanto SungMin habla fuera de la sala
con la dueña.
- Por favor
traiga diez botellas de soju -pide SungMin- y cerveza.
- ¿Cuántas personas son? –la dueña toma nota en
una libreta.
- Somos ocho
- Bien… serían ocho vasos pequeños… También
ocho grandes y… ¿bocadillos?
- Si, bocadillos también.
- Bien. En un momento les traigo la orden.
- Gracias.
SungMin entra en la sala aplaudiendo de
inmediato al ritmo de la canción y se suma a SooRin en el escenario para cantar
con ella.
Tras haber terminado la canción SungMin y
SooRin regresan a los asientos y la siguiente persona rápidamente selecciona
una canción para cantarla.
- ¿Qué canción cantarás YangMi? -cuestiona SooRin.
- Yo… -YangMi sonríe sonrojada- No cantaré
- ¡¿Como que no?! –ríe SooRin- tienes que
cantar, aunque sea una.
- Seguramente tiene una voz horrible –se burla
SungMin.
YangMi clava su mirada amenazante en SungMin
para dejarle una mueca de desagrado y regresa su mirada a hacia SooRin. –No es
que no quiera, en realidad yo… -titubea- la verdad es que… -contiene su brazo
izquierdo con el derecho luciendo apenada- No se ninguna canción.
- ¿Qué? –responden SooRin, HeoJun y SungMin al
unísono.
- Vamos –ríe HeoJun- Eso es imposible. ¿Dónde
vivías? ¿En un templo budista? –carcajea.
SungMin también ríe ante tal broma, pero los
dos son callados de inmediato por SooRin quien les da una palmada en el hombro
sumándole una mirada amenazante.
- No se burlen idiotas… -menciona SooRin
rodeando a YangMi con su brazo por el hombro- No lo tomes a broma, pero…
¿Creciste en un convento? -SungMin y
HeoJun contienen sus risas.
- Algo similar –responde YangMi con sinceridad.
- ¿En serio? –HeoJun abre sus ojos en demasía
por la sorpresa. YangMi se limita a asentir con su cabeza en respuesta a la
pregunta.
SungMin se reserva sus palabras para sí mismo “Ahora que lo recuerdo ByungYoon menciono
algo sobre su prima… había que ayudarla… pero… ¿Qué le pasó? ¿Qué hizo ella o
que le hicieron…?”
- Bueno ya nos contarás la historia después. –SooRin
evade el tema al notar que YangMi se puso algo incomoda con la pregunta. -
¡Miren! Aquí llega el licor~
Un par de meseros han entrado a la sala con lo
pedido anteriormente por SungMin llenando la mesa con vasos, botellas y unos
cuantos bocadillos.
Los otros compañeros de trabajo continuaron
cantando uno a uno canciones mientras SungMin y HeoJun sirven las bebidas; un
vaso pequeño con soju y uno grande lleno solo hasta la mitad con cerveza,
alinean los vasos grandes en una sola fila y sobre estos colocan los pequeños
equilibrándolos entre cada vaso.
- ¡Bien! –SungMin da unas palmadas llamando la
atención de los que estaban en el escenario- ¡Vengan aquí todos!
–obedientemente todos toman asientos para observar el espectáculo.
SungMin da un golpecito al primer vaso pequeño
y de pronto como un acto de magia preparado, los vasos pequeños caen uno a uno
dentro de cada vaso grande mezclando las dos clases de licor y los presentes
proceden a tomar un vaso con la mezcla hecha para beber a fondo como si fuera
algo ensayado. YangMi es la única que se ha quedado sorprendida y sin saber qué
hacer.
SooRin suelta un gruñido al terminar el coctel
y deja el vaso en la mesa, mira a YangMi para darse cuenta que es la única que
no ha bebido su vaso. Con el fin de ayudar a su amiga, toma el vaso y se lo
dirige a la boca casi obligándola a beber.
- Bebelo bebelo bebelooooo –anima HeoJun atento
a YangMi y SooRin que es quien controla el vaso.
Casi atragantándose YangMi ha bebido todo el
licor del vaso dejando escapar unas muecas incontrolables que provocan la risa
de todos los presentes seguidos de aplausos como si el acto hubiera sido un
gran logro.
- ¿Estuvo bueno? -SooRin cuestiona a YangMi sonriente.
YangMi tose ligeramente, pero sonríe. – Estuvo…
-de repente levanta su pulgar- ¡buenísimo!
A pesar de que YangMi no canta ninguna canción
aplaude y baila al ritmo de cada canción cantada por los demás presentes. Las
bebidas continúan siendo servidas y YangMi bebe como si de agua se tratara.
El tiempo pasa y todos están bastante ebrios,
SungMin que es el más consiente se pone de pie.
- Bien bien –SungMin llama la atención de todos
mientras presiona los números para poner otra canción- Es el momento de la
presentación más esperada de la noche.
HeoJun no tarda en ponerse de pie para unirse a
SungMin en el escenario y todas las chicas presentes aplauden y dan pequeños
gritos como si fueran fans esperando la actuación de sus artistas favoritos,
YangMi frunce un puchero mirando con desprecio a SungMin, pero rápidamente
cambia su expresión para aplaudir por HeoJun.
(g.o.d. - dear mother♪) La melodía que empieza a sonar es suave y de
pronto todos empiezan a mecerse de lado a lado con sus manos levantadas. La voz
de SungMin no tarda en sonar, pero no es melódica, se trata de rap con una
letra conmovedora que al parecer llega al alma de todos, al terminar un acorde
surge HeoJun con una voz melodiosa para cantar el coro y después continua
SungMin con el rap.
Es una canción que YangMi jamás escucho, pero
al igual que las anteriores cantadas parece ser muy conocida por los demás, se
limita a aplaudir al ritmo y de repente nota el cese de las palmadas de su
amiga, regresa su mirada hacia ella. SooRin se encuentra entre lágrimas.
- ¿Qué te pasa RinRin? -YangMi abraza rápidamente a su amiga con
preocupación.
SooRin intenta sonreír entre lágrimas. –No es
nada… -limpia sus lágrimas y señala a los dos sujetos en el escenario que
terminan su canción y se acercan a ella. – ¡Los odio! Siempre hacen esto…
YangMi es desplazada por HeoJun quien abraza a
SooRin fuertemente y SungMin se suma al abrazo que dura varios segundos y se
apartan para dejar paso al abrazo de los demás compañeros de trabajo. Además
del licor nublando sus sentidos se suma la confusión, YangMi no comprende lo
que está pasando.
Cada abrazo va junto a una despedida, al
parecer esa fue la última canción y de repente cada quien va dejando la sala,
al final solo han quedado YangMi, SooRin, HeoJun y SungMin.
- ¿Quiere alguien… expli… explicarme lo que ha
pasado? -pregunta YangMi mientras
intenta mantenerse en pie.
- Después –menciona RinRin rodeando a su amiga
por los hombros ya que es más alta y la lleva fuera de la sala tratando de no
caer.
Los cuatro salen de la sala de karaoke para
caminar hasta el mostrador donde SungMin y HeoJun juntan dinero entre ellos
para pagar por lo consumido.
- Dije que yo pagaba… –Reclama RinRin sonriente
y con sus ojos sonrojados.
- Esta bien. –SungMin sonríe- Tu pagarás la
próxima ¿Te parece?
- Okey~ -responde SooRin con un tono adorable
en su voz.
Una vez fuera del lugar…
- Oh… que debería hacer… -SooRin mantiene a
YangMi intentando contenerla para que no se caiga. –Ahora me arrepiento de
haberte hecho beber tanto… ¿Cómo vas a llegar a tu casa…? Debo llevarte… Pero… aún no sé dónde
vif..viffes…
SungMin ayuda a SooRin tomando a YangMi como si
fuera una muñeca de trapo por la cintura. –No te preocupes RinRin, se dónde
vive.
- ¿Si?
-cuestiona HeoJun.
- Vive junto a mi casa. –Menciona desganado SungMin.
- Bien -HeoJun toma la mano de SooRin- Entonces
encárgate de llevarla a casa y yo llevo a RinRin. –Rápidamente levanta su mano
llamando un taxi.
- Oye, yo no necesito que me lleves… -SooRin
intenta resistirse, pero es tarde, el taxi se ha detenido frente a ellos y
HeoJun abre la puerta haciendo que ella entre.
- Vayan con cuidado -SungMin se despide y el
taxi parte a prisa. Mira a YangMi que murmura cosas cabizbaja y completamente
recargada en el agarre de SungMin. –Que tonta…
- Tu eres el tonto –responde YangMi sin
levantar su cabeza.
- Ah… ¿estás consiente?
- Tonto… idiota… ¡suéltame! -repentinamente ella se aparta de SungMin.
–Yo puedo irme a mi casa sola. ¡No necesito tu ayuda! –se tambalea, pero no
cae.
- Si claro… -SungMin ríe burlón.
YangMi se gira y empieza a caminar con
dificultad.
- Oye. ¿Hacia dónde vas? -SungMin no puede evitar reír y la sigue.
- No te importa. Voy a tomar el autobús.
- Umm… dudo que el autobús pase a esta hora…
-él mira su reloj- es bastante tarde. Además, la parada de autobús esta hacia
el otro lado.
- ¡Claro que lo sé! -YangMi se gira y camina.
SungMin no para de reír, rodea sus ojos y la
toma del brazo. –Vamos a tomar un taxi, de todas formas, vamos a la misma
dirección.
- ¡Yo no voy contigo a ningún lado! –ella sacude
su brazo para soltarse y cae al piso soltando un grito de dolor- ¡¿Me has empujado?! ¡Idiota!
- ¡Yo no te empuje! Estás loca… -de repente él nota la mirada de la gente que
iba saliendo también del lugar de karaoke.
- Idiota… -YangMi empieza a sollozar como una
niña pequeña- Primero me tratas mal todo el día… obligándome a cargar todas las
cajas… y me tratas como tu esclava. Ahora me empujas ¿Qué más vas a hacer? ¿Vas
a pegarme?
- ¿Qué le pasa a ese tipo? -Una mujer lo acusa con desagrado.
- Está loco, pobre jovencita -otra mujer
corrobora ante la escena.
- Oye… No digas eso… -SungMin se avergüenza ante las miradas y
palabras acusadoras.
- Que bastardo –un hombre que también salía del
lugar saca su teléfono del bolsillo- Voy a llamar a la policía.
- ¡No!
-SungMin suplica- No es lo que
ustedes piensan… ella… es mi amiga, solo está bromeando, se pasó de copas. –se
agacha para tomar a YangMi del brazo y ponerla de pie. –Incluso vivimos en el
mismo barrió -SungMin fuerza una sonrisa y continúa su explicación. –Le dije
que la voy a llevar a casa, pero ella quiere seguir bebiendo…
- ¡Mentira! SungMin… -ella intenta soltarse-
eres un imbécil… ¡Suéltame!
- Bueno… -el hombre que iba a marcar en su
teléfono el número de la policía se detiene al escuchar que la joven llamo al
supuesto agresor por su nombre. –Creo que si se conocen…
- Si si, es lo que le digo… -SungMin sonríe
forzosamente. Solo quiero llevarla a casa… -levanta rápidamente la mano al ver
un taxi.
El auto se detiene y SungMin abre la puerta para
meter a YangMi y se sube junto a ella, le da la dirección al conductor, YangMi
parece haberse calmado, reclina su cabeza hacia atrás en el asiento y permanece
en silencio un par de minutos con sus ojos cerrados, pero de repente los abre y
endereza su cabeza para mirar a SungMin.
- ¿A dónde me llevas?
- A tu casa -responde él con desgano
- ¿Sabes dónde vivo? -ella ladea su cabeza como un cachorro
SungMin frunce el entrecejo mirándola. – Vives
junto a mi casa
- Ah… -YangMi sonríe resultando un poco
aterradora- Es cierto… vivo en la casa de mis tíos… -su sonrisa se borra
drásticamente- Espera. Tu –lo señala- ¡Eres el idiota que entro por la ventana
cuando yo estaba desnuda!
- El conductor mira por el retrovisor.
- ¡Eres un pervertido! -grita YangMi haciendo una equis con sus
brazos sobre su pecho.
SungMin suspira cansado mientras pone su mano
en su rostro. – Ya va a empezar de nuevo…
- ¡¿A dónde me llevas pervertido?! -grita YangMi.
- ¡A tu casa! Y aunque fueras la última mujer
en el mundo jamás te haría algo. ¡Ya quisieras!
- Señorita… -el conductor interviene- ¿Conoce
bien a este joven?
- ¿Qué? –SungMin mira al conductor- ¿Usted
también? –SungMin gruñe con ira- Escuche señor, solo llevo a esta loca borracha
a su casa porque es la prima de mi amigo que vive junto a mi casa. Caso
contrario la habría dejado tirada ahí en la calle.
- ¡Es cierto! –YangMi sonríe- ¡Mi primo! -le da una palmada en el pecho para terminar
estrujando la tela de la sudadera que él usa y lo jala hacia ella amenazándolo-
Cuando ByungYoon regrese a casa le voy a contar todo lo que me has hecho pasar
y te va a dar una paliza. Prepárate idiota.
- Si si, lo que tú digas -SungMin rodea sus
ojos y deshace el agarre de la ebria. -Solo quédate callada hasta llegar. –la
empuja hacia su lado del asiento.
El taxista reprime sus dudas al escuchar lo que
YangMi ha dicho y continúa conduciendo, la revoltosa vuelve a cerrar sus ojos
lentamente quedándose dormida.
Han pasado poco más de veinte minutos y SungMin
empieza a sentirse somnoliento cuando el auto se detiene.
- Llegamos -menciona el taxista despertando a
SungMin
- Oh… -SungMin mira alrededor- si si… -saca el dinero de su bolsillo para pagar.
-aquí tiene
- La vas a llevar a su casa ¿verdad? -cuestiona el taxista.
SungMin clava su mirada molesto. - ¿Acaso cree
que soy un secuestrador o algo así?
- Nunca se sabe… -responde el taxista.
- Esta loca tiene un don para hacer que la
gente me confunda con un criminal –refunfuña SungMin abriendo la puerta del
taxi y sale para luego jalar a YangMi del brazo sacándola con facilidad y
cierra la puerta para que el taxi pueda marcharse.
-Venga despierta, ponte de pie… -pide SungMin
ya que YangMi está completamente dormida y no obtiene respuesta alguna.
–Genial… -reprocha sarcástico -Ahora tendré que cargarte… -Ágilmente la acomoda
sobre su espalda y camina hacia la puerta de entrada a un pequeño jardín, la
abre sin dificultad y empieza a caminar hacia la puerta de la casa, pero YangMi
empieza a moverse ligeramente.
- Quédate quieta -le reprocha él, pero ella
gime o murmura algo indescifrable- ¿Qué?
-ella vuelve a murmurar y él se detiene. ¡¿Qué dijiste?!
- No me siento bien… creo que… voy a…
- ¿A qué…? Espera… –él se pasma al escuchar un
ruido junto a un pequeño espasmo del cuerpo de YangMi seguido de un horrible
olor y una sensación cálida derramándose sobre su hombro hacia su pecho. - ¡Qué
asco! -grita él petrificado- ¡¿Acabas de
vomitar?!
Comentarios
Publicar un comentario