–33– La nieve

La nieve.

–¿Qué pasa? –cuestionó ella al entrar en la habitación con Loco.

–Te amo –él la besó desesperadamente.

–Oye… oye… espera…  –ella intentó hablar entre los labios de Loco que la ansiaban tanto.

–shh… No digas nada.

–Los chicos podrían venir.

–¿Y que con eso?  –él se separó para mirarla sujetándola por las mejillas–. Solo te estoy besando, a menos que quieras hacer algo más…

–Es que tú me besas como si quisieras…

–Es solo que te quiero demasiado.

–¿No estás enfadado?

–¿Por qué debería estarlo?

–Bueno… no te dije que la sesión sería de lencería, parecías molesto cuando me mirabas.

–Lo que me molestaba es ver a esos tipos babeando como estúpidos mirándote, como si quisieran comerte –él frunció el ceño y caminó hacia el sillón en el que se dejó caer bruscamente.

–¿Te refieres a SamD, Jay y Gray? –ella se sentó junto a su novio sobre el brazo del sillón.

–No ellos, esos tipos que estaban con el fotógrafo.

–Ah…

–¡Mis hyungs también te miraban!  Estaba a punto de volverme loco, no quiero que nadie más vea lo que solo yo puedo ver, ¿Y hora estará en una revista? ¡No me agrada eso!

–Es trabajo, ahora soy modelo. Qué más da si me ven, el único que puede tenerme eres tú –ella rodeó el cuello de Loco deslizándose por el brazo del sofá hasta caer sentada en sus piernas.

–Eso que estabas usando… 

–¿Era sexy?

–Te veías tan hermosa, eso era como… algo como… ¿Por qué llevaba un velo?

–Es un conjunto de novia.

–¿Usarás eso cuando nos casemos?

–Nos-nos… ¿casemos?

–Dijiste que me amas –él la abrazó por la cintura–.  ¿Te casarías conmigo algún día?

–¿Estás seguro de lo que estás diciendo?

–Jamás he estado más seguro en mi vida, te amo tanto que quiero que seas mía.

–Ya soy tuya.

–Pero necesito documentos, un título de propiedad –él rio.

–Tonto –ella le dio un golpecito en el pecho.

–Auuch –dijo él quejándose, pero sin dejar de reír–.  Lo digo enserio preciosa, temo que algún día me dejes.

–Eso no pasará, yo te amo y nunca nunca nuuunca te dejaré.

–Entonces casémonos –él dejó de reír–. Quizá no es la forma, quizá esperabas una propuesta como se ve en los dramas, con un gran evento. Lo puedo hacer… pero ahora estoy siendo sincero, cásate conmigo.

–Amor –ella se sorprendió–. No es que espere un gran evento, eso no me importa, pero quizá debamos pensarlo un poco más.

–¿No me quieres lo suficiente?

–Te amo.  Es solo que no estoy segura de sí sea bueno casarnos tan jóvenes…

–Estoy por cumplir 27 años, he conocido chicas y ninguna como tú. Mi padre dice que la oportunidad jamás se presenta dos veces.  

–¿Oportunidad? ¿Soy una oportunidad?

–Es mi oportunidad de tener a la mujer más hermosa, dulce, cariñosa y sexy del mundo. Sé que no hay otra como tú, por eso no te puedo dejar escapar.

–¿Porque querría escaparme del hombre más prefecto y dulce del mundo? 

–Me he cansado de las fiestas descontroladas y amanecer en cualquier lugar sin recordar lo que pasó. Quiero tener un motivo para llegar a casa, ansió tenerte todo el tiempo así, en mis brazos, te necesito tanto, me desespero por verte. Me he vuelto completamente adicto a tu sonrisa, tus labios, esa mirada traviesa y dulce a la vez.

–¿Es una canción?

–¿Qué?

–Lo que acabas de decir… rapealo –pidió ella emocionada.

–¿Rap?

–Si, todo lo que acabas de decir.

Loco sin comprenderla muy bien empezó a rapear todo lo que acababa de decirle y agregó unas cuantas frases más.

–¡Eres grandioso!

–Acabo de hacer una canción, debo escribirlo… ¡Oye! ¡Me has cambiado el tema!

–¿Que más se puede decir al respecto?  –ella se levantó y caminó hacia la puerta–. Me casaré con el hombre más genial del mundo.

–¡Que! ¿Q-que dijiste?

–Que, si me casaré contigo, pero… 

–¿Pero?

–Aún no.

–Pretendes matarme –él se llevó la mano al pecho y fingió dolor–. Mi corazón… me duele –se apoyó contra la pared adolorido.

–No dramatices –ella rio, pero él continuó–. Oye oye, ¿es enserio? –ella se asustó y corrió hacia él.

–Ves, podría morir sin ti –él de pronto sonrió y se repuso.

–¡Estúpido! ¡Me asustaste! –ella le dio golpecitos.

–Auch, ahora si me duele.

–¡Idiota! –ella empezó a llorar–. No vuelvas a hacer eso.

–De acuerdo, de acuerdo, lo lamento –él no podía contener la risa.

–No es gracioso –ella trataba de calmarse.

–Eres adorable, mi nena.

–No me mires, dijiste que me veo fea cuando lloro.

–Bueno… nadie es perfecto –bromeo él.

–¡Tonto!

–Es broma –él estalló en carcajadas.

–¡Como sea!  –ella hizo un puchero y se cruzó de brazos.

–Oye… –él la tomó por las mejillas–.  ¿Cómo puedes ser tan adorable?  ¿uh? ¿Uh? 

Ella no pudo mantener mucho tiempo más su puchero y sonrió, se besaron dulcemente, pero poco a poco el beso se tornó más apasionado; ella se abrazó a él rodeándolo por el cuello mientras daba pasos hacia adelante hasta hacerlo tropezar contra el sofá y cayeron juntos, ella sobre él.  

–¡Ups! –dijo SamD al abrir la puerta sin tocar.

–No es muy temprano como para estas escenas –bromeó Gray.

–¿Por qué entran sin tocar primero? –reclamó Loco quien ya se había puesto de pie con su novia a su lado.

–También es nuestra habitación, Romeo –agregó Jay.

–Niños, calmen sus hormonas –reclamó Gray–. ¡ish! ¡Cómo puedes hacer esas cosas cuando tu hyung está soltero y desesperado! 

–Bien bien –intervino SamD riendo–. Vamos a divertirnos un poco, dejen las sesiones de adultos para cuando estén solos.

Todos salieron a la colina para intentar deslizarse, no eran unos expertos pero se divertían, entre caídas y bromas.

                                            

Alice se unió a ellos después de un rato, el día se hizo tarde y después noche. Al siguiente día por la mañana todos regresaron a su rutina, era jueves, el día del cumpleaños de Gray, Jay envió a Loco junto con Gray a comprar unas cosas para distraerlos, _____ se unió a ellos.

Iban en el auto de Loco camino al centro comercial.

–¿Porque tengo que ir con los tortolitos? –renegaba Gray de mal humor–. Justo hoy, al menos habrían traído a Alice, hacen que me sienta más deprimido.

–Alice está con su novio –respondió _____.

–¿Porque te sientes deprimido hyung? JaeBeom hyung nos dio su tarjeta –Loco sonrió mirándolo–. Podemos comprar lo que queramos.

–No –corrigió _____–. Solo comprarás los altavoces que pidió Jay, aunque no entiendo, tiene muchos… 

–¿Cierto?  –Gray concordó con ella y se giró para mirarla ya que ella iba en el asiento de atrás–. Él ya tiene altavoces.

–Bueno… quizá se le dañaron…  –ella intentó remediar su indiscreción.

–¿Y porque tiene que ser tan lejos? –Gray continuó quejándose–. Estoy cansado.

–Ni siquiera has conducido hyung, ¿Por qué estás cansado? Y vamos allí porque Jay dijo que ya había apartado los altavoces en esa tienda.

–Bien –Gray se rindió finalmente–. Pero me compraré algo, hoy es mi… –se mordió el labio inferior–. No importa…

–Bien, llegamos –anunció Loco al estacionarse.

_____ quería decirle a Loco sobre la fiesta sorpresa, pero ella misma casi lo arruina con su imprudencia, Alice le había contado que Loco no era bueno con los secretos así que no quería arruinarlo, ella fue muchas veces con Alice a ese centro comercial y sabía perfectamente donde quedaba la tienda a la que Jay los había enviado. Loco y Gray parecían no estar muy seguros de saber dónde estaban, así que ella vio su oportunidad: los hizo caminar por aquí y allá evitando una y otra vez la ruta correcta de la tienda.

–Tengo hambre –dijo ella.

–Si –Gray asintió–. También me ha dado hambre, tú no conoces este lugar tampoco ¿verdad? Nos has tenido caminando por todo lado, pasamos por aquí, cuantas… ¿seis veces? 

–Lo siento –ella se disculpó conteniendo una sonrisa.

–Está bien –Loco la miró comprensivo–. Comamos algo.

Se dirigieron a un local de comida, cada quien pidió algo diferente para poder compartir entre ellos, se divirtieron a pesar del temor de ser reconocidos por alguna fan. Terminaron su comida y ya habían pasado tantas horas, aunque la luz del sol atravesaba los grandes ventanales del centro comercial ya eran las seis de la tarde y pronto empezaría a oscurecer, ______ dijo que iría un momento al baño y Loco se sentó en una banqueta cercana junto con Gray a esperarla.

Al entrar al baño _____ llamó a Jay.

-Llamada-

–No me digas que ya vienen en camino –respondió Jay de inmediato.

–Aún estamos en el centro comercial, pero Gray oppa parece estar molesto, cree que no recordamos su cumpleaños.

–¡Eso es mejor! Así será aún más grande la sorpresa.

–Creo que HyukWoo oppa realmente se olvidó del cumpleaños.

–Eso es seguro, él no tiene memoria, no sé cómo puede recordar sus letras, no vayas a decirle, él lo arruinara todo.

–No se lo diré, Pero no creo que pueda distraerlos más, empiezan a molestarse.

–Niña, busca como entretenerlos, solo una hora más ¿Ok?

–Bueno… veré que puedo hacer.

–Solo una hora

-Fin de la llamada-

 

_____ salió del baño y Gray parecía impaciente con sus manos metidas en los bolsillos de su abrigo grueso de sudadera con capucha y tenía su cabeza baja con la gorra casi cubriendo su rostro por completo, Loco permanecía sentado en la banqueta muy relajado sin sospechar nada.

–Vamos –dijo ella al acercarse.

–Pregunté al guardia –explicó Gray–. La tienda está en el primer piso, vamos.

–Debimos hacer eso desde el principio –agregó Loco.

–Si… –musitó ella preocupada.

Bajaron al primer piso y llegaron a la tienda que Jay les había indicado, preguntaron sobre la reservación del producto de Jay y el joven que los atendió les entrego las cajas sin demora, eran unos altavoces medianos, pronto caminaron dirigiéndose al elevador en el que se encontraban 4 chicas, ellos entraron sin poner mayor atención y el elevador empezó a descender, el reducido espacio fue invadido por risitas y murmuraciones hasta que finalmente una de las chicas rompió el silencio.

–¡¿Gray Oppa?!

–¿Que…? –Gray regresó su mirada.

–¡Si es Gray oppa! –agregó otra de las chicas–. ¡Lo sabía!

–¡Y Loco oppa! –exclamó chillonamente la otra chica.

La puerta se abrió al llegar al subsuelo donde estaba el estacionamiento, Gray y Loco hacían una pequeña reverencia saludando a las chicas que los habían reconocido.

–Gray oppa, ¡Feliz cumpleaños! –exclamó una de las chicas.

–¡Feliz cumpleaños! –agregaron las demás al unísono.

–Gracias chicas –Gray reverenció ligeramente agradeciendo y caminó fuera del elevador–. Disculpen, pero debemos retirarnos.

–Por favor –las chicas los siguieron un par de pasos–. Tómate una foto con nosotras.

–Oh… Claro –gray aceptó.

_____ amablemente tomó las fotografías con cada uno de los teléfonos de las chicas como se lo pidieron y al terminar Loco se despidió para retirarse, Gray caminaba hacia atrás mirando a las chicas sonriente, incluso hizo un corazón con su dedo pulgar e índice seguido de un guiño que casi les provoca un ataque al corazón a las cuatro fanáticas.

Loco caminaba deprisa para llegar al auto tomado de la mano de _____, ella intentó soltarlo ya que las chicas continuaban tomando fotos desde lejos, pero él no la dejó. Gray llegó sonriente y subió al auto mientras Loco le abría la puerta a su novia para que subiera también.

Las chicas continuaban emocionadas tomando fotografías aun cuando el auto ya se alejaba para salir del parqueadero.

–Chicas chicas, esperen… –llamó la atención una de ellas mirando su teléfono–. ¡Que es esto!

–¿Qué?  –otra de las chicas se acercó para mirar la pantalla–. ¡Está tomándola de la mano!

–¡¡¿Qué?!! –otra de las chicas se percató–. Si, Loco la está tomando de la mano.

–Entonces los rumores son ciertos, Loco tiene novia, ¿La vieron bien? ¿Era bonita?

–No me fijé bien… estaba muy emocionada con Gray oppa

–¡Como es que no la notamos!

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