–¡¿Que hice?! –pensó mientras
se tocaba el pecho comprobando su ropa, bajo por su vientre y al llegar a la
parte baja pudo notar que usaba unos pantalones de hombre, se lo había puesto
encima de su vestido, pero ¿qué había pasado? Ella no recordaba nada, de pronto uno de los
bultos del sofá empezó a moverse y ella temerosa dio pasos hacia el sofá,
levanto con cuidado aquella manta y vio a Gray.
–Si
este es Gray… de seguro el otro bulto es Dong Yul… –murmuró mientras se
dirigía hacia el bulto, levanto levemente la manta y efectivamente se trataba de su
amigo–. Dong
Yul, Dong Yul, ¡Cha Dong Yul! despierta –Decía en voz baja mientras lo movía
abruptamente, pero él no despertaba y se dio por vencida para luego recorrer el
resto de la habitación buscando su bolso. Había botellas en el piso, algunos
paquetes de chucherías (golosinas) y los recuerdos empezaron a llegar a su
cabeza poco a poco.
Después de la
fiesta habían subido al segundo piso a una habitación; Gray, SamD, Loco, Elo,
UglyDuck, Dong Yul otras cinco chicas que _____ jamás había visto.
Habían comido y
bebido mientras jugaban algunos juegos coreanos y _____ les enseñó el juego de
la botella; el juego consistía en sentarse alrededor de la botella haciendo un
circulo intercalando hombre y mujer, al girar la botella resulta una persona
señalada por el pico de esta y la persona que giró la botella preguntaba “¿Verdad
o desafío?” si se elegía verdad, debía contar un secreto y si elegía desafío,
la persona que giró la botella puede imponer un reto que generalmente era;
cantar, bailar, hacer algo ridículo o besar a alguno de los presentes.
_____ reía
mientras los recuerdos de las cosas que se contaron venían a su mente, los
desafíos tan graciosos… pero de repente la sonrisa se borró de su rostro,
recordaba a todos gritándole “Popoje, popoje, popoje” (bésalo). Con los ojos desmesuradamente
abiertos y su mano tapando su boca, intentaba recordar a quien había besado.
–¿A
quién besé? –se cuestionaba mientras mordía sus uñas y caminaba en círculos–. Veamos… estaba
sentada alado de… –recordó haberse sentado entre Loco y Dong Yul–. ¿Loco? Lo bese a él, ¡no puede ser! ¿En qué
pensabas ______? –Se regañó a sí misma en voz baja apretando los dientes.
–Oye,
alborotadora shh… –renegó Dong Yul en susurros–, los despertarás –intentó
levantarse con dificultad ya que estaba envuelto en una manta.
De repente una
mano fría sujeto el tobillo de _____. –¡Ah! –gritó ella.
–shh…
–chistó SamD con su ronca voz– Quiero dormir… –alargó la última silaba quejándose como
un niño mientras se enrollaba aún más en su manta.
_____ finalmente
encontró su bolso, sacó su teléfono y vio que ya eran las tres de la tarde, sorprendida
por lo tarde que era corrió de puntitas hasta donde estaba su amigo Dong Yul.
–Vámonos, –musito
entre dientes–
es muy tarde, ¿Qué dirán tus abuelos de que no hemos llegado a la casa a
dormir?
–Tranquila.
No dirán nada… –respondió
Dong Yul mientras contenía su risa.
–¡¿De
qué te ríes?! –ella notó que la mirada de su amigo iba hacia su parte
baja–. Ah,
estos pantalones, ¿porque…? Espera, ¿no son tuyos…? –en un rápido
movimiento tiró de la manta que Dong Yul tenía sujeta a él.
Dong Yul se miró
a sí mismo para darse cuenta de estaba en ropa interior. –¡¿Que
paso?! –se
cubrió de inmediato con la manta mientras _____ no paraba de reír.
–No
me mires –Dong Yul se contorsionaba para cubrirse con la manta.
–Te
he visto miles de veces en el instituto cuando íbamos a clases de natación, –ella
levanto sus hombros con quemeimportismo–. No veo nada nuevo.
–¡Pe…
pero es diferente esta vez! ¡cierra los ojos!
–¿Que
hicieron ustedes dos? –interrumpió Loco sentándose en la cama mirándolos con
sus ojos entrecerrados y algo confundido.
–No.
No es… lo que parece… –se justificó Dong Yul–, yo… yo... yo no
–¡Me
diste tus pantalones porque nos íbamos a sentar y mi vestido es muy corto! –mencionó
______ con alivio al recordarlo–, ¡Tonto!
–¿Enserio?
Ah… –suspiró Dong Yul con cierto ápice de decepción.
–¡Quie.ro.dor.mir!
–gruñó una vez más SamD separando silábicamente mientras descubría su
rostro para mostrar un puchero junto a una expresión de súplica en su rostro.
–Que adorable es… –pensó ella al ver al
rapero adulto haciendo un berrinche de niño –Lo siento, ya no haremos ruido –susurró–.
¿Y los demás…?
–Se
fueron… –intervino Gray mientras surgía de otro bulto de mantas en el
piso, miró alrededor con dificultad y uso una voz infantil–. Tengo hambre –hizo
un puchero.
–Todos son como niños, hablan tan
adorablemente… –pensó mientras los miraba con una sonrisa de ternura en sus
labios y se acercaba a Dong Yul para cuestionar–. Este lugar… ¿quién es
el dueño?
–Es
el departamento de mi primo –respondió Dong Yul mientras señalaba los pantalones que ella
llevaba puestos.
–Cierto
–ella rió despistada–. Ya te los devuelvo… –dijo poniendo sus manos para desabrochar
el cinturón que sujetaba el pantalón a su pequeña cintura.
–¡Espera!
–Dong Yul la detuvo–. Ve a quitártelo en el baño, todos te están mirando.
–¿Y
qué?, llevo mí vestido debajo…
–Dije
que te vayas al baño –Dong Yul de dio empujoncitos hacia el baño.
–Araso
araso (entiendo, entiendo) –Dijo ella en coreano sonriendo, lo que provoco la risa
de Loco, Gray y SamD.
Mientras _____ Gray se acercó a su primo con una sonrisa socarrona–. ¿Estás seguro que no tienes nada más que una
amistad con ella?
–Seguro.
Ella solo es mi amiga.
–Pero
la tocas y ella te toca a ti… –dudó Loco–. Yo vi como bailaban –levanto y bajo sus
cejas reiteradamente con una expresión picara.
–Tenemos
mucha confianza como amigos. –explicó Dong Yul.
–Los
amigos no son así, –SamD se cruzó de brazos aun sospechando–. A menos que sea de ese
tipo de amigas que nosotros traemos a veces… –sonrió lujurioso.
–¡No!
–Dong Yul se molestó ante el comentario–. Es la diferencia
de culturas. Un beso en la mejilla y un abrazo es normal, ella es muy divertida
le gusta bromear, pero no es de ese tipo de mujeres –aclaró enérgico.
–Está
bien, está bien –Gray le dio palmaditas a su primo–. Entendemos.
–Creo
que me agrada esa cultura… –dijo Loco sonriendo.
–¿Que
cultura? –_____ salió del cuarto de baño llevando los pantalones de su
amigo en manos.
–No
nada –Dong Yul tomó sus pantalones y entró al baño.
–Tengo
hambre –_____ repitió en coreano lo que había dicho Gray.
–Eso
es inteligente. –SamD la alagó–. Aprender cómo decir; “donde está el baño” y “Tengo
hambre” en cualquier idioma. Es lo primordial, así no morirás.
–Si
–ella rió
mientras se reservaba sus pensamientos–. Habla
tan genial, sus gestos son tan sexys como lo había visto en los programas, tal
como lo vi en SNL, ese episodio me gustó mucho… –empezaba a divagar
así que se obligó a salir de sus pensamientos–. Disculpa… Gray… ¿puedo ver que tienes en
tu refrigerador? –señaló hacia el refrigerador de la cocina abierta que
estaba al otro extremo de la habitación.
–Claro,
aunque… –Gray sonrió despistado–, no tengo casi nada.
–Gracias Gray –ella agradeció y caminó hacia la cocina.
–Puedes
decirnos oppas –insistió Loco con una sonrisa.
–¡Si!
–SamD mostró una gran sonrisa–. Di “oppa” –fingió una voz fina y alargo la
última silaba chillonamente.
–De
(si), oppa –ella se mostró complaciente ante el pedido y los tres se echaron a
reír encantado.
–Okey…
–ella nasalizo su intervención para llamar la atención–, encontré algunas
cosas que servirán. Improvisaré algo, pero entiendan por favor que yo no sé
cocinar comida coreana, ¿estará bien?
–Tranquila
nena. –SamD guiñó un ojo–. Lo que hagas estará perfecto –se sentó los
taburetes del mesón de la cocina y miraba atentamente a _____.
–Gracias,
comeré mucho –Loco también se acercó al mesón.
–De oppã –ella volvió a nasalizar
su voz ya que a ellos parecía gustarle, sobre todo a Loco quien no tardo en
retorcerse gustoso al escucharla.
–¿Qué
vas a hacer? –Dong Yul se acercó
a ella.
–Cocinaré
algo… o por lo menos lo intentaré. –sonrió.
–Aquí
falta algo. –Mencionó Loco mientras sacaba su iPod, caminó hacia una esquina donde
había altavoces y lo conectó.
La música empezó
a sonar y _____ se movía levemente al ritmo de la canción, no lo podía evitar
cualquier ritmo hacia que se moviera, mientras cocinaba se volteó y se dio
cuenta de que todos la estaban mirando, se avergonzó un poco. –¿Porque
me están mirando? –se ruborizó
–Porque
bailas. –respondió Dong Yul.
–¿Bailar?
No estoy bailando… creo… bueno solo un poco, es que me gusta la música.
–Eres
la primera chica que conozco así… –SamD intentó alagarla–. Quiero decir…
eres única en tu clase.
–Soy
bastante normal, –ella se justificó para minimizar su vergüenza–, de hecho, mi madre
baila mejor que yo mientras cocina y más en una pista de baile.
–¿Qué
edad tiene tu madre? –SamD se sorprendió.
–Tiene treinta y cinco años.
–Ki
Seok hyung, –Loco palmeo el hombro de SamD–. Sería perfecta para ti. –bromeó.
–¿Qué?
–SamD amenazó con la mirada al bromista, pero rápidamente sonrió–. _____
tal vez podrías
presentármela. –Dijo con su tono de conquistador.
_____ carcajeó. –No, eso no puede ser. Serías mi padre ya no mi oppa.
–Podría
ser ambas cosas y más… –Bromeo SamD sobándose las palmas de las manos pícaramente.
Todos rieron,
era un ambiente muy cómodo, comieron, platicaron y se rieron mucho hasta que
sonó un teléfono.
–Dime
–respondió Gray–. Si Jae Beom… no, aún estamos en mi departamento… ah, ok –terminó
su llamada.
–¿Que
dijo? –preguntó Loco.
–Que
viene para acá.
Al escuchar eso,
_____ abrió exageradamente sus ojos alarmada y nerviosa. –¿Vie..viene…e?
–recordó
la noche anterior y no entendía lo que sentía al respecto pero lo que si sabía
es que no quería ver a Jay en ese momento–. Cre...creo que tenemos que irnos ¿no? –Dijo mirando a Dong
Yul cómplice.
–No,
–Dong Yul respondió inocente–. ¿Hay algo que tengas que hacer?
–Si
recuerdas eso que había que hacer –fulminó con la mirada a su amigo.
–¿Eso?
–él no podía comprender.
–Sí,
era urgente… recuerdas –ella se esforzó por hablar con la mirada para
convencer a su amigo.
–Umm…
–Dong
Yul aun dudoso fingió–. ¡Ah! es cierto tenemos
que irnos a… hacer… eso.
–¿Irnos?
–Gray jaló la manga de su primo–. ¿Cómo? ¿Se están quedando juntos? ¿En un hotel?
–No.
–Dong Yul se sonrojó–. Estamos quedándonos en la casa de los abuelos ya que la traje
para… –se
quedó callado de repente, no sabía si decirle a su primo Gray que estaba
engañando a los abuelos, tal vez a él no le parecería bien–. La traje como mi
amiga y los abuelos aceptaron que se quede en la casa –terminó su frase con
nerviosismo.
–Está
bien, –Gray se creyó el argumento–. Intentare pasar por casa de los abuelos esta
noche –abrazo a su primo despidiéndose.
–Fue
un gusto conocerlos a todos –_____ hizo una reverencia.
–El
gusto fue mío. –respondió Loco también con una reverencia.
–Y
mío. –SamD sonriente agito su mano en despedida.
–Los
invitaré a la fiesta de la próxima semana. –mencionó Gray mientras los
acompañaba hasta la puerta.
_____ y Dong Yul
salieron del edificio, frente a ellos un auto se estacionó y alguien bajo, se
trataba de Jay Park.
–Vamos
por el otro lado, –_____ jaló del brazo a su amigo y susurró–. ¡Rápido!
–No,
él está frente a nosotros –respondió Dong Yul también en susurros– si no
lo saludamos pensará que somos mal educados, no quiero dejar mal a mi primo.
Además ¿No era
tu sueño conocerlo?
–Sí,
pero… –viendo a Jay cada vez más cerca de ellos.
–¿Que
hay Dong Yul? –Saludó Jay sonriente y choco su mano con la de Dong Yul–.
¿Y ya se van? –continuó
sin mirar a _____.
–Si
tenemos que hacer algunas compras… –se excusó Dong Yul.
–¿Juntos?
–Jay sonrió irónico mirando de reojo a _____–. Ah… ya veo, son novios.
Dong Yul se
disponía a responder. –N...
–¡Si!
–ella interrumpió mientras se enlazaba al brazo de su amigo.
–Ah...
–Jay se obligó a sonreír–. Ya veo, que les vaya bien –se despidió y se fue.
Dong Yul miró a
su amiga con seriedad. –¿Por qué dijiste que
éramos novios?
–Cállate, te va a escuchar… camina –lo llevó del brazo hasta el
auto mientras se explicaba–. Lo siento es que… creo que él me da miedo.
–¿Miedo?
–No sé…
Me gusta, lo admiro, pero…
–Es
que ahora lo conoces de verdad y ya sabes que es un mujeriego, un patán.
–¡No!
–se detuvo frente al auto y soltó el brazo de su amigo–. Es solo que… no sé,
me dejo una sensación rara...
–Te
dejó excitada –él se tapó la boca después de decir aquella frase.
–¡¿Excitada?!
¡¿Qué?!
–Perdón
no quise decir eso…
_____ solo pudo
mostrar su molestia en su expresión y rodeó los ojos. –Abre la puerta del auto y ya vámonos. –Exigió.
Después de unos minutos…
–_____
despierta, ya llegamos. –susurró Dong Yul al ver que ella estaba profundamente dormida–.
_____... –ya que ella no despertaba él desabrocho su cinturón y se giró para desabrocharle el
cinturón, al acercarse la miró fijamente, su rostro era tan bonito, su piel
lucia tan suave y sus labios color rosa pálido parecían tan suaves, se acercó
lentamente hasta casi tocar sus labios…
“Toc toc” sonó
la ventana del auto interrumpiendo la intención de Dong Yul, él levantó su mirada
y se apartó de _____ ya que era su abuela quien había golpeado la ventana del
auto.
_____ abrió sus
ojos. –¿Ya
llegamos?
–Si… –respondió él con sus mejillas rosáceas ante la sonrisa
pícara de su abuela, había sido captado infraganti, cosa que corroboraba su
falsa relación ante la abuela.
–Por la noche a la hora de la cena–.
–Al
principio dudaba. –la abuela tomó la mano de su nieto–. Creí que me estabas
engañando, pero al verte a punto de besarla en el auto vi la sinceridad en tu
rostro.
–Abuela
yo no la iba a besar… –él se ruborizó.
–Está
bien, está bien. –la abuela sonreía comprensiva–. Son jóvenes, eso no
está mal, demuéstrale todo tu cariño, hazla feliz.
–¿Que están diciendo? –se
preguntaba _____ mientras solo sonreía ante la mirada de la abuela, miró a Dong
Yul para susurrar–. ¿Qué te dijo?
–No…
este… –él aclaró su garganta–, dijo que estaba contenta que estemos aquí.
–Ah… –ella le sonrió a la abuela haciendo una ligera reverencia.
–Menos mal solo entiende pocas palabras –pensó Dong Yul
mientras también sonreía.
Sonó el teléfono de la casa
–¿Diga?
–el abuelo respondió– Oh, hola Sung Hwa, si claro te estamos esperando, ven pronto.
–¿Sung
Hwa viene, abuelo? –preguntó Dong Yul sonriente ante la idea de volver a
ver a su primo.
–Si,
dijo que está en camino.
–¿Que
paso? –_____ no podía evitar sentir curiosidad.
–Sung
Hwa viene para acá. –respondió Dong Yul.
–Ah…
–ella sonrió levemente por un par de segundos para luego ponerse seria–. ¿Quién es Sung Hwa?
Dong Yul
carcajeó y respondió. –Gray, mi primo.
–¡Ah! –ella también rió ante su despiste.
Sonó el timbre
de la casa y el abuelo se retiró del comedor para ir hacia la puerta, se
escucharon voces y risas acercándose de regreso al comedor.
–¡Hola
abuela! –apareció Gray abrazado a su abuelo y lo soltó rápidamente para
correr hacia la anciana como un pequeño niño.
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