¡Fiesta!
-Resumen-
En
la historia anterior ______ decide no quedarse con ninguno de los chicos que la
pretendían: Jay, SamD, Loco y DongYul. Ella empezó a trabajar como bailarina
para AOMG y vio su sueño realizado cuando se presentó con el cuerpo de baile por
primera vez en un concierto de AOMG.
Después
del concierto en Busan _____ fue junto a su mejor amiga Alice y los demás miembros
de AOMG a festejar en una discoteca.
-Ahora-
La
noche iba de maravilla entre: plática, bebida y baile. Todos festejando juntos como
grandes amigos, una sola familia AOMG.
______
y Alice bailaban en la pista con sus compañeros bailarines hasta que otra de
las chicas se acercó a Alice y le dijo algo al oído.
–¿Que te ha dicho? –cuestionó
_____.
–Iremos a comprar más licor –Alice
rio–. Ahora regreso.
–Iré
con ustedes –ofreció el chico con el que bailaba Alice.
–Y
yo –se sumó el otro chico.
–¿Quieres
que vaya con ustedes? –cuestionó ______.
–No,
iré con ellos y regreso enseguida.
–De
acuerdo.
Al
quedarse sola en la pista de baile, _____ decidió ir a sentarse un momento para
recobrar fuerzas, ya estaba bastante cansada pero no pensaba parar de bailar
toda la noche. No tardó en llegar quien quisiera bailar con ella y se puso de
pie tomando la mano de quien la había invitado, dio un par de pasos hacia la
pista de baile, pero de pronto alguien la jaló del haciéndola girar para
apretarla contra sí, muy molesta puso sus manos contra el pecho de quien la
había atraído tan abruptamente y levantó su mirada preparándose para reclamar,
pero la sorpresa oprimió sus palabras.
–HyukWoo
oppa…
–Baila
conmigo –pidió él.
–¿Qué?
–ella se acercó para poder oírlo.
–Baila
conmigo –repitió él inclinándose hacia ella.
–Ah…
si oppa –regresó su mirada y quien la había invitado antes ya no estaba.
Regresó su mirada–. ¿Estás bien?
–¿Yo?
Por supuesto –Loco sonrió ampliamente mientras empezaba a bailar–. ¡Estoy
genial!
–Creo
que estas un poco… ebrio.
–¿Quién?
¿Yo? –carcajeó–. Un poquito.
–Si,
me doy cuenta –ella rio.
______
Se sentía como un títere en las manos de Loco, ya que él la hacía girar y girar
mientras bailaban, sin embargo, ella se estaba divirtiendo mucho con él.
Después
que Alice regresara con más licor, continuaron bebiendo y minutos después muchos
ya estaban dormidos por algún lado o se habían marchado. _____ estaba sentada junto a Loco quien contaba
alguna anécdota que mantenía hipnotizadas a las chicas, él parecía estar tan
sobrio como si no hubiera bebido una gota de licor, mientras que ella no corría
con la misma suerte; se le había pasado la mano con las bebidas, la cabeza le
daba vueltas y la atacaron nauseas que la obligaron a levantarse, pero se
tambaleó.
–¿Estás
bien? –cuestionó Loco acudiendo a ella para ayudarla a mantenerse de pie.
–Si...
No, en realidad no –se llevó la mano a la boca.
–Vamos
al baño.
Loco
la rodeó por la cintura ayudándola a caminar hasta que llegaron al baño donde
ella pateó la puerta y cayó de rodillas frente al inodoro justo a tiempo para
devolver todo el licor que su cuerpo ya no podía metabolizar.
Él
apartó su mirada y cubrió su boca sintiendo nauseas por un momento, pero no
podía dejarla sola así que contuvo su asco, se acercó a sujetarle el cabello
para que no le estorbara y le dio palmaditas en la espalda tratando de no mirar
directamente al inodoro.
Una
vez que ella se detuvo, Loco estiró su mano para tomar papel y se lo extendió a
______, ella lo tomó y limpió su boca e intentó ponerse de pie pero no pudo
sola, él tuvo que ayudarla y la llevó hasta el lavabo donde ella abrió el grifo
y se lavó las manos para luego enjuagar su boca.
–Demonios
–se quejó ella cerrando la llave y apoyó su espalda contra la pared manteniendo
su cabeza baja.
–Tranquila
–susurró él tomándola por el mentón para levantarle el rostro.
–Soy
un desastre –balbuceó ella con sus ojos cerrados.
–Un
poco –él sonrió.
–Que…
que calor…
Loco
volvió a abrir el grifo de agua para mojar sus manos, eliminó el exceso de agua
y posó sus manos en las mejillas de ______ intentando aliviarla, ella sonrió y
sus piernas perdieron fuerza, empezó a deslizarse por la pared, pero él la
sostuvo evitando que cayera.
–______
despierta –pidió él sujetándola.
–Déjame
dormir mamá –balbuceó ella.
Loco
no tuvo más opción que cargarla para sacarla del baño, con cuidado la recostó
en un sofá para ir en busca de Alice, pero cuando llegó al lugar donde estaban
sentadas las chicas, ya no había nadie. Él preguntó a uno de los bailarines por
Alice y le informaron que todas las chicas ya se habían ido en la furgoneta al
hotel donde se estaban quedando, entonces fue en busca de Jay, pero este se
encontraba tan a gusto platicando con unas chicas junto a SamD que no le
prestaron atención.
–¿Qué
hago?
Se
cuestionaba a si mismo mientras regresaba con ______, no podía dejarla tirada
en aquel lugar sola y en ese estado, la observó por un par de segundos sonriendo
por lo graciosa que se veía ella haciendo un puchero.
–¿Qué
debería hacer contigo pequeña revoltosa?
Cuestionó
soltando un suspiro y se acercó a ella para volver a cargarla, esta vez la
llevó sobre su hombro y salió del lugar para tomar un taxi que los llevara al
hotel. Una vez que llegó hasta el piso donde estaban hospedadas las chicas, tocó
la puerta en una de las habitaciones, pero no obtuvo respuesta, empezaba a
jadear por el esfuerzo que cargar a ______ mientras se dirigía a la siguiente
puerta para correr con la misma suerte, soltando un suspiro de cansancio,
regresó al elevador y se dirigió un piso mas arriba, al llegar a su habitación
tuvo que apoyar a ______ contra la pared para poder sacar la tarjeta que abría la
puerta, la volvió a cargar para entrar en la habitación, caminó hasta la cama y
levantó el cobertor para con su último esfuerzo dejarla sobre la cama y
finalmente se desplomó junto a ella.
–Cielos
–jadeó–. No pensé que estarías tan pesada. ¿Y porque demonios bebiste tanto?
Empezó
a reír con sus ojos cerrados tomándose un momento para recuperar el aliento y
se levantó, con cuidado le quitó los zapatos, entonces la escuchó quejarse débilmente.
–¿Qué
sucede? –cuestionó él con preocupación.
–Agua…
agua…
–¿Quieres
agua?
–Agua.
–Si
si, ahora mismo.
Él
fue de inmediato hasta el minibar de la habitación y tomó una botella de agua.
–Siéntate
para que puedas beber –pidió él tomándola de la mano.
–Ag…agua.
Ella
no hacía más que balbucear, aunque ni siquiera parecía estar despierta, él no
tuvo más opción que tomarla entre sus brazos como si fuera un bebé ayudándole a
sentarse y con cuidado la ayudó a beber de la botella.
–Eso
es… buena chica.
Susurró
él mientras tapaba la botella y la dejó a un lado para volver a recostar a
______ deslizando su brazo para soltarla, pero ella se giró hacia él abrazándolo
primero con un brazo y luego también con la pierna, él se quedó completamente inmóvil
varios segundos hasta que notó la falta de aire, había dejado de respirar por el
repentino y tan cercano contacto físico de la mujer que lo tenía completamente
enamorado. Tragó saliva con dificultad al observar la pierna de ______ vestida
con tan solo un diminuto short y no pudo evitar recorrer con su mirada la curvilínea
figura, la piel en cadera y cintura también estaba expuesta ya que ella vestía un
top corto. Loco tomó un respiro profundo e intentó moverse, pero tan solo logró
que ella se acurrucara aún más y por un momento se permitió disfrutar del abrazo,
pero consideró que era incorrecto debido al estado de su amiga así que jaló la
almohada y logró reemplazar su presencia liberándose para cubrir a ______ con
el cobertor y se acostó en la cama de alado.
Empezaba
a aclarar y Loco ya no pudo dormir, pero permaneció recostado en la cama
mirando a _____ hasta que los rayos del sol entraron por la ventana bañándolo primero
a él y lentamente continuó subiendo hasta llegar al rostro de _____. Ella
arrugó su rostro con molestia y él no pudo evitar sonreír mientras levantaba su
mano intentando hacerle sombra, al conseguirlo, ella relajó su expresión y
continuó durmiendo, pero Loco traviesamente bajó su mano y la volvió a subir,
repitió la acción conteniendo su risa debido a las muecas que hacía su amiga
hasta que ella se levantó gruñendo refregándose el rostro y con su cabello
enmarañado.
Loco
se sentó y se cruzó de brazos esperando que ella abriera sus ojos.
–¿Dónde
–ella abrió sus ojos lentamente–, estoy?
–En
mi habitación.
–¿Cómo
llegué aquí?
–Te
cargué hasta aquí –se puso la mano en el cuello y hombro–. ¡Au auch! ¿Por qué
eres tan pesada?
–¡Yo
no soy pesada!
–¡Si
lo eres! Sentí que mi espalda se rompería.
–Exageras
–ella rodeó sus ojos mientras se recogía el cabello para hacerse un moño alto.
–Despiertas
en una habitación de hotel con un hombre, ¿Y no te sientes ni un poco
avergonzada?
–Menos
mal fuiste tu –ella le regaló una sonrisa–. Gracias por traerme oppa.
–¿Por
qué bebiste tanto?
–No
pensé que me embriagaría así…
–¿Y
si no hubiera sido yo? Tal como estabas, se habrían aprovechado de ti.
–No
exageres, nada malo me pasó. Iré a mi habitación –sonrió y se puso de pie, pero
volvió a caer sentada.
–¿Aún
estás ebria? –cuestionó él preocupado.
–No
–ella se levantó con más cuidado esta vez.
–¿Segura?
–Si
si –aseguró con una sonrisa y caminó hacia la puerta–. Necesito una ducha.
–Yo
también tomaré una ducha y después voy por ti. Conozco el lugar perfecto para
comer algo y que te quite por completo la borrachera ¿Te parece bien?
–¿Comida?
–sonrió ampliamente–. ¡Si! muero de hambre.
–Entonces
ponte bonita que es una cita.
–Siempre
estoy bonita –ella le sacó la lengua–… espera, dijiste ¿cita?
–Si. Una cita –sonrió.
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