El dulce DongYul.
DongYul
saludó a su primo y Alice para después dirigirse con ellos hacia la mesa donde
aún permanecían Loco con su novia, sonriendo falsamente extendió su mano para
saludar a Loco, pero este ignoró el saludo.
–¿Pasó
algo entre ustedes? –cuestionó Gray al notar el rechazo de Loco.
–No
ha pasado nada –respondió Loco tomando la mano de Dong que aún permanecía
esperando el apretón.
–Vamos
a bailar –intervino ______ nerviosa al ver los nudillos de Loco tornarse
blancos por la fuerza con la que estaba apretando la mano de DongYul.
–De
acuerdo –Loco soltó la mano de su oponente y tomó la de su novia.
–Se
ha acabado el licor –comentó Alice ajena al enfrentamiento.
–Entonces
te acompañaremos a comprar otra botella –sugirió ______ jalando la mano de su
novio para alejarlo de Dong.
Los
tres fueron a la barra del bar y pidieron dos botellas de licor, tan solo Alice
regresó a la mesa con las botellas y Loco fue a la pista de baile con ______.
–¿Qué
te pasa? –cuestionó ______ acercándose al oído de su novio.
–¿Por
qué?
–Estás
muy serio desde que DongYul llegó.
–No
me agrada ese sujeto.
–Pero
solían llevarse bien.
–Eso
era antes de que te tratara de esa forma.
–Ahora
que lo pienso… como es que sabes… ¿yo te lo conté?
–¿No
recuerdas que ese día de la fiesta bebiste y lloraste porque él te había
insultado? Tú me lo contaste todo.
–¿Yo
lloré?
–Por
eso tomé tu mano, intentaba consolarte… ¿no te acuerdas?
–¿Cuándo
despertamos en la casa de SamD…? ¡oh! ya recuerdo.
–Mentirosa
–él rio–. No lo recuerdas.
–Bueno
no mucho, pero yo te lo conté… ¿todo?
–Si.
¡Todo!
–¿Todo?
Eso significa que sabes lo de Jay…
–Si.
Se lo que pasó con JaeBeom hyung y KiSeok hyung.
–¡Que! –ella abrió sus ojos demasiado.
–Me
lo dijiste todo.
–Y…
¿tú piensas lo mismo que DongYul, que soy una cualquiera?
–De
ninguna forma. Yo creo en ti y si dices que no pasó nada más, eso es cierto.
–Gracias
por confiar en mí –ella se abrazó a él.
–Fui
tu amigo. Me contaste todo porque confías en mí y ahora que somos novios,
quiero que sigas confiando en mí. Si ese imbécil te llega a decir la mínima
cosa, quiero que me lo digas ¿De acuerdo?
–De
acuerdo –ella se apartó para mirarlo.
–Vinimos
a divertirnos ¿cierto?
–Si.
–Entonces
vamos a hacerlo.
Empezó
a sonar una melodía que a Loco parecía fascinarle, él se apartó un poco de su
novia y empezó a bailar graciosamente intentando hacerla sonreír. SamD se
acercó por detrás de Loco deslizándole su mano por el pecho también bailando
graciosamente. ______ y su madre reían con el espectáculo de sus acompañantes y
pronto fueron a sentarse para beber un poco de agua ya que el baile les había
causado sed.
–Ustedes
están locos –dijo Jay entre risas mientras estiraba dos vasos hacia Loco y
SamD.
–Y
tú deberías divertirte un poco más Jaebeom –dijo SamD después de beber el licor
de un solo bocado y devolvió el vaso.
–Señoritas
–enunció Jay ofreciéndole licor también a ______ y su madre.
______
tomó el vaso dudosa mientras miraba como su madre bebía el licor de un solo
trago.
–¿Ahora
que tu madre te mira, intentas parecer inocente? –cuestionó Jay con una sonrisa
cínica.
–¿Qué
ha dicho? –cuestionó Eli a su hija.
–Nada
importante –respondió ______ sonriendo mientras dejaba el vaso en la mesa.
–Ya
déjala en paz –se quejó Alice–. Eres tan inmaduro Jay. Supéralo.
–¿Superar
qué? –carcajeó Jay y se llevo el vaso a la boca para beber.
–¡Cielos!
–exclamó Gray–. Me siento como en un nido de víboras ¿qué pasa con todos
ustedes?
–No
pasa nada hyung –sonrió Loco ofreciendo un vaso con licor–. Mejor bebe.
Después
de unos cuantos tragos la tensión en el ambiente desapareció y todos se
divertían bebiendo y bailando. Eli logró comunicarse con los demás gracias a
que DongYul la ayudaba traduciendo.
Horas
mas tarde todos salieron del lugar y esperaban a los conductores que los
llevarían a sus hogares conduciendo los autos ya que se habían pasado de
tragos.
–Cuida
mucho a mi amiga, por favor –pidió ______ al novio de Alice quien había ido a
recogerla.
–Te
quiero mucho amiga –murmuraba Alice agitando su mano y el auto arrancó.
–Cuidado
nena –Loco tomó a su novia por la cintura evitando que ella cayera–. Se te han
pasado mucho las copas –sonrió.
–Claro
que no –ella rio tomando las mejillas de su novio.
–Claro
que si –respondió él sin soltarla y suspiró–. No quiero que te vayas.
–Tampoco
quiero irme –se quejó ella haciendo un puchero infantil.
–Te
voy a extrañar mucho mucho.
–Ya
ya, suéltense par de… –pidió Jay acercándose a la pareja.
–Déjalos
–intervino SamD jalando a Jay.
–Cariño,
sube –pidió Eli mientras abría la puerta del auto que acababa de llegar.
–Si,
ahora voy mamá.
–Noo
–se aferró Loco a su novia.
–Si
no fuera porque mi madre está aquí, iría contigo, pero ahora… –le dio un besito
breve–. Tengo que irme, te escribiré.
–Está
bien nena.
Loco
ayudó a su novia a subir al auto y cerró la puerta con cuidado para después
agitar la mano despidiendo al auto.
Una
vez que DongYul llegó a casa, le pagó al conductor y cerró la puerta del garaje
para después ayudar a bajar a Eli, quien estaba demasiado adormilada para
caminar sola y la llevó hasta la habitación donde la dejó en compañía de
_______.
–Gracias
–dijo ______ sin obtener respuesta de Dong.
En
la mañana ______ se peinaba frente al espejo cuando vio moverse a su madre.
–Por
fin despiertas.
–Dios…
Me duele la cabeza –se quejó Eli.
–Ya
que bebiste tanto…
–No
bebí tanto, cariño.
–Si
tú lo dices –______ negó sonriente.
–¿Me
harás sopita para la resaca? –cuestionó
Eli.
–A
veces me pregunto quién es la mamá en esta familia –______ suspiró.
–¿Ya
se la has preparado tu famosa sopa a DongYul? Se enamoraría de ti, cocinas tan
delicioso.
–No
es famosa y no, no se la he preparado porque DongYul no bebe con frecuencia, o
al menos eso creo.
–¿Crees?
Es como si no lo conocieras en absoluto hija.
–No
me hagas caso –sonrió y caminó hacia la cama para arrebatarle la sabana a su
madre–. Ve a ducharte.
–A
sus ordenes general –Eli bromeó haciendo un saludo militar.
–Te
extrañaba mucho mamá –confesó _______ riendo.
–Y
yo a ti cariño.
–Bien,
ya regreso.
_____
tomó su abrigo y se dirigió a una tienda cercana donde compró lo que necesitaba
para cocinar, al salir se fijó en un cartel que anunciaba departamentos en
alquiler, recordó que en tres días se vencía el mes de alquiler de la pequeña
habitación, debería ir a recoger sus cosas y entregar la llave a la propietaria
para que le devolvieran el depósito de garantía. Mientras caminaba de regreso a
casa pensó en varias excusas para salir ese día sin su madre.
Al
llegar a la casa, _______ empezó a cocinar con sus audífonos puestos y la
música a todo volumen, bailaba al ritmo de una melodía lenta contoneando sus
caderas mientras removía la sopa con un cucharón.
DongYul
bajó hasta la cocina y al ver a _______ ahí, la llamó, pero no obtuvo respuesta
así que caminó hacia ella contemplándola de pies a cabeza. Ella llevaba un
legging negro con calcetines color rosa pálido de lana que abrigaban sus
tobillos y un suéter de lana holgado del mismo color, su cuello largo destacaba
con el moño alto que se había peinado. Él se aproximó a ella por detrás
pretendiendo quitarle los audífonos, pero el aroma dulce del perfume que solía
usar ella lo poseyó por completo dejándolo inmóvil por unos segundos.
–¿Que-que
haces? –ella se giró rápidamente y cuestionó con molestia al notar la cercanía
de Dong.
–Te
llamé, pero no escuchaste. Iba a… quitarte los audífonos.
–¿Tienes
que acercarte tanto para eso? –ella dio un paso a atrás para alejarse.
–¡Te
quemarás, ten cuidado! –advirtió él tomándola por la cintura para alejarla de
la estufa.
______
se quedó inmóvil al tener a DongYul tan cerca, él de pronto se veía más alto y
acuerpado, su cabello estaba húmedo y llevaba una pequeña toalla sobre el
hombro lo que revelaba que acababa de salir de la ducha, vestía un suéter gris
holgado y pantalón de chándal.
–No
te me acerques así –advirtió ella empujando con su mano tocándole el torso.
–He
estado yendo al gimnasio, los resultados son muy evidentes ¿No lo crees?
–No
lo creo –negó ella.
–Cierto,
es que no me has visto.
Él
de pronto levantó el suéter mostrando sus abdominales definidos.
–¡Que
carajos te sucede! –exclamó ella dándole un empujón para alejarlo.
–¿Por
qué te pones nerviosa, acaso te gusto?
–Estás
loco –ella torneó los ojos–. Iré… iré a despertar a mi madre.
–Espera
–él la tomó del brazo acercándola a su cuerpo.
–¿Que?
–¿Que
sientes cuando estamos así de cerca?
–Suéltame
–ella evitó su mirada.
–¿Porque
no me miras?
–¿Qué
es lo que pretendes? –ella interpuso sus manos–. Mi madre está arriba, además
yo tengo novio y solo tengo ojos para él ¡apártate!
–¿De
verdad quieres que me aparte? –la rodeó por la cintura con su otro brazo.
–¡Si!
Suéltame.
–Estás
ruborizada –él sonrió.
–¡Quítate!
–Bien
–él la soltó–. Eso es todo lo que necesitaba saber.
DongYul
con una sonrisa victoriosa caminó hacia el refrigerador y sacó una botella de
agua para beber. ______ subió a la habitación donde su madre se había vuelto a
dormir.
–¿Creció?
–pensó para si misma mientras se dirigía al baño y cerró la puerta–. Parece
estar más alto y su pecho… se sentía tan firme –levantó su mirada hacia el
espejo–. No ¿qué es lo que estoy pensando? ¿Porque estoy así? –mojó sus manos y
se las llevó hacia las mejillas ruborizadas–. No no no, _____ reacciona.
–Hija
–Eli golpeó la puerta del baño.
–Si,
ahora salgo –respondió y se dio palmaditas en las mejillas obligándose a
librarse de aquellos pensamientos.
–Lo
siento, me he vuelto a dormir –explicó Eli al ver a su hija salir del baño–. Me
daré una ducha ahora.
–No
te preocupes ma, la sopa está lista, come primero.
–¿Qué
sería de mi sin mi preciosa hija?
–Vamos,
date prisa –tomó de la mano a su madre para llevarla al primer piso.
DongYul
saludó educadamente a Eli y se sentaron los tres a la mesa para comer la sopa.
–Esta
sopa revive muertos –exclamó DongYul–. Está deliciosa.
–¿Verdad?
–sonrió Eli–. Mi niña me hace esta sopa cada vez que me emborracho, aunque no
creas que es tan frecuente. Solo en ocasiones especiales.
–Está
delicioso ______ –comentó DongYul mirándola fijamente.
–Si…
como sea –resopló ella y se levantó para llevar los platos vacíos al lavabo–.
Mamá, acompañaré a Alice a hacer algunas compras –explicó dudosa mientras
lavaba.
–¿Compras?
¿No están cansadas? ¿No les da resaca? –se puso de pie–. Yo siento que me va a
explotar la cabeza.
–Deberías
descansar mami.
–Si,
creo que volveré a entrar en coma –bromeó Eli y se dirigió hacia las gradas.
–Yo
regresaré por la tarde.
–De
acuerdo hija, dale a Alice mis saludos y dile que debemos repetir la salida de
ayer antes de que me vaya –dijo antes de subir.
–De
ninguna forma mamá –rio ______ mientras tomaba su teléfono del mesón para
llamar a su novio.
El
tono se repetía y Loco no respondió a la llamada, _______ asumió que él estaría
aun dormido y empezó a escribirle un mensaje.
–¿A
quién le escribes? –curioseó DongYul
acercándose.
–A
mi novio –respondió ella mostrando el cariñoso texto en la pantalla.
–Ah…
¿No te responde? Seguro está en el after party con alguna… –aclaró su garganta
sin terminar lo que estaba diciendo.
–¡¿Con
alguna qué?!
–Vamos
______, ya has visto como son. Beben, despiertan en algún hotel a la mañana
siguiente, hemos estado ahí, lo has visto.
–¡Ver
que!
–Se
irían con alguna chica a terminar de beber en algún hotel o la casa de Jay, así
son ellos.
–Tú
no sabes nada.
–Los
conozco más tiempo que tú, he estado con ellos.
–Si
–ella se dirigió a la entrada para calzarse sus zapatos y tomó su abrigo–. Supongo
que tú también lo hacías.
–Si.
Mi primo me ha llevado a esas fiestas, por eso se cómo son.
–¡Cállate!
–ella salió de la casa azotando la puerta.
–Son
famosos –insistió Dong siguiéndola por el patio–. Sabes cuantas las chicas los
buscan. Siempre están rodeados de mujeres, ¿Esperas que él te sea fiel? –carcajeó.
–Escucha
–ella detuvo su andar–. Estás empezando a hartarme, puedes decirme todo lo que
se te ocurra de HyukWoo, pero yo no voy a creerte nada.
–Él
es igual o peor que Jay, podrá aparentar ser muy inocente, pero…
–¡Dije
que te calles! –ella abrió la puerta de entrada.
–Me
pregunto que pensará tu madre cuando se entere que su hija estaba con el señor
de 32 años, después con el CEO y ahora con…
–¡No
te atrevas a decir nada!
–¿Por
qué? Solo digo… tu madre me agrada mucho, creo que merece saber la verdad.
–Escúchame
muy bien imbécil –ella se acercó apuntándolo con su dedo índice en el pecho–. Te
perdoné lo de la vez pasada, pero ahora estas portándote como un cretino y no
te volveré a perdo…
–Tranquila
preciosa –interrumpió él tomándola por la muñeca para apartar el dedo que lo
apuntaba–. Ahora estás en mis manos, así que debes ser linda conmigo o se lo
contaré todo a tu madre.
–¡Sabes que! –ella se soltó
del agarre y cerró la puerta para regresar a la casa–. ¡Le diré ahora mismo!
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