No podía creer lo que acababa de decir, ¿Mintió? Entonces él y yo… me puse muy nerviosa y no podía escaparme de él, bajo su mano y la puso en mi cintura, no pude evitar estremecerme y él lo noto, lo sé porque sonreía, yo tenía mis manos contra su pecho porque quería apartarlo pero había dejado de empujarlo, con su otra mano tomo la mía poniéndosela en el hombro, no pude controlar mi cuerpo y mi otra mano subió sola hasta su otro hombro, nos mirábamos y yo ya no sabía lo que estaba haciendo, su masculino mentón… su cuello, sus labios, me llamaban a probarlos, empecé a respirar más rápido y tenía una sensación de calor recorriendo mi cuerpo.
• Dijiste que me querías cerecita -me dijo juntando su frente con la mía- y sentí lo que nunca sentí con las palabras de nadie, tú eras tan sincera, sentí que de verdad me querías
• Yo… ¿Yo dije eso?
• -él asintió con un débil “um”- eso dijiste y yo te correspondí, porque también te quiero princesa
• No me digas así -le dije también débilmente-
• ¿Por qué no? -él hablaba tan cerca de mis labios, casi podía sentirlo-
• Le dices así a todas las chicas
• No preciosa, olvida a las otras chicas, ahora somos tú y yo
• Eres un idiota ¿Lo sabes? -me molesto pero no quería apartarlo de mí-
• Lo sé, soy el peor del mundo pero te quiero cerecita
• Mentira
No podía soportar más, cerré mis ojos dándole la aprobación para que me besara, sentir sus labios fue tan grandioso, era como revivir, había estado muerta sin él y me estaba devolviendo la vida.
-Narra Gray-
Vi sus ojos cerrarse y supe que debía besarla. Sentir sus labios es tan relajante, son suaves y húmedos, ella tiene una forma única de besar, se entrega por completo en un beso, no genera un sentimiento de placer nada más, puedo sentir que necesita mis labios pero no es ansiosa, es un sentimiento puro, es delicada y sensual a la vez, ella es… es… tan perfecta.
Puede hacer que mi sangre hierba con un beso, deseaba sucumbir a mis deseos de hombre salvaje y lujurioso, tirarla a la cama y hacerla mía pero me contuve porque me gusta tanto lo que me hace sentir que no quiero que termine rápido, quiero que esta cálida sensación siga y siga por horas y horas.
No puedo siquiera imaginar lo que sería hacer el amor con ella si tan solo con un beso soy suyo por completo, me volvería loco.
Tenía que detenerme, le decía a mi cuerpo que se apartara de ella, le decía a mis manos que no la acariciaran así, pero mi cuerpo no me obedecía al igual que aquella vez después del baile.
Me aparte suavemente de ella y me siguió con sus labios, no quería despegarse de mi y yo tampoco de ella pero debía detenerme.
• ChaeRi… -yo respiraba con dificultad, estaba tan excitado-
• ¿Qué? -apenas podía hablar y volvió a besarme-
• -Me aparte de nuevo dejándole un besito- Detengámonos…
• Deberíamos… -dijo ella-
Volví a mirar sus labios rojos y quería besarla de nuevo pero quería resistirme o podría cometer una locura, levante mi mirada para no verla pero ella rodeo mi cuello con sus brazos, supongo que se puso de puntitas en sus pies para alcanzar mi mentón y empezó a darme dulces besitos y bajo hasta llegar a mi cuello, el punto que me hace rendirme ante ella, fue tal como lo hizo aquella noche después del baile, ella me domino por completo.
No pude contenerme más, la tome por la cintura levantándola y ella puso sus piernas alrededor de mí, empecé a besar su cuello y ella enredaba sus dedos en mi cabello, la tenía contra la pared, quería sentir su piel así que la cargue y di pasos atrás para sentarme en la cama dejando que se sentara sobre mí, con mis manos ya libres la acaricie y subí su camiseta, ella ayudo y con cuidado de su herida se la quitó, me beso mientras con sus manos desabrochaba los botones de mi camisa, quise ayudar a desabotonar la camisa pero ella retiro mis manos al igual que aquella noche, sentía como si ella fuera mi dueña y eso no me molestaba, me encantaba.
Cuando termino de abrir mi camisa empezó a tocar todo mi torso con sus delicadas manos y no paraba de besarme, la deje de besar y la mire fijamente.
• Si continuas así creo que esta vez no podré detenerme -le dije-
Ella no respondió, solo me miro y dibujo una ligera sonrisa en su rostro y bajo mi camisa por mis brazos entonces me la quite y la lance lejos, pude ver sus pezones erectos a través de la delgada tela de su blusa, metí mis manos bajo esa diminuta blusa y la levante para quitársela pero yo ya estaba tan desbordante de pasión que no fui delicado y no tuve cuidado con su brazo, el hilo de los puntos se raspo en la tela de la blusa haciéndola pegar un corto grito de dolor, no fue extremadamente ruidosa pero supe que le dolió mucho.
-Narra ChaeRi-
El dolor en mi brazo me hizo reaccionar, ¿Que rayos estaba haciendo? Había enloquecido por completo, pero como podía no hacerlo, con lo bien que besa SungHwa, sus caricias, su cuerpo, todo él, es imposible resistirse.
Solté una pequeña queja por el dolor pero a pesar que la vocecita en mi cabeza me decía “¡Detente Song ChaeRi!” no le hice caso continúe dejando que SungHwa recorriera con caricias mi cuerpo, de algún modo yo ya estaba tendida en mi cama y él sobre mí, besaba mi cuello y bajo lentamente, yo tenía mis manos en su cabello y espalda, cuando paso por mis senos sentí la gloria pero apreté mi mano en su cabello cuando lo sentí en mis cicatrices, levanto su cabeza y me dijo “Esta bien” y volvió a besar mi cuerpo hasta llegar al ombligo, de repente se escuchó la voz de mi padre.
Mis ojos y los ojos de SungHwa se abrieron del susto, podrían encontrarnos casi desnudos, ¡Cielo santo!
Corrí hasta la puerta y le puse seguro justo a tiempo, mi padre giro la perilla pero no pudo abrir la puerta.
• ¿Estas bien cariño? -me pregunto mi padre tras la puerta-
• Si… si, estoy bien -le dije muy nerviosa tratando de calmar mi respiración-
• Abre la puerta, ¿por qué has echado el seguro? -insistió mi padre girando la perilla de la puerta-
• Es que… me he dado una ducha, por el calor… voy a vestirme papá, espera -Vi a SungHwa ponerse su camisa a toda prisa y me acerco mi blusa-
• Ah… solo me preocupe porque te escuche gritar
• Bueno… seque muy duro con la toalla mi brazo… si, eso fue… -me puse mi blusa y le hacía señas a SungHwa para que saliera por la ventana-
• Esta bien hija, si necesitas algo llámame
• Si papi~ gracias~
Mi padre se creyó lo que le dije y se fue, yo estaba completamente en pánico y SungHwa estaba igual, estaba con un pie fuera de la ventana pero los dos nos quedamos quietos hasta que se escuchó la puerta de la habitación de mi padre y pudimos respirar aliviados, de pronto SungHwa se dejó caer en el piso y empezó a reír sin hacer ruido, me acerque a él y le tape la boca diciéndole que se callara, de pronto yo también estaba riendo en silencio, éramos como niños que se escondían al hacer una travesura.
De niños tuvimos muchas de esas situaciones, éramos cómplices en nuestras travesuras de niños, gratos recuerdos venían a mi mente riendo junto a SungHwa sentados en el piso, nos miramos y él borro su sonrisa, me miro muy serio y retiro un mechón de cabello de mi rostro dejando su mano en mi rostro, me atrajo a él usando su otra mano y me dio un corto beso para después volver a mirarme.
• No has cambiado -me dijo casi en un susurro-
• ¿Qué? -le pregunte separándome un poco de él-
• Esto, lo que acabamos de hacer, fue todo igual que aquella vez pero es tan decepcionante que no lo recuerdes
• Que tú y yo hicimos… -temía el decirlo-
• No, no lo hicimos
• ¡Dijiste que sí! -levante un poco la voz-
• Shh… -sonrió- no dije que sí, dije “quizá”
Me levante del piso y camine hasta la cama para tomar mi camiseta grande de pijama, le daba la vuelta para ponérmela, lo que acababa de pasar me había hecho recordar algo, lo recordaba a él cubriéndome mi cuerpo desnudo con la sabana de mi cama y me abrasaba con fuerza, me quede quieta tratando de recordar un poco más y de pronto sentí el cálido abrazo de SungHwa por mi espalda, apoyo su cabeza en mi cuello dándome un beso y me dijo al oído “Te quiero”
Ese “Te quiero” lo había escuchado antes, me lo había dicho esa noche, de pronto como por arte de magia podía recordar todo, no es como si hubiera tenido un golpe que me causara amnesia o algo parecido pero no lo recordaba, como era posible que con esas palabras pudieran aclarar los recuerdos de aquella noche.
Me sentía protegida en sus brazos, su respiración en mi cuello, su dulce voz… y yo, la calenturienta, sí, yo fui quien lo provoco la noche del baile, ahora lo recuerdo, yo misma me quite la ropa, le dije que me hiciera suya, le dije que lo deseaba, que lo quería… le dije que lo amaba.
• No puede ser… -dije al salir de mis pensamientos-
• ¿Qué? -me soltó y yo me gire para verlo-
• Lo recuerdo -le dije muy sorprendida-
• ¿Lo recuerdas? -él sonrió al saberlo-
• Creo que… creo que deberías irte -me puse nerviosa, estaba avergonzada-
• ¿Ya lo recuerdas y quieres que me vaya? Tenemos muchas cosas que aclarar ChaeRi
• Esta bien, lo hablaremos pero no ahora, mi padre podría volver, hablaremos mañana
• Song ChaeRi si me vuelves a ignorar no me importara con quien estés, te llevare conmigo por las buenas o por las malas, ¿entiendes?
• Si si, ahora vete
Lo apresure a la ventana y lo vi cómo se aferraba como un gato asustado hasta que logro llegar a su ventana, cerré mi ventana y lo mire, él hizo un corazón con sus manos sobre su cabeza con una dulce expresión en su rostro, quise contener una sonrisa pero no pude, él continuaba haciendo tantos actos adorables desde la otra ventana y yo no podía parar de sonreír, me forcé a cerrar la cortina aunque no quería hacerlo, enseguida vi la luz de mi teléfono encenderse.
-Mensajes-
Gray: Como puedes nadamas cerrar la cortina (emoji enojado)
ChaeRi: Duermete
Gray: No quiero
ChaeRi: Tu problema
Gray: Princesa, porque sigues así de fría, dijiste que ya lo recuerdas todo
ChaeRi: No me gusta que me digas así, guárdalo para tus conquistas
Gray: Esta bien, me lo merezco
Gray: Pero cambiare, lo prometo
ChaeRi: ¿Cambiaras? ¿Por qué?
Gray: Por ti ♥
ChaeRi: -Escribí mil cosas antes de enviar una respuesta- :/
Gray: Se supone que eso es una respuesta?!!!
ChaeRi: Lo lamento, he cambiado mucho, si no te gusta…
Gray: No, no has cambiado, sigues siendo la misma
ChaeRi: Te equivocas, han pasado 9 años, la ChaeRi que conociste ya no existe
Gray: Ya lo veremos, duerme, mañana platicaremos
No regrese una respuesta, la vedad es que me moría de ganas por enviar miles de emoticones de corazones y besos, pero mi cerebro ya estaba trabajando al 100% y lo estaba pensando mejor, me arrepentía de haberme dejado dominar por la pasión o las hormonas como yo le digo a esas ganas locas de… bueno, tu entiendes.
Pensé toda la noche o lo que quedaba de la noche, en realidad SungHwa me encantaba, lo vi mucho en videos, es tan genial cuando canta, guapo, sexy… pero con un gran defecto, es un mujeriego, pero también fue mi primer amor, mi primer beso me lo robo ese mujeriego y me había condenado a recordarlo por siempre.
Incluso viví todos estos años pensando que le había entregado mi primera vez, aunque después de recordarlo todo me sentía una estúpida, ¿Como pude desperdiciar mi vida de esta forma? si lo hubiera hecho con Albert… ahh… ese hombre era un sueño, fue un novio que tuve, el más discente en realidad, era mi compañero de clase en el extranjero pero cuando llego el momento de pasar al siguiente nivel de nuestra relación… no pude, me detuve cuando estaba a punto de quitarme mi blusa, le dije uno y otro pretexto muchas de las ocasiones que estuvimos a punto de hacerlo pero como un hombre igual a todos no aguanto más mis escusas y terminamos.
Paso lo mismo con los siguientes novios que tuve pero no fue por que pensara en SungHwa, la verdad es que lo supere pronto, el problema es mi cuerpo, bueno, mi cuerpo no tiene nada malo, está muy bien de hecho (risa), para ser más específica, tengo un complejo, no puedo mostrar mi vientre, soy delgada y mi vientre es plano, incluso puedo decir que tengo unos abdominales bastante firmes ya que voy al gimnasio pero tengo tres marcas que atraviesan mi vientre, desde el lado derecho de la cadera hasta el lado izquierdo de mis costillas justo bajo mi pecho, es como si Wolverine (de los X-men) me hubiera atacado, lo se podría sonar gracioso pero no lo es, es mi gran complejo y para el cual he trabajado tan duro, he ahorrado todo el dinero que he podido y pronto podré hacerme una cirugía estetica para quitarme esas horribles cicatrices de mi adolescencia, podría haberlo hecho antes pero primero tuve la cirugía de corrección de mis corneas, gracias a eso ya no uso lentes.
Nadie sabe de esas marcas, solo mis padres, los padres de SungHwa y él porque estaba con él cuando eso me sucedió, ¿Sera por eso que me siento tan cómoda con él? El conoce mi cuerpo, no me avergüenzo ante él, él toco mis cicatrices sin importarle.
Temprano por la mañana desayune, mama me dio un vaso con agua para que tomara mi medicina y se fue con papá al trabajo, termine de alistarme, volví a ponerme el cabestrillo en mi brazo, tome todas mis cosas y asome la cabeza por la puerta para espiar si SungHwa estaba por algún lugar, no lo vi así que salí corriendo.
Al llegar a la esquina como si huyera de algo regrese mi mirada y no había nadie, pude respirar con alivio al no encontrarme con SungHwa, continúe caminando hasta la parada donde me recogía JungMin y casi se me salen los ojos al ver a SungHwa sentado en la banqueta de la parada del autobus.
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