• No ves que estamos ocupados -interfirió JungMin-
• ¿Sobre qué? -le pregunte a SungHwa sin mirarlo, estaba entretenida en la pintura-
• Es algo importante, solo un momento -insistió SungHwa-
• Bueno… solo espera que termine esto…
• No puede esperar es algo urgente -siguió SungHwa-
• ¿Urgente? -lo regrese a mirar y vi una expresión de angustia que me preocupo- Esta bien
JungMin me dirigió una mirada de desaprobación pero yo le sonreí diciéndole que enseguida regresaba y seguí a SungHwa a su estudio.
• ¿Qué es tan urgente?
• ChaeRi, lo de ayer no es lo que piensas, esa chica…
• -me reí- ¿Eso era lo urgente? No importa, no debí bromear, termine leyendo algo comprometedor -volví a reír- Eres un adulto es normal, supongo
• Si. Es a lo que me refiero, es normal, soy un hombre adulto y salgo con chicas de vez en cuando
• Bueno, ¿Eso es todo oppa? Tengo bastante trabajo que hacer
• Si, digo, no, no es todo lo que tengo que decir
• ¿Entonces? -le pregunte-
• ChaeRi… yo… -respiro profundo y me tomo por los hombros-
• ¿Hiciste algo malo? ¿Lo saben tus padres? ¿Por qué estás tan serio? Asustas oppa -le dije sorprendida-
• “oppa” –soltó un suspiro- ChaeRi, ¿Sufres de bipolaridad?
• ¿Qué?
• Si. Antes estabas toda rara evitándome, tratándome diferente, te ponías nerviosa y no me llamas oppa desde hace mucho, pero ahora… ¿Estas fingiendo?
• No te comprendo -en verdad no lo estaba entendiendo-
• Entonces dime porque actuabas rara antes, me reclamaste lo de aquella noche del baile de tu graduación, estabas…
• -Lo interrumpí y no pude evitar reírme- Si, perdón, actué como una loca, tenía ideas raras en mi cabeza pero ya lo he aclarado todo
• ¿Qué has aclarado? No se a aclarado nada ChaeRi
• Porque, estas así… oppa, suéltame -empecé a sentirme incomoda-
• ChaeRi tú me has gustado desde
• ¡Ok! Esto ya no me gusta -lo interrumpí- mira… oppa no sé qué quieres, te lo dije antes, no juegues conmigo, yo he aclarado mi mente y no quiero confundirme de nuevo -empecé a sentir un nudo en mi garganta- así que ya no digas ese tipo de cosas
Le retire sus manos de mis hombros y estaba disponiéndome a salir pero me abrazo por detrás, cruzo sus brazos por mi cintura y puso su mentón en mi hombro, lo sentí tomar un gran respiro antes de decir “Aun me gustas” sentí escalofríos, “las mariposas” como lo solía llamar antes recorrer todo mi cuerpo, y mi corazón empezó a acelerarse tanto que me dolía, tartamudee un poco pidiéndole que me soltara, ¿Porque nuevamente volvía a hacerme eso? ¿Era una especia de ritual para él? Ilusionarme cada ciertos años, pero yo ya no era una adolescente, ahogue los sentimientos que estaban a punto de surgir y luche por soltarme de sus brazos.
• Ya no me gustan tus juegos, eres un adulto, ¡porque no maduras! -le decía-
• ¡Porque siempre piensas que es un juego! Lo has dicho, somos adultos, entonces reacciona como tal, ¡Estoy diciendo que me gustas!
• ¡Suéltame!
• Te lastimaras más, quédate quieta
• Esta bien -me quede quieta- Somos adultos, suéltame y hablemos
• De acuerdo -me soltó, me acomode y me senté-
SungHwa se sentó junto a mí y tomo mi mano, retire mi mano enseguida, me miró fijamente y volvió a repetir:
• Me gustas ChaeRi, lo digo enserio
• Ok. Mira SungHwa, este es por qué al verte de nuevo reaccione “rara”, no me gusta que hagas esto, cuando era joven e inmadura me ilusione con cosas como esta y me hizo daño –me interrumpió pero levante la vos y continué- Era tonta y podía ilusionarme fácilmente pero eso ha cambiado, ya no soy una niña y te conozco perfectamente, te lo voy a decir una sola vez, no te metas conmigo, no estoy disponible para tus juegos, estoy dibujando de nuevo la líneas que siempre existió entre nosotros, nuestra relación siempre fue de hermanos y -me volvió a interrumpir- ¡Déjame hablar! No te atrevas a pasar esa línea, no lo permitiré, juega con tanta mujer te dé la gana pero sácame de esa lista, yo no estoy disponible para tus juegos.
• ¡Que no es un juego! ¡Estoy siendo sincero! ¡Me gustas! Es la verdad ChaeRi, escucha
• Ok, supongamos que te creo, te gusto, bien, pero no estoy loca como para ilusionarme con un mujeriego como tú, no hagas que te odie, te quiero tanto, eras mi héroe pero has ido empañando esa imagen que tenia de ti, no lo arruines de nuevo.
Estaba realmente tan molesta, él intento decirme algo pero no se lo permití, me levante y camine hacia la puerta, quería salir de su estudio pero él me detuvo e insistía.
• SungHwa por favor, ¡Te estas comportando como un idiota!
• ¡Si! ¡Soy un idiota! He arruinado cada oportunidad contigo, porque era tan inmaduro, pero nunca mentí, me gustabas y me gustas aún, yo te quie -lo interrumpí-
• Cállate
• Cherry dame una oportunidad, solo una ¿sí?
• ¿Qué? -le dije de mala gana-
• Te mostrare que soy sincero
• Olvídalo -preferí evitar su mirada-
• He sido un mujeriego, lo acepto, pero puedo cambiar, lo hare por ti
• No hagas nada por mí, no estoy disponible
• ¿Qué? -me pregunto sorprendido-
• Lo que escuchaste, no estoy disponible, no me gustas
• ¿Quién te gusta? ¡Ese idiota! No mientas ChaeRi, sé que no es tu novio ni nada parecido
• No es mi novio aún, pero me gusta, él es un caballero, muy diferente a ti, él no juega con los sentimientos de las mujeres como tu
• ¡No me compares con ese imbécil!
• Bueno, quizá no debería comparar, no es necesario, JungMin es mil veces mejor que tu
No pretendía herirlo, pero vi en su mirada que lo que acababa de decir le dolió mucho, se quedó mirando a mis ojos varios segundos sin pestañear como si no quisiera creer lo que le acababa de decir, bajo su mirada y se retiró de la puerta, sin dudarlo estire mi mano a la perilla para abrir la puerta pero SungHwa me tomo por el brazo, (no el brazo lastimado) y agresivamente me pego a él, me abrazo por la cintura y me beso a la fuerza, luchaba por apartarlo de mi pero él era muy fuerte, sentí en mi boca un sabor a oxido, él estaba siendo tan agresivo con el beso y yo mantenía apretados mis labios, me estaba lastimando, abrí mi boca para gritarle y fue cuando logro tomar mi labio inferior entre sus labios.
Cielos… no pude más, quería pensar que él era la criatura más desagradable, me estaba forzando a un beso que yo no quería pero mis labios ya no me obedecían, al sentirlo tomar mi labio entre los suyos deje de estar tensa y me quede quieta, deje de luchar por liberarme y… lo bese, fue como beber agua después de haber estado en el desierto, aquellos carnosos labios, eran los mismos de antes, volvía a besar aquellos labios que jamás olvide, era tan diferente de todos los labios que había probado en mi vida, no es que fueran tantos, su forma de besar era única, sentí sus manos delicadamente sujetándome, seguí besándolo, mi mente me decía que me apartara pero mi cuerpo tenía el control y hacia lo que quería.
Se separó de mí lentamente y soltó un suspiro de alivio al igual que yo, nos habíamos ansiado por tanto tiempo, y finalmente nos reencontrábamos, beso mi frente y yo abrí mis ojos, lo mire y… le di una cachetada, él se quedó congelado.
• ¡Imbécil! -le grite-
• Cherry…
• ¡No! No quiero escuchar nada
• También me besaste
• No lo hice, yo… solo solo… yo solo…
• Cherry, te lo demostrare, solo dame una oportunidad, acabo de darme cuenta que no todo está perdido, sientes algo por mí, te demostrare que puedo cambiar, dejare de ser un mujeriego, ya lo veras -Tomo mis mejillas entre sus palmas-
• No te esfuerces, no necesito que me demuestres nada, no te confundas, no es porque sienta algo por ti, es solo… las hormonas, eso es todo
Lo empuje y salí a prisa de ahí pero me detuve chocando contra JungMin, ¡Él lo había escuchado todo! Me sentí avergonzada así que evite mirarlo a los ojos intentando fingir que nada pasaba, SungHwa salió detrás de mí y no se detuvo al ver a JungMin, insistió en que lo escuchara, me estaba hartando tanto, solo quería desaparecer de ahí, dije que iría al hospital para la limpieza de mi herida, Jung dijo que iría conmigo pero le pedí que se quedara trabajando, él lo comprendió sin insistir y aunque note molestia en su rostro no insistió dejándome ir, eso es lo que me gusta de Jung, el respeta todas mis decisiones, no insiste, es considerado y piensa en los demás.
Al contrario SungHwa él me siguió hasta que tome un taxi y me fui al hospital, al llegar con la enfermera, me mantuve mirando alrededor, sentía que en cualquier minuto vería a SungHwa ahí pero no sucedió.
Llame a Jung y me disculpe con él, le dije que no me sentía muy bien y que me iría a mi casa, él como siempre tan compresivo lo acepto y me dijo que él se encargaría de terminar algo más de la remodelación y se iría a casa.
Entre a mi habitación y me quite el cabestrillo, eso me sofocaba tanto, mire mi brazo y la herida estaba algo enrojecida, aun me dolía y continuaba tomando mi medicamento pero ese momento me dolía más de lo normal, recordé el forcejeo con SungHwa, ¡Es un idiota! Sabiendo como estoy de lastimada me forzo de esa forma, es tan desconsiderado, sentía ganas de tomarme todo el frasco de analgésico, me dolía mucho.
Me cambie con cuidado a mi pijama y baje por un vaso con agua para tomarme el analgésico, mis padres entraban a casa sonriendo, bromeaban sobre algo.
• Hija, ¿has llegado temprano? -pregunto mi madre acercándose a mí-
• Si… hace un rato, y ustedes... ¿A dónde fueron?
• A tu padre le dieron un cupón para un aspa -mi madre sonreía descaradamente, ella de spa y yo en el hospital-
• Se divirtieron -pregunte haciendo una mueca de mala gana-
• Si hija… pero, qué te pasa -pregunto mi papá-
Hice un puchero como si fuera a llorar y lleve mi brazo a mi pecho para mostrarles la herida tras mi codo, mi padre se sorprendió mucho y de inmediato empezó a tratarme como una niña pequeña, preguntando que paso, si me sentía bien, les conté que me caí de la escalera obviamente omitiendo que SungHwa estaba ahí y mi padre me abrazaba y me acariciaba la cabeza como a solía hacer cuando yo era pequeña, eso era lo que necesitaba en ese momento, solía insistir en que me traten como una adulta pero en ese momento necesitaba ser mimada por papá.
Me recosté en mi cama y mamá trajo agua calentita de una infusión de manzanilla, papá tomo una toallita y la sumergió en la infusión para ponérmela como compresa en el brazo, cuando recuerdo ese momento me siento tan bien, mis padres son muy buenos siempre intentaron compensar el tiempo que no estaban conmigo y les agradezco tanto por ser mis padres, no sé en qué momento me quede dormida pero desperté más tarde al escuchar un ruido en mi ventana, mis padres ya se habían ido y la habitación estaba muy oscura, apenas se veía algo por la luz de los faroles de la calle que entraba por la ventana.
Me iba a recostar de nuevo cuando volví a escuchar algo en la ventana, era como una piedrita en el cristal, me levante para ver y era él, SungHwa, estaba en su habitación, su antigua habitación, tenía algo en la mano, era lo que estaba lanzando contra mi ventana, el árbol que antes era alto y flacuchento se había convertido en un gran árbol de tronco grueso, sus hojas cubrían nuestras casas como abrazándolas con sus ramas, las campanitas que solían estar en la ventana de mi habitación aún estaban ahí pero ya no estaban conectadas a la ventana de SungHwa, no me había fijado antes pero al acercarme vi la cuerda rota que colgaba de mi ventana.
SungHwa me hacía señales mostrando su teléfono, no comprendí lo que quería, yo estaba media zombi creo que era la madrugada y tenía tanto sueño, le sacudí la mano como diciendo bye bye y bostece camine hacia mi cama y vi la luz de mi teléfono que estaba en la peinadora encenderse, tome el teléfono y fui a sentarme en mi cama, tenía más de 30 llamadas perdidas de SungHwa, mi teléfono estaba en silencio, lo puse así al entrar al hospital y olvide activar el sonido nuevamente.
Mientras tenía el teléfono en mi mano mis ojos casi se cerraban pero desperté enseguida al escuchar el tono, otra llamada, vi el número y era SungHwa, solo quería dormir y no tenía ganas de responderle por lo que rechace la llamada, deje el teléfono bajo mi almohada y cerré los ojos recostándome de lado con cuidado de mi brazo y escuche otro golpecito en el cristal de mi ventana, tome aire profundamente y sacudí mis pies en forma de berrinche “¡Porque no me deja dormir!” dije y me levante a la ventana, me pongo realmente de mal humor si tengo sueño.
“¡Jo***! Que quieres” le dije como gestos exagerados por mi mal humor, no grite porque obviamente no me escucharía y tampoco quería despertar a mis padres, SungHwa pareció entenderme ya que mostro una cara de sorpresa abriendo sus grandes y hermosos ojos… ¡que dije! “¿Hermosos ojos?” no… no quise decir eso, olvídenlo, regresando al tema… SungHwa apretó sus dientes, movió sus labios como diciendo algo y mostro el puño, no pude evitar reírme, cuando yo solía molestarlo él decía “Esta mocosa” entre dientes y me daba un cascaroncito en la cabeza, volvió a mostrar su teléfono y comprendí que quería que le responda, negué con la cabeza y una mueca en mi rostro, cerré las cortinas y regrese a mi cama.
No tenía ánimo para discutir de nuevo con él, dice que me quiere un día y al otro desaparece o me ignora, esa era su costumbre y yo no tenía intenciones de volver a caer, me acosté y me acurruque en mi almohada, escuche el mismo sonido en la ventana y me puse la almohada sobre la cabeza, no quería escuchar, empecé a sentir calor, era verano y el aire acondicionado en mi habitación parecía no estar funcionando tan bien ya que el resto de la casa era fresco pero mi habitación empezaba a parecer un sauna, me levante y le di un golpe a la rejilla del aire ya estaba tan molesta que patearía al perro si se me cruzaba enfrente, aunque… no teníamos perro.
Me quite la camiseta de la pijama y me quite el brasier que había olvidado quitarme, me puse una blusa pequeña de tirantes que dejaba ver mi ombligo y esas horribles marcas, pero no importaba, nadie estaba para verme, también me quite el short de tela y me quede en interior (bragas)
Me recosté de nuevo SungHwa había dejado de lanzar piedritas a mi ventana, cerré los ojos pero ya no podía dormir, tome mi teléfono y mis audífonos, subí el volumen de la música y cerré mis ojos.
-Narra SungHwa-
Después que ChaeRi se fuera entre al baño para mojar mi rostro y calmarme, una moneda cayo de mi bolsillo al sacar mi teléfono de mi bolsillo, la seguí y se detuvo junto al inodoro, recogí la moneda y vi dos pedazos pequeños de papel de color rosa, pude ver la palabra “prometo” en uno de los papelitos, un escalofrió recorrió mi cuerpo tome el otro pedacito de papel, al voltearlo vi los últimos números de mi teléfono y supe que esa era mi letra, revise el basurero pero no había mas pedacitos, entonces lo entendí todo, cuando ChaeRi fue a hablar conmigo metió su mano en su bolsillo y parecía que iba a sacar algo pero en ese momento yo respondí la llamada y ChaeRi se fue, entonces ella si había encontrado las notas que le deje, pero… ¿Por qué no me llamo? Pase un año incomunicado, lo hice voluntariamente, quería enfocarme en hacer música, y al reactivar mi teléfono no encontré mensajes o llamadas de ChaeRi, le había pedido que me escribiera aunque no le responda pero no había ni un solo mensaje, regrese a casa de mis padres para buscarla pero me entere que se había ido a estudiar en el extranjero, la busque en las redes sociales pero no había rastro de ella.
Tenía que preguntarle porque no me contacto, fui a casa de mis padres, no hacía más que dar vueltas en la que antes era mi habitación, ahora solo tenía una pequeña cama por si venía a visitar pero mi madre se había apropiado de mi habitación para hacerla su sala de costura, la verdad es que no la culpo porque casi nunca me quedo a dormir aquí pero hoy tenía que venir, tuve que hacerlo por ChaeRi, la llame mil veces y no me respondió, incluso me acababa de cerrar las cortinas ignorándome por completo, se me acabaron la piedritas que lanzaba a su ventana, estaba por volverme loco, abrí mi ventana y la llame un par de veces aunque nadie podría escucharme, no quería despertar a mis padres ni a los padres de ChaeRi y de repente se me ocurrió la idea más loca y desesperada.
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