El
reloj en medio de la pared blanca de la sala de espera del hospital marca
sonoramente cada segundo torturando a muchos que angustiados esperan por
noticias de su familiar que yace en la sala de emergencias pero aquella chica
no, no se muestra angustiada y su sola presencia provoca murmuración entre los
“conservadores” presentes en dicha sala, su llamativa vestimenta es negra de
pies a cabeza y su pequeño rostro de piel blanquecina está manchado con maquillaje
negro que oculta unos preciosos ojos rasgados y pupilas verde esmeralda, unas
facciones no muy convencionales que hacen cuestionarse a quien sea que la viera
sobre su origen racial.
Una
de sus botas negras gastadas y salpicadas de lodo ya seco golpetea la punta
contra el piso en un ritmo constante siguiendo la música que escucha a través
de sus audífonos en sus orejas llenas de argollas, mueve sus dedos como si
rasgara las cuerdas de una guitarra en un apasionado solo de metal-rock mientras
mastica una goma de mascar y la infla de vez en cuando haciendo reventar la
burbuja inflada para después retirar los hilos de goma pegados en sus labios
con su lengua, vuelve a masticar rumiante y aburrida sin prestar atención a las
miradas que la acusan por lo ruidosa que está siendo en tal silenciosa sala.
Su
largo cabello negro recogido en una coleta alta que termina con trenzas
delgadas muy descuidadas que de seguir así terminarían convirtiéndose en rastas
o quizá es a lo que apunta la rebelde chica.
La
puerta de la sala de emergencia se abre y la chica se retira su auricular de la
oreja para escuchar.
Doctor:
Familiares de la señora Camil…
XX:
Yo -levanta la mano con desgano la
rebelde antes que el medico pudiera completar el apellido de dicha paciente-
Doctor:
Usted… -Se acerca a la chica- Que parentesco tiene con la paciente…
XX:
Es mi mamá -dice con tono de burla- si
se le puede llamar madre
Doctor:
Y… ¿Esta sola? ¿Hay algún adulto con el que pueda hablar?
XX:
No -responde cortante tras reventar la
burbuja de su goma de mascar-
Doctor:
Em… -mira alrededor- Enfermera venga
aquí
Enfermera:
Si doctor, dígame
Doctor:
¿Qué hacemos? -se acerca al oído de la
enfermera y susurra- Esta niña está
sola, no podemos decirle
Enfermera:
¿Entonces que hacemos? -responde con el
mismo susurro-
Doctor:
No lo sé…
XX:
Puedo escucharlos -se acerca al doctor y
la enfermera- ¿Qué paso con mi mamá? ¿Se
murió? -pregunta sin inmutarse-
Doctor:
-tartamudeando- La… la paciente… su madre… llego demasiado tarde… no pudimos…
XX:
Si si, no pudieron hacer nada, ok ok -hace
una mueca- ¿Qué tengo que hacer ahora?
Doctor:
Bueno… el… el cuerpo será enviado a la morgue y… ¿De verdad no hay un adulto con quien pueda
hablar de esto? Es complicado para una joven como usted ¿No tiene más
familiares?
XX:
Si, mis abuelos están en el acilo, creo que seré más útil que los viejos -escupe su goma de mascar y encesta en el
basurero- Ya doc, dígame que tengo que
hacer, quiero deshacerme de toda esta mierda tan pronto como sea posible.
El
doctor en una mezcla de sentimientos le pide a la enfermera que le explique a
la joven el proceso del servicio funerario.
Enfermera:
Afortunadamente… -leía el expediente de la paciente- bueno no sé si debería
decir que es afortunado pero tu madre dejo en orden todos los tramites del
seguro y pidió que su cuerpo fuera cremado, no hay mucho que debas hacer por ti
misma ya que todo fue preparado como si…
-trago saliva con dificultad-
XX:
Como si lo hubiera planeado -más que
preguntar afirmo con una riza cínica y expresión seca-
Enfermera:
Bueno… yo no se que mas podría decirte niña… ahora solo debes esperar dos días
hasta que el proceso se cumpla, puedes retirar la urna… -continua sintiéndose incomoda al hablar con
la joven de tal asunto- con las cenizas…
de tu mamá y eso sería todo, ¿Entendiste?
XX:
Si, fácil -sacaba de un paquetito
plateado otra goma de mascar-
Enfermera:
¿Cómo te llamas niña?
XX:
-Sonríe a medias con la comisura de su boca-
pensé que jamás lo preguntaría, me llamo Yang DaeJi
Enfermera:
Eh… Ya…n -su cara de interrogación es
evidente-
XX:
-Hizo un gesto de burla, bajo su cabeza y entre dientes dijo para si misma- Amo la cara de idiotas que ponen cuando digo
mi nombre. –Levanto su cabeza- Solo
dígame DJ
Enfermera:
Bien DJ, en el primer piso puedes solicitar el certificado de defunción a
partir de mañana a las 7am
DJ:
Ok -dijo y volvió a inflar su goma de
mascar y se alejó-
Enfermera:
Puedes encontrarme en la caseta de enfermería si necesitas algo -dijo la enfermera levantando su voz mientras
DJ se alejaba-
DJ:
Si, como sea -dijo sin dar importancia y
se fue-
La
joven salió del hospital camino a su casa, si se le puede llamar casa a aquel
lugar con vidrios rotos sustituidos por plástico negro y una puerta sin ningún
tipo de seguridad, tampoco es necesaria ya que si un ladrón viera aquel lugar
se compadecería en lugar de querer entrar y hurtar algo.
Dentro
de la casa no hay casi nada, parece un lugar abandonado, todas las cosas fueron
vendidas por la madre de DaeJi hasta hace poco para mantener su vicio, en el
segundo piso hay una habitación, la única con aldabas y varios candados, dentro
apenas hay un colchón el piso y unas cuantas mantas, algo de ropa de DJ en
cartones que fueron adecuados para funcionar como cajones y varios libros
asimétricamente alineados sobre una repisa, aquella es su habitación y es el
rincón de aquella casa que permanece más limpio y en orden, las paredes están
recubiertas de cartones y planchas de espuma flex o esponja para hacer de
aquella habitación un lugar donde el ruido no penetrara.
DJ
había adecuado su habitación a prueba de ruidos debido a su madre, ya que
cuando bebía, que era todos los días, era demasiado ruidosa, si no la estaba
insultando y culpando de su “desgracia” estaba gimiendo de “placer” o fingiendo sentir placer para satisfacer a
cualquier hombre que le diera algo de
dinero o simplemente una botella de buen wiski.
El
estado de su madre había empeorado demasiado en los últimos meses, llevaba
varios años ya sumida en el alcoholismo haciendo de la vida de DJ un infierno
ya que fue ella quien tuvo que asumir el papel del “adulto del hogar”
Sus
abuelos son demasiado viejos como para ayudarla de algún modo, de hecho, sus
abuelos huyeron de casa hace ya un año para internarse voluntariamente en un
acilo del gobierno, no soportaron más la situación de su consumida hija y
aunque sintieron lastima por su nieta no había nada que ellos pudieran hacer
para ayudarla.
DaeJi
miro alrededor de todo el vacío lugar y tomo una bocanada de aire cerrando sus
ojos, abrió sus brazos y echando su cabeza hacia atrás y soltó un largo suspiro
de alivio, sus ojos se llenaron de lágrimas mientras de sus rosados y finos
labios salían las palabras “finalmente soy libre” su lágrimas de felicidad
corrían por sus mejillas mientras mantenía en su boca una sonrisa adolorida.
El
vibrar de su teléfono en el bolsillo la saca de su tranquilidad, mira el número
y un “¡Mierda!” sale de su boca, toma aire y responde.
-Al
teléfono-
Amy:
¡Maldición DJ donde estas! Estamos
detrás de dos bandas, ¡Si no llegas en este instante te mato!
Andrew:
¡Te mataremos! –Se inmiscuye en la conversación-
DJ:
Tranquilos que ahora salgo para halla es solo que… no tengo para el taxi por lo
que podría demorar un poco…
Joseph:
-arrebata el teléfono y le grita como si fuera un boquitoki- ¡Maldición DJ! ¡Toma un maldito taxi yo te lo
pago!
DJ:
Gracias bebé, te amo
-Corta
la llamada-
DJ
saca una caja bajo la cama, la abre y saca su estuche de guitarra eléctrica, lo
abre, su más preciado tesoro está allí, su más fiel compañera, su guitarra.
Cierra
el estuche y se lo pone al hombro, sale corriendo de casa sin antes no olvidar
poner todos los candados que aseguran su habitación.
---
DJ:
¿Cuánto es? -le pregunta al taxista-
Taxista:
Son 15 dólares
DJ:
Bien, espéreme un segundo
Saca
su teléfono pero ve a Joseph salir y lo
guarda, sale del taxi y se lanza a los brazos de Joseph que le da un beso
apasionado, el taxista suena el claxon y con una mueca Joseph se acerca a pagar
la tarifa del taxi.
Joseph
le da una palmada en el trasero a DJ toma su guitarra, se toman de la mano y se
apresuran por un callejón, según van avanzando hacia una puerta se escucha
ruido, un chica abre la puerta dejando escapar el ruido junto con humo de
cigarro de aquel club nocturno.
Amy:
¡Porque no contestabas tu teléfono!
-reclama una chica con la mitad de su cabeza rapada-
DJ:
-Entra- Si lo siento, mi mama se murió
Andrew:
¡Ja ja! Inventa una excusa mejor DJ -se
mofa un chico delgado y alto con cresta colorida y varios tatuajes mientras
caminan a lo que parece ser una sala de espera-
DJ:
Lo digo en serio, se murió
Amy:
Es… es… -traga saliva- ¿Estás hablando
en serio?
DJ:
Si, porque bromearía con algo tan maravilloso
-ríe cínica-
Joseph:
Vamos chicos ustedes saben que la madre de DJ es una basura, da igual si se
murió
Amy:
Aun así es su madre… ¿Estas segura que estas bien DJ?
Andrew:
Vaya que fuerte… sí que la odiabas -la
mira-
DJ:
Lo saben, -se arregla frente al espejo-
era en peso en mi vida
Joseph:
Nena, pondremos tu solo al final, la banda que salió hace rato es muy buena,
solo lo lograremos con tu solo
Amy:
Que drástico eres para cambiar de tema
-le hace una mueca- pero hablando
de nuestra música, pues es cierto, la banda anterior fue muy buena, solo los
venceremos con tu solo DJ
Andrew:
Estamos en tus manos linda -le guiña un
ojo-
DJ:
-chasquea su lengua con una mueca que parece sonrisa- Denlo por hecho, DJ la diosa ha llegado
Joseph:
¡Esa es mi mujer! -la agarra de las
nalgas pegándola a él para besarla desesperadamente-
Andrew:
Lo ves Amy, si ellos lo hacen, no podemos nosotros… -se acerca-
Amy:
Olvídalo –le saca la lengua y se va-
Apresúrense, vamos a tocar y después se buscan un hotel
“Y
la última banda de hoy es… ¡Who Cares!” (A quién le importa en ingles) Anuncia el animador del concurso y la gente abuchea “lo digo en serio, así se
llama la banda” la gente ríe y murmura hasta que ve salir a Joseph, la reencarnación
de Kurt Cobain, las chicas que hicieron fila durante toda la tarde para entrar
al club y escuchar las bandas que concursaban esa noche ven su larga espera
compensada, gritan toda clase de cosas alagando al guapo vocalista y alguien
entre el público lanza un brasier, la
banda Who Cares ya tenía unas cuantas admiradoras que siempre los siguen a
donde quiera que tocan y nunca falta una prenda íntima siendo lanzada al
escenario, Joseph solo dedica una sonrisa y sacude su cabellera rubia un poco
para quitarse el cabello del rostro, los demás miembros salen al escenario: DJ
como la guitarrista principal, Amy en el bajo, Andrew en la batería y Joseph
como el vocalista.
El
público se estremece con el chillar del a guitarra eléctrica y gritan
eufóricos, Joseph empieza a cantar y las chicas por poco se desmayan, todo el
lugar es una locura y todos sacuden sus cabezas al ritmo del rock rebelde de la
banda.

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