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Capítulo 32



• ¿SungHwa?  -pregunte lo obvio-
• Qué haces aq…  -volteo su cabeza y estornudo-
• ¿Estas resfriado?  -me preocupe-
• Si, creo que cogí un resfriado
• Te lo dije, tonto  -me acerque y toque su frente-
• No tengo fiebre, estoy bien  -supe que sonrió aunque llevaba su boca cubierta-  ¿Qué haces aquí?
• Estoy…
• ¿En el apartamento de tu novio?  -dijo con su ceja levantada-
• Si…

No sé por qué me sentí avergonzada, como si estuviera haciendo algo indebido, estaba en el apartamento de mi novio y baje para comprar algunas cosas para hacerle un desayuno, que tenía eso de malo, SungHwa se volteo y tomo el helado
• Supongo que te quedaras con él esta noche… -Dijo SungHwa mirando las cosas que yo tenía en la canasta-
• No, solo…
• Esta bien, es lo que hacen los novios ¿no?  -se dio la vuelta y se dirigió a la caja-

Me sentía nerviosa y avergonzada a la vez, no quería que SungHwa pensara que soy una cualquiera quedándome en el apartamento de un hombre, pero no era solo un hombre, era mi novio… aunque no hiciera nada, de seguro SungHwa se estaba imaginando mil cosas, Eso no debería importarme, me moleste por con mis padres por preocuparse tanto de lo que dice o piensa la gente y ahí estaba yo, asustada de pensar que SungHwa creyera que soy una chica fácil, bueno somos adultos aun si hiciera algo con Jung es mi problema él es mi novio.
“¿Que debería hacer?” tome una red con limones, un paquete de canela y corrí a la caja para pagar lo que tome de la tienda y salí corriendo
• Espera
• ¿Qué?  -dijo de mala gana y siguió caminando-
• SungHwa, espera  -cruzamos la calle y el seguía caminando sin regresar a mirarme-  ¡Oppa! –grite-

• ¡Lo logre! –se detuvo-  ¿Has ido al médico? 
• Vete  -siguió diciendo de mala gana y volvió a caminar-
• Tu voz no se escucha muy bien, ¿Te duele la garganta?
• No
• ¿Estas tomando medicina?
• No molestes ChaeRi, ve con tu novio
• Ah… ¿estas molesto por eso? Solo me quedare para cuidarlo, de verdad, no haremos nada  -“no haremos nada” ¡Que rayos estaba diciendo!-
• ¿Acaso pregunte?  -me regreso a mirar al llegar a la puerta del edificio y de repente tuvo un pequeño ataque de tos- 
• Esa tos no suena bien, hace rato estornudaste, debes tomar medicina
• Dije que estoy bien -levanto un poco su voz-
• ¡Ok!  -le dije moleta y me di la vuelta-
• Pero…
• -Me quede inmóvil-  ¿Pero…?
• Pero si quisieras cuidarme… quizá mejoraría…  -soltó otro estornudo-

Me gire y lo mire, sus ojos estaban adormilados y rojos, su voz sonaba muy ronca, Jung estaba dormido y un poco alcoholizado por lo que pensé que no se despertaría en unas horas, no haría mal si fuera un momento al apartamento de SungHwa para prepararle una limonada, con esa intención compre los limones y la canela.
• Te hare una limonada y me iré
• Gracias cerecita  -me quito la bolsa plástica de la mano y entramos al ascensor-
• Si estas tan mal debiste ir a la casa de tus padres, estoy segura que la tía te haría una de sus limonadas y con eso te mejorarías al instante
• No los quiero molestar, además como te dije, ya no tengo una habitación ahí
• Y dónde has dormido estos días que has ido
• En el piso
• Tonto, ¿Acaso no hay sofá? Además la noche del lago, estoy segura que todo eso hizo que te enfermaras
• Tu frialdad es lo que me enfermo –cerro los ojos y me dio un golpecito con el codo en mi brazo-
• -Mi corazón se aceleró y evite su mirada-  No seas cursi conmigo  -me reí nerviosamente-
• No soy cursi, digo la verdad  -dijo con un tomo adorable que con su ronquera fue tan lindo-

Las puertas del ascensor se abrieron y salimos, entramos al apartamento de SungHwa, había un desorden terrible, le dije que fuera a recostarse mientras yo hacia la limonada, miraba mi teléfono pendiente de la hora y rogaba que Jung no se despertara, termine de preparar la limonada y la estaba sirviendo en una taza cuando vino SungHwa de la nada y me abrazo por la espalda, me puse tan nerviosa que moví bruscamente mi mano y me queme con la olla caliente.

• ¡Ah!
• Ay no…  -rápidamente abrió el grifo de agua y me metió la mano en el chorro de agua fría-  lo lamento, no quería asustarte
• Fue mi descuido
• ¡Maldición!  -tenia puesto su cubre bocas pero note su mandíbula tensa como si apretara sus dientes mirando el enrojecimiento en mi mano-
• Tranquilo, no es nada, se pasara
• Creo que tenía una crema para las quemaduras… espera

Lo vi correr a su habitación y tome una toalla para secar mi mano, no era nada, el dorso de mi mano solo estaba un poco rojo, pero SungHwa se preocupó demasiado.
• Oppa, no es nada, mira  -fui a su habitación y sonriente le mostré mi mano-
• ¿Porque cada vez que me acerco a ti algo pasa?  -abrió la tapa de una crema-
• Te dije que no es nada  -le saque la lengua juguetonamente-
• Ven preciosa  -me jalo de la mano e hizo que me sentara en su cama-
• No es necesario…  -estaba nerviosa y mi corazón latía a mil por hora-
• Lamento… -puso la crema y bajo su cubre boca para hacer un piquito con sus labios soplando- que te quemaras… -soplo una vez más- 

Me quede como tonta mirándolo hipnotizada en sus labios y su perfecto perfil, se había quitado la gorra y su cabello estaba alborotado, sonreí ligeramente pero de inmediato me puse seria cuando él me miro.
• Bueno… recuéstate, te traeré la limonada
• Gracias preciosa
• -fui a la cocina y regrese con la limonada caliente- Después que bebas esto te sentirás mejor
• Estoy seguro de eso  -me miraba sonriente-
• Donde dejaste…  -busque con mi mirada la bufanda que tenia puesto antes-
• ¿Qué cosa?
• La bufanda
• En el sofá
• Ok~  empieza  a beber  -le dije mientras me iba en busca de la bufanda-
• Si mamá  -dijo bromeando-

Tome la bufanda y se la lleve al dormitorio, puse una de mis rodillas sobre la cama y enrosque la bufanda alrededor del cuello de SungHwa, acomode las almohadas detrás de su espalda e hice que se reclinara un poco.
• Te dije que bebieras mientras esta caliente  -le pase la taza-  
• -Le dio un sorbo-  ¡ahg! Caliente caliente
• Bébelo poco a poco, después recuéstate para que puedas dormir, te llamare en la mañana  -me aleje de la cama-
• ¿Te vas?  -dijo con una mirada triste- 
• Si oppa, debo irme  -le sonreí dulcemente-
• Esta bien, de todos modos sería malo que te quedaras, podrías contagiarte
• Si  -sonreí-
• Te llamare en la mañana para ver cómo estas pero si te sientes mal o tienes fiebre llámame de inmediato, ¿Entendido?
• -suspiro- No quiero que te vayas~
Agite mi mano despidiéndome y salí a prisa de ahí, estaba pensando en que le diría a Jung en el caso que se hubiera despertado, camine hasta el otro edificio y subí hasta el apartamento de Jung, entre tratando de no hacer ruido, deje las cosas en el mesón de la cocina y fui a la habitación de Jung, él estaba profundamente dormido, solté un suspiro de alivio y regrese a la sala para sentarme en el sofá.
Desperté al siguiente día por la alarma en mi teléfono, estaba en la cama de Jung, no recordaba como llegue ahí, me había recostado en el sofá, supuse que Jung me habría llevado a la cama, era eso o soy sonámbula, una sonámbula muy atrevida.
Me levante, me quite mi suéter, enrosque  mi cabello en un moño alto y tendí la cama a prisa, me mire en el espejo comprobando que no tuviera mi maquillaje manchado en los ojos, fui a la cocina y puse una olla con agua en la estufa, planeaba hacer una sopa para la resaca que seguramente tendría Jung.
Escuche la puerta del baño abrirse y vapor salir por la puerta, esa escena ya la había visto, después saldría Jung con apenas una toalla… vaya, estaba imaginando cosas, mi mente se había cambiado a modo erótico desde hace algún tiempo, para ser más exacta, desde que me entere que sigo siendo virgen, suena ridículo pero es así.
Mi teléfono vibro y lo tenía en el bolsillo de mi short, lo saque: era un mensaje de SungHwa
“Creo que tengo fiebre”
Mis ojos se abrieron de la sorpresa, ahora que Jung estaba despierto con que escusa me iría, además ya teníamos que ir a la oficina, era miércoles y teníamos que ir a un lugar para empezar una nueva remodelación.
• Oh, ya despertaste  -Dijo Jung-
• Si…  -guarde mi teléfono nerviosa-
• ¿Qué pasa?
• ¿Qué? ¿Por qué?
• Tus ojos, parece como si hubieras visto un fantasma
• Ah… no es nada…
• ¿Tus padres te han llamado?
• Mis padres… ¡sí! Era mi madre, creo que tengo que ir a casa por un momento, ¿te parece si nos encontramos en el lugar de la remodelación más tarde?
• Te puedo llevar
• No no, te retrasaras, ve tu primero con el cliente, tengo la dirección, estaré ahí pronto, lo prometo
• Si, de acuerdo, espero que no esté muy molesta contigo
• Si… eso espero también… entonces… me voy

Tome mi suéter y Jung me jalo por la cintura para darme un beso al que reaccione un poco seca, estaba mintiéndole de nuevo, me estaba convirtiendo en una mentirosa cada vez peor, trate de sonreírle y salí de ahí a toda prisa.
Me mire al espejo de la pared del ascensor y me dije a mi misma que era una maldita mentirosa, mis acciones estaba siendo cada vez más confusas.
Sé que estoy haciendo mal en ir corriendo donde SungHwa, si Jung se entera se molestara mucho y con toda la razón pero es que SungHwa, mi oppa esta enfermo, me necesita.
Doble la esquina y entre al otro edificio, cuando estaba en el ascensor le envié un mensaje a SungHwa diciéndole que ya estaba ahí, salí del ascensor y camine por el pasillo, vi a SungHwa apoyado en el marco de la puerta, acelere mis pasos hacia él.
• Oppa  -dije preocupada-
• Lamento molestarte cerecita, pero…  -parecía que se desmayaría-
• Lo toque y estaba tan caliente que me asuste
• Ponte una chaqueta, debemos ir al hospital
Entre a prisa al apartamento, lo ayude a ponerse sus zapatos y chaqueta, le puse su brazo sobre mis hombros para ayudarlo a caminar por lo débil que estaba, bajamos en el ascensor y yo me moría de la preocupación, parecía como si en cualquier momento SungHwa fuera a desplomarse.
Las puertas del ascensor finalmente se abrieron y caminamos fuera del edificio, levante mi mano haciendo parar un taxi y fuimos al hospital, SungHwa se aferraba a su bufanda tosiendo, balbuceaba cosas, no podía comprenderlo y no sabía cómo ayudarlo, solo podía abrazarlo y note que empezaba a temblar, después de unos minutos llegamos al hospital y al entrar pedí ayuda desesperada, una enfermera me ayudo a recostar a SungHwa en una camilla y le puso un aparatito en la oreja, después lo miro y puso cara de preocupada, corrió y regreso de inmediato con una inyección, se la aplico a SungHwa, el pareció desmayarse o quedarse dormido, solo balbuceaba cosas con sus ojos cerrados, enseguida vino una doctora joven, de aquellas pasantes, comprobó los signos vitales de SungHwa y empezó a escribir en una hoja mientras hacía preguntas.
• ¿Desde cuándo tiene fiebre?
• Supongo que desde hoy… -respondí-
• -Levanto su mirada hacia mí-  ¿Supone?
• Bueno, él me envió un mensaje hace un rato y cuando llegue a su apartamento estaba así
• Tiene fiebre muy alta, la enfermera ya le aplico medicamento, -puso su estetoscopio en el pecho de SungHwa y después de lo colgó de regreso en su cuello-  vaya a la enfermería y pida una fuente con un paño y agua, debe ayudar a bajarle la fiebre pronto, parece un resfriado simple pero la fiebre es muy peligrosa.
• Si, donde, donde queda la enfermería…

La doctora señalo y camine a prisa en esa dirección, pedí lo que me dijeron y regrese con SungHwa, otra doctora igual de joven se había acercado a él y murmuraba algo con la primera doctora que llego.
Exprimí el agua del paño y se la puse en la frente, la doctora aclaro su garganta y con una voz sutil me pregunto:
• Disculpe… ¿él es Gray oppa?
• -me sorprendí un poco-  No… le dicen muy seguido que se parece pero no es él  -fingí-
• ¿De verdad? ¿Pero es exactamente igual?  -dijo la doctora-
• No digas tonterías –interrumpió la primera doctora- Gray iría a una clínica privada, jamás vendría a un hospital público, ¿no lo crees?
• Si… tienes razón  -dijo la otra doctora como si lamentara que no fuera- Bueno, iré a seguir con mis rondas

Dijo la doctora y se fue, la primera doctora se quedó mirando a SungHwa un rato más y dijo “Si es muy parecido” y se fue.
Yo estaba muy tensa, ¿Había cometido un error al llevarlo a ese hospital? Le dije al taxista que me llevara al hospital más cercano y era ese, se me olvido que SungHwa es el adorado Gray, tiene miles de fans y yo lo metí a un hospital público, tenía ganas de golpearme a mí misma por mi error.
Continúe poniendo paños en la frente y cuello de SungHwa y finalmente abrió los ojos.
• Cerecita  -dijo débilmente-
• ¡Tonto!  -le di un golpe en el pecho-
• Auu… -Se quejó-
• ¡Debiste llamarme antes!
• ¿Dónde estamos?  -miro alrededor-
• En el hospital…  -dije esperando que me regañara-
• ¿En qué hospital?
• En un hospital… publico
• -sonrió débilmente-  tonta, donde esta mi gorra…
• Ya te han reconocido
• Rayos  -dijo y cerró sus ojos-
• Bueno, ahora mismo no pareces el grandioso Gray, estas bastante pálido y ojeroso, dije que solo te pareces mucho
• -se rio sin abrir sus ojos-  ¿Y te creyeron?
• Si, eso creo…
• ChaeRi, solo debiste llamar a mi médico  -continuo sin abrir sus ojos-
• ¡Como iba a saberlo! Yo solo trate de hacer algo por ayudarte  -deje caer el paño en su rostro-
• -Solo siguió riéndose- Bueno, ya me has expuesto
• ¡Porque no eres una persona normal!
• No importa, -me miro- agradezco que hayas venido  -puso su mano en mi mejilla-

Solo le hice una mueca pero me sentía más aliviada al sentir su mano con una temperatura ya normal, se sentó y me sonrió.
• Vámonos, ya me siento mejor
• Llamare a la enfermera…
• No la llames, estoy bien, iré a mi apartamento y llamare a mi medico
• ¡Debiste hacer eso primero!  -baje mi voz al ver la expresión de molestia de los otros pacientes en la sala-  ¡Estúpido!  -le dije entre dientes-

Me acerque a la enfermería y la enfermera me entrego la receta que había dejado la doctora, SungHwa aún se sentía débil y se apoyó en mí, salimos del hospital y tomamos un taxi, regresamos a su apartamento y SungHwa tomo su teléfono para llamar a su médico.
• Bueno si ya estas mejor, me iré
• Quédate hasta que el medico llegue, por favor  -me tomo de la mano-
• Esta bien, pero mejor recuéstate  -solté su mano y lo guie a la cama-
• Cerecita  -me dijo mientras yo acomodaba las almohadas a su espalda-
• ¿Um?  -le respondí sin mirarlo y poniendo mi mano en su pecho lo hice reclinarse al respaldar de la cama sobre las almohadas-
• Te extraño  -me dijo mirándome-

Me puse nerviosa y me aleje un poco pero él me tomo de la mano jalándome hacia él, quede con mi rodilla apoyada en la cama y a centímetros de su rostro.
• ¿Estaría mal si te beso ahora mismo?
• O-oppa…
• Te pedí tiempo pero no me estas esperando cerecita, -puse mi brazo contra el espaldar de la cama, con su otra mano me tomo del suéter evitando que me apartara de él-  estas con ese novio tuyo, ¿Sabes lo celoso que estoy? te quedas en su apartamento… eso me mata, no soporto la idea de que estés con él
• SungHwa…
• ChaeRi  -soltó mi suéter y me rodeo por la cintura con sus dos manos-  Te extraño a morir, quiero que estés conmigo, solo conmigo
• Ya hablamos de esto
• Lo sé pero… -suspiro y sus ojos se aguaron-  me duele el pecho, mi corazón... duele
• SungHwa no hagas esto  -sentía que mi corazón también dolía-
• Ven a mí, déjalo
• No puedo  -seguíamos muy cerca-
• Por favor ChaeRi, te necesito

Relaje mi brazo y él aprovecho la oportunidad para acercarme más a él, no me negué, nos miramos, él pego delicadamente su nariz a mi nariz y cerros su ojos “por favor”  dijo y su rostro tenía una expresión de dolor, cerré los ojos y… perdí la razón. Gire mi rostro un poco y junte mis labios a sus labios, sentí como una cálida corriente me invadió y él permanecía con sus labios quietos, abrí mi boca un poco y abrace con mis labios su labio superior, entonces él respondió profundizando el beso, mis manos lo rodeaban, acariciaba su cuello, enrede mis dedos en su cabello, estaba tan sumergida en ese beso, sentía mi corazón acelerado y sentía mi propio palpitar o… ¿Era su palpitar?
El timbre sonó y reaccione, me aparte asustada y nerviosa.
• El, el doctor… debe haber llegado, abriré la puerta
• Espera ChaeRi

Corrí a la puerta y un hombre algo canoso con lentes estaba en la puerta, era el médico de SungHwa, le dije que pasara y con una reverencia me despedí y salí corriendo como una criminal, escuche que SungHwa me llamo pero no hice caso.
Tome un taxi y le di la dirección, durante todo el camino parecía desesperada estoy segura que el conductor del taxi pensaba que yo era algún tipo de loca que se acababa de escapar de un hospital psiquiátrico, no hacía más que darme golpecitos en la cabeza reprendiéndome a mí misma por lo que había hecho, porque esta vez fui yo,  yo me acerque y lo bese, él se quedó quieto y yo empecé el beso, “Es mi culpa ¡Es mi culpa!” decía una y otra vez.
El conductor se aclaró la garganta y yo me calme, mire alrededor y habíamos llegado, saque lo último que me quedaba de dinero para pagar la tarifa del taxi, baje y camine a paso lento hasta entrar al lugar que remodelaríamos, Jung ya estaba trabajando, con su camisa apretada y sus perfectos músculos, su casco y algo sudoroso… ¡Ah por Dios! ¡Voy a volverme loca! Pensé y tenia ganas de arrancarme los cabellos uno a uno.
• Llegaste nena  -se acercó Jung sonriente-
• Si…  -dije con un suspiro y mala cara-
• ¿Qué paso? ¿Tus padres te regañaron mucho?  -pregunto inocentemente-

Lo mire hice un gesto como si lloriqueara, como un berrinche, Jung me miro sorprendido y yo solo camine dentro para ponerme mi casco.
• ¿Tan grave fue?  -pregunto de nuevo- 
• Trabajemos Jung, hablaremos después
• Bueno, yo he terminado de poner esas repisas, solo queda pintar, es todo
• Esta bien, empezare a pintar  -dije sin energía-
Terminamos muy rápido, no era gran cosa, solo agregamos unas cuantas repisas y pintamos, el dueño del lugar no quería murales ni muchos colores por lo que fue algo simple, pero mire el reloj y eran las 7pm, recuerdo que comimos algo a la hora del almuerzo pero después de eso para mí pasaron solo un par de horas y resulto que ya era de noche, estuve sumida en mis pensamientos todo ese tiempo y ya de camino a mi casa finalmente me decidí a hablar.
• Gracias por no preguntar mucho Jung
• Esperare a que me lo cuentes nena, pisare el acelerador, llegaremos antes que tus padres
El seguía creyendo que yo estaba tan pensativa por un supuesto problema con mis padres pero en realidad estaba dándome latigazos mentales por mi infidelidad, no me merecía un novio tan bueno como Jung, yo era una pobre e infeliz mujer indecisa, termine jugando con los sentimientos de un noble hombre por sucumbir a los deseos con un ex amor tormentoso.
• Llegamos
• ¿He?
• Ya llegamos
• Ah… si si  -mire y estábamos frente a mi casa-
• Jung… soy una mala mujer, perdóname
• ¿Qué?  -me miro confundido-
• Yo…
Escuche la puerta de mi casa abrirse y regrese a ver, mi padre salía con mi maleta, la gran maleta de viaje con la que regrese del extranjero, tenía una cara de enfado que daba miedo, mi madre salió tras él y lo jalaba del brazo.
• Cariño, por favor, no hagas esto
• ¡Te lo dije!  -grito apuntando hacia mí-
• Papá…  -abrí la puerta de la van y baje-
• Cariño, por favor cálmate  -mi madre lloraba-
• Si no te gusta seguir las normas de un hogar decente ¡Te largas!  -me grito y levanto la maleta por la gradita de la entrada al patio y la lanzo a mis pies-
• -Estaba atónita-  Papá…
• ¡Pasaste la noche con este infeliz verdad! ¡Pues vete con él de una vez! ¡En mi casa solo vive gente decente!
• Buenas noches, señor, disculpe…  -dijo Jung acercándose-
• ¡Váyanse de mi casa!  -grito mi padre-
• Papá…  -empecé a llorar-
• Cariño, por favor, deja que la niña…
• -Mi padre interrumpió- ¡¿Niña?! ¿Cuál niña? ¡Esta es una cualquiera!
• ¡Papá!  -solté mi llanto-  Porque me dices eso
• ¡Como se le dice a una mujer que duerme con un hombre antes del matrimonio!
• Cariño, esto es el siglo XXI, no seas tan anticuado  -Dijo mi madre-
• ¡Que!  ¡Siglo XXI, una mierda!  ¡Esta es una indecente! ¡No es mi hija!
• Señor le aseguro que ChaeRi y yo no hemos…
• ¡Cállate! ¡Tú sinvergüenza!  -mi padre apuntaba a Jung con su dedo-  Un caballero no permite que una dama falte a su casa, tú has corrompido a mi niña con esas costumbres de extranjeros
• Papá  -le dije mientras seguía llorando-
• Cariño, cálmate, estás haciendo una escena
• ¡No me interesa! ¡Que todo el mundo sepa que esta ya no es mi hija!  -se dio la vuelta y entro mientras caminaba por el patio seguía hablando- No necesito una hija indecente como esta, como la eh educado para que sea así, como es que me paga de esta forma
• Mamá yo no soy una cualquiera, créeme  -dije llorando histéricamente aferrándome a la mano de mi madre-
• Señora le juro que nosotros no hemos hecho nada de lo que su esposo piensa  -dijo Jung-
• Lo lamento, tú has dado pie para pensar estas cosas ChaeRi, por hoy vete, hablare con tu padre  -dijo mi madre también llorando y soltó mi mano-

Yo permanecía de pie mirando a la casa y lloraba desconsoladamente, las palabras de mi padre realmente me hirieron, Jung había subido mi maleta a la van y me llevo hasta el asiento, abrocho mi cinturón y condujo, no dije nada durante todo el camino, solo solloce al escuchar la palabras de mi padre repitiéndose y repitiéndose en mi cabeza.
Estaba muy deprimida y solo caminaba siguiendo a Jung, entramos a su apartamento y me senté en el sofá, puse mis manos en mi rostro y los codos en mis rodillas, Jung se sentó junto a mí y me abrazo.
• Todo es mi culpa, te pedí que te quedaras, lo lamento
• Jung, podrías dejarme sola, necesito pensar
• Claro, pero quédate en la habitación, yo dormiré aquí en el sofá
• No, ve a tu habitación por favor, déjame aquí
• Esta bien

Jung fue a su habitación, trajo una manta y una almohada, después regreso a su habitación en silencio, mire al costado, estaba mi maleta junto a la puerta, suspire, acomode la almohada y me recosté cubriéndome con la manta, cerré mis ojos.


**Si pudiera hacerme amiga del dueño del cyber (inter).... ¡Podría venir todos los días para publicar capitulos?? jajajaja
Mi situasion sin internete en casa→ DESESPERANTE!!!!

Aun asi, tratare de publicar mas caps ^^



Comentarios

  1. Muchas gracias por continuar la historia, este capitulo estuvo bastante interesante me gusta mucho este finc sobre todo porque no hay muchos con gray muchas gracias por hacer este gracias :)

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