Giraba las llaves de su auto en su dedo y llevaba una gorra que cubría sus ojos, levanto la mirada y sonrió al verme y se levantó, camino hacia mí y me dijo “vamos” con su galante sonrisa tomándome de la mano.
• No, suéltame -quise soltar su mano-
• Tenemos algo pendiente ¿recuerdas?
• Lo sé, lo sé, pero debo ir a trabajar
• Lo sé, lo sé -él imito la forma en que lo dije- por eso te llevare a mi oficina y durante el camino platicaremos un poco
Jalo de mi mano y di unos cuantos pasos pero me detuve al ver la van de JungMin, me solté de la mano de SungHwa y le dije:
• Iré al trabajo con Jung, después hablaremos
• Ese idiota… -dijo entre dientes al verlo estacionarse frente a nosotros-
• ¡Deja de decirle así! -le grite-
Me miro con su mirada de cachorrito triste como si le doliera el hecho que yo defienda a Jung, pero cambio enseguida su mirada a modo laser cuando Jung se acercó a nosotros y me saludo con dos besos de mejilla como siempre.
• ¿Vamos? -me pregunto Jung a la vez que tomaba mi mochila de mi mano-
• No estás viendo que está conmigo, yo la llevare -interrumpió SungHwa quitándole mi mochila-
Las pocas personas en la parada de autobus empezaban a ponernos atención y soy muy consciente de la fama de “Gray” lo último que quería era que me relacionaran con el como una de sus “conquistas”
Le dije a Jung que me iría con SungHwa, que nos veríamos en la oficina de AOMG, vi mucha ira en su mirada pero como siempre intento sonreírme y acepto lo que yo quería, regreso a la van y se fue.
SungHwa tenía una sonrisa victoriosa en su rostro, camine de mala gana hasta su auto, podía notar la gran diferencia que hay entre él y JungMin, SungHwa no abrió la puerta del auto para mí, en su lugar camino hacia su lado de conductor y me dedico una sonrisa de playboy levantando su ceja señalando que subiera al auto.
Al subir al auto él se estiro hacia mí, acercándose mucho a mi rostro con el pretexto de jalar el cinturón de seguridad, era completamente innecesario, conozco perfectamente esa técnica, he visto muchos dramas, no me inmute ante el hecho y lo note algo decepcionado, quizá todas las chicas se derriten ante tal acto pero yo lo conocía demasiado como para impresionarme con tan poca cosa.
• Bien, empieza -le dije mientras sacaba mi espejo para mirarme-
• -Él conducía y pregunto- ¿Desayunaste?
• Si -respondí cortantemente-
• Te sientes mejor… ¿ya no te duele tu brazo? -sonó algo incómodo-
• Estoy bien
Traba de abrir el cierre de mi mochila que se atascó, nos detuvimos en una luz roja y SungHwa me quito mi mochila y abrió el cierre, sonrió y dijo con su tono adorable de voz:
• Mi cerecita necesita a oppa ¿cierto?~
• Claro que no -le respondí de inmediato- oppa desapareció hace muchos años de mi vida y me las arreglo sola muy bien, gracias -le dije sarcásticamente-
• Bien, finalmente salió, tienes rencores hacia mí y tienes toda la razón
• ¿Rencores? No hay tal cosa
• ChaeRi porque eres así, nunca fuiste rencorosa pero te estas comportando tan… tan rara conmigo
• Si no te gusta… me da igual, así soy yo
• No es cierto, eres una niña dulce y…
• -Lo interrumpí- ¿Niña? ¡Ja! ¿No te has dado cuenta? Ha pasado mucho desde que solías conocerme, ya no soy una niña, no soy la misma
• No parecía eso ayer -se jacto con una sonrisa que odie tanto-
Me arrepentía tanto de lo que yo misma había hecho el día anterior, tenía ganas de arrancarme los cabellos uno por uno, fui una tonta y gracias a eso él sabía que yo aún sentía algo por él, saque mis audífonos de mi mochila y me los puse, los conecte en mi teléfono y puse el reproductor, fue como si incluso mi teléfono quisiera torturarme, la primera canción en sonar fue una de Gray, la pase y… ¡Otra canción de Gray!
Bueno si, me gustan sus canciones pero en ese momento quería arrojar mi teléfono por la ventana del auto, no tardamos más en llegar a AOMG y al bajar del auto vi a JungMin bajando la caja de herramientas de la van.
Quise correr hacia Jung pero SungHwa me detuvo, “Aun no hemos terminado de hablar” me dijo con su galante sonrisa de playboy que ya empezaba a hartarme, le dije que después del trabajo iríamos a algún lugar para terminar nuestra plática y me dejo ir.
JungMin permanecía en silencio, solo hacia su trabajo y cruzamos una par de palabras, sus respuestas eran muy cortantes, Jung no es del tipo de personas que confrontan las cosas, cuando está molesto prefiere evitarme hasta que se le pasa y después continuamos como si nada, así que lo deje tranquilo y también me centre en mi trabajo.
Por la tarde terminaba de ajustar unas luces del cielo raso que pusimos y deje el atornillador sobre uno de los muebles para sujetarme bien de la escalera al bajar, no quería por ningún motivo volver a caerme.
Continúe haciendo otras cosas y de pronto buscaba el atornillador, recordé que lo había dejado sobre el mueble, Jung estaba ocupando la escalera por el otro lado de la habitación y para no molestarlo tome un bote de pintura que ya estaba vacío para subirme, el mueble no era muy alto, eso creí pero al subirme al bote de pintura aun me faltaban unos centímetros para alcanzar el atornillador, trate de estirarme lo que más pude y de pronto sentí los brazos de Jung alrededor de mis piernas, me levanto un poco y me asuste pero agradecí su ayuda, tome el atornillador y Jung no me bajo de inmediato.
Me desequilibre por un momento y el aflojo sus brazos un poco, mi cuerpo se deslizo hacia abajo entre los brazos de Jung, pegada a su cuerpo, cuando mis pies tocaron el piso me di cuenta que estaba aferrada a Jung como un gato asustado, levante mi mirada y vi sus labios que quedan a la altura de mis ojos.
Como nunca antes me había pasado me puse nerviosa, mi corazón se aceleró y sabía que estaba completamente ruborizada, Jung sonrió.
• ¿Me sueltas? -me dijo-
• ¿He? -le pregunte a un aferrada a él- ah, si si… disculpa
• Creo que ya terminamos -me dijo sonriente-
• Si -le respondí tímida-
• Entonces recojamos las cosas
• De acuerdo
Jung es muy apuesto, ¿Ya lo dije antes? Tiene un cuerpo que esta para comérselo y últimamente yo empezaba a preguntarme como seria besarlo o quizá… tocar su cuerpo… ¡Ah! Era evidente, eran mis hormonas, estaban alocadas y debía ponerlas a raya.
Terminamos de recoger todo y me senté sobre el escritorio mirando alrededor nuestra gran obra, como siempre Jung se quitó su camiseta llena de pintura, la que siempre usa cuando pintamos, no era nada nuevo verlo pero me quede como hipnotizada hasta que me di cuenta que me estaba mirando, trague saliva nerviosa y parecí muy torpe tratando de disimular, Jung solo se rio, metió la camisa de pintura en mi mochila como siempre y se puso una camisa limpia, tomo mi mochila, se la puso al hombro y se acercó a mí, me rodeo por la cintura para bajarme del escritorio.
¡Malditas mariposas! Sentía un cosquilleo en el estómago, no me había pasado antes con JungMin, la verdad tenemos mucho contacto físico, lo normal creo, pero esa fue la primera vez que sentí esa sensación.
Llame a Jay para decirle que habíamos terminado y nos pidió que fuéramos a su cafetería donde estaba comiendo con sus amigos, imagine que SungHwa estaría ahí ya que en todo el día no lo vi por la oficina.
Al llegar a la cafetería Jay se despedía de dos chicos, no supe quiénes eran, quizá eran famosos porque su estilo era bastante estrafalario, nos preguntó si queríamos comer algo y la verdad moríamos de hambre así que pedimos algo, comimos mientras platicábamos con Jay, nos pidió nuestra opinión sobre la decoración de su cafetería y dijo que quería hacer algunas adecuaciones, ya teníamos más trabajo.
Salimos de la cafetería y nos dirigíamos a AOMG para mostrarle a Jay el trabajo terminado.
-Narra SungHwa-
Estaba trabajando en una canción con G2 por lo que pase la mayor parte del día ocupado, me di prisa para regresar a la oficina antes que ChaeRi se fuera, quería llevarla a algún lugar donde pudiéramos terminar nuestra platica pero cuando llegue ya se había ido, todo estaba ya terminado.
Tome el teléfono para llamarla pero no me respondió, salí de la oficina y la puerta del ascensor se abrió, HyoRin una amiga, iba a verme, ella había estado insistiendo tanto esos días pero yo ya no quería nada con ella, le dije que tenía que irme pero ella insistió llorando que solo quería hablar por un momento, soy un mujeriego pero no un patán, no trato mal a las damas, así que le dije que se calmara y la lleve a mi estudio para ofrecerle un poco de agua.
Me senté en el sofá que hay en mi estudio y le dije a HyoRin que se calmara, ella continuaba llorando, decía que me quería, que me extrañaba pero yo no sentía nada por ella, se lo dije y ella dijo que le diera un último beso, que puedo hacer, soy tan deseable, es algo natural.
Le di lo que quería, la estaba besando y ella se subió sobre mí, me acariciaba e intentaba provocarme con sus movimientos sensuales, yo le dije que se retirara pero tampoco hacia nada por quitármela de encima, me beso el cuello y lo acepto, me estaba gustando, HyoRin es una experta en hacer que un hombre se excite y de repente hizo lo que más odio.
Se aferró a mi cuello succionando con su boca, sabía que eso dejaría una marca muy notoria, la aparte tomándola de las manos, me subí sobre ella y estaba furioso, me acerque a su rostro sonriente para decirle que odio ese tipo de cosas y ella lo sabía, en ese momento la puerta de mi estudio se abrió y vi tres pares de ojos muy sorprendidos mirar la situación en la que yo estaba.
-Narra ChaeRi-
Durante el camino a AOMG Jay dijo que quería aprovechar que Gray estaba ocupado para que le hiciéramos un pequeño cambio a su estudio, entramos a la oficina y fuimos directo al estudio de Gray para ver que podíamos hacer.
La sorpresa fue encontrar a SungHwa sobre una tipa que llevaba casi nada de ropa, él estaba algo despeinado y los primeros botones de su camisa estaban desabotonados, los habíamos interrumpido, Jay sin decir nada volvió a cerrar la puerta y sonrío avergonzado ante nosotros.
• Disculpen, pensé que él no estaba aquí -se disculpó Jay- Entonces vamos a ver como quedo mi oficina…
Intento cambiar el tema y fuimos a su oficina, le encanto como había quedado, nos preguntó cómo habíamos hecho esto y eso, parecía un niño maravillado con una novedad, me agrado mucho su personalidad, sentí que es muy sincero y divertido, que lastima que SungHwa no aprendiera un poquito de su jefe.
Yo estaba muy decepcionada, no lo mostré ante Jay porque como siempre digo, el trabajo es el trabajo y la vida personal va aparte.
Nos despedimos de Jay y salimos, entramos al ascensor y yo no podía sacarme de la cabeza la imagen de el “seductor Gray” sobre esa chica, agache mi cabeza y reí después tome un suspiro y ya no quería pensar más en eso, ¿Qué podía esperar de él? Fue así cada vez, después del primer beso, después de la casi primera vez, era siempre una decepción a la que ya me había acostumbrado, una y otra vez SungHwa demostró su naturaleza de mujeriego, me sentía una tonta porque caí con él al igual que todas esa chicas, menos mal mi padre despertó en esa ocasión, me alegraba que mi primera vez no fuera con ese idiota, me daba asco pensar con cuantas mujeres habría estado SungHwa.
JungMin tan compresivo como siempre permanecía en silencio hasta que llegamos a la primera planta, salimos del ascensor y vi a SungHwa entrando por la puerta del edificio, yo había pensado que seguía con esa chica en su estudio pero me equivoque.
Esquive su mirada y me puse al otro lado junto a JungMin pero SungHwa se dirigió directamente hacia mí.
• ChaeRi vamos a hablar, no es lo que piensas, es un mal entendido -el parecía desesperado-
• Por favor retírate de nuestro camino -interrumpió Jung-
• Quítate idiota, no hablo contigo
• ¡Te dije que no le dijeras así! -le grite-
• Esta bien ChaeRi, no me llegan los insultos de tipos como este -dijo Jung y dio un paso-
• ChaeRi vamos a hablar ¿sí? -insistió SungHwa-
• No tengo nada que hablar contigo -le dije y seguí a JungMin-
• Déjame explicarte
• -reí- ¿Por qué? No somos nada, porque habrías de explicarme algo
Seguí caminando y SungHwa se ponía frente a mí para detenerme, de repente sentí mi cuerpo elevarse, SungHwa me había levantado como si yo fuera de trapo, me puso en su hombro y me llevo mientras yo pataleaba para que me soltara, vi a Jung quedarse quieto sin hacer nada mientras me alejaba siendo cargada por SungHwa.
Me bajo frente a su auto y me abrió la puerta, me negué a entrar pero él no paraba de insistir en que entrara, le dije “¡Ok!” Me senté dentro del auto molesta por su insistencia.
Empezó a conducir, no me miro en absoluto, podía ver sus nudillos ponerse blancos por la fuerza con la que apretaba el volante, piso el acelerador a fondo y yo no podía hacer nada.
Comentarios
Publicar un comentario