¡Que!
–¡¿Qué?!
–él frenó sin comprender.
–¡Detente
en esa heladería! –señaló ella–. Quiero helado.
–Helado
con este frío… –él negó con la cabeza sonriente, pero hizo caso.
–¿A
quién no le gusta el helado, aunque sea invierno? Sino fuera así, las
heladerías cerrarían todo el invierno, ¿no lo crees?
–Bueno~
veamos si hay.
Loco
bajó del auto y corrió hacia el otro lado para abrirle la puerta a _____, juntos
entraron a la tienda y ella escogió un envase de litro en cada sabor que se le
antojó.
–¿No
es demasiado? –cuestionó el sorprendido.
–Claro
que no –negó ella con una sonrisa de niña emocionada.
–Bien
–Loco suspiró y sacó su tarjeta para pagar–. ¿Cuánto es?
La
joven de la heladería empacó cuatro envases de helado en una caja de cartón y
los otros cuatro en otra caja, ______ tomó una de las cajas y su novio la otra
para dirigirse hacia el auto.
Al
llegar a la casa, ______ corrió de inmediato a sacar copas para poner el helado
mientras Loco acomodaba los otros baldecitos en la nevera.
–Si
comes tanto helado te enfermarás –él la abrazó por la espalda mientras ella
llenaba las copas con helado.
–No
me enfermaré… pero ya que lo dices –ella quitó una cucharada de helado de la
copa de Loco y la puso en su copa.
–Oye,
¿porque mi copa tiene menos?
–Debemos
cuidar tu garganta bebé~ –ella le dio un besito en la nariz y tomó su copa para
ir hacia la sala.
–Tramposa
–él rio, tomó su copa y la siguió.
–Apresúrate
amor, la película va a empezar –ella se sentó en el sofá y puso la película que
había escogido previamente.
_____
se comió el helado tan rápido como pudo e incluso metió su cuchara en la copa
de Loco un par de veces, él solo sonreía al verla, tomó su cuchara y le embarro
la punta de la nariz a con un poco de helado. Ella frunció su nariz y se pegó a
la mejilla de Loco manchándolo con el helado, él dejó su copa a un lado y
empezó a hacerle cosquillas a ella.
–No
se supone que no tenías cosquillas –cuestionó él al verla retorcerse entre
risitas–. ¿Fingías todo este tiempo?
–No
tengo –insistió ella, pero no paraba de reír–. No tengo cos… espera… espera…
–Ahora
no es tan divertido cuando eres torturada ¿cierto? –él continuó haciéndole
cosquillas–. Me lo has hecho siempre.
–Espera,
sweety, bebé, amor –suplicaba ella entre risas.
–No
te soltaré tan fácil.
_____
logró subirse sobre Loco y era ella ahora quien atacaba, él la jaló por la
cintura contra él y empezaron a besarse. Como siempre sus juegos terminaban en
algo más, casi nunca terminaban de ver una película completa.
Al
siguiente día _____ tenía que salir temprano para una grabación, saldría en un
video musical de un rapero, tenía otras propuestas, pero ella se inclinaba más
hacia lo que tenga que ver con el rap ya que le encantaba.
Loco
la acompañó ese día ya que el aquel rapero era su amigo y además no tenía nada
que hacer ese día, cabe mencionar que también quería controlar las escenas que
haría su novia.
Había
una escena en un yacusi, _____ llevaba un bikini y una copa de vino en la mano
luciendo muy sexy, llamaba con su dedo al rapero. El camarógrafo dijo que la
toma quedaba perfecta y pasarían a la siguiente. Loco se acercó con la bata de
_____ ayudándola a salir del yacusi, ella se tambaleó un poco, parecía mareada.
–¿Estás
bien? –Loco se preocupó y la agarró
rápidamente.
–Si
–respondió ella retomando el equilibrio.
–Quizá
se te subió la presión por la temperatura del agua –explicó el director–. ¿Desayunaste?
–No
desayuné –respondió ella con una sonrisa despistada.
–Está
bien –el director levantó su mano dándole señal a su equipo–. Preparemos la
siguiente escena mientras _____ come algo y continuamos.
Loco
llevó a _____ hasta los vestidores, la dejó para que se cambie y fue a comprar
algo de comida. Después de comer reanudaron las grabaciones, el resto del día _____
permaneció con mucha energía como normalmente era ella y Loco ya se sentía más
aliviado. Al terminar la grabación, se dirigieron a otro lugar donde _____
tenía una sesión de fotos de la revista de ropa para chicas.
Tras
un día agotador y finalmente estaban de regreso en casa, _____ se dejó caer en
el sofá por el cansancio y Loco le dijo que subiera a la cama, ella sin fuerzas
murmuró que en un segundo iría, pero no se levantó así que Loco se acercó a
ella para tomarla en brazos y la llevó a la habitación.
Los
días transcurrieron hasta que llegó el día del viaje. Ella correteaba de aquí
para allá apresuradamente metiendo sus cosas en la maleta, el taxí que había
pedido esperaba fuera y estaba retrasada, Loco estaba ya en el aeropuerto ya
que se dirigió allí después de un trabajo.
El
viaje en avión fue muy largo y _____ lucia demacrada, estaba muy cansada, no se
había maquillado por lo que llevaba unas grandes gafas para cubrir sus ojos. Al
contrario Loco, lucia muy fresco, se encargó de llevar las maletas hasta el
taxi una vez que llegaron al país de ella y con su característica energía de
niño molestoso, le jugaba bromas a _____ durante todo el camino a la casa.
–Ahora
me arrepiento de no haberle dicho a mi madre que nos viniera a recoger, no
pensé que sería tan agotador el viaje, me parecieron siglos –se quejó ella con
sus ojos cerrados y la cabeza reclinada sobre el pecho de Loco.
–Tú
querías sorprenderla –le recordó él.
–Si…
será raro ¿No? –ella levantó su mirada hacia él.
–¿El
qué?
–Un
nuevo hermano… tenemos veintidós años de diferencia… no lo sé…
–Es
tu hermano de todas formas.
–Si,
pero… siento algo raro. He visto las fotos que me envió mamá, pero… no sé,
¿cómo debería tratarlo?
–¿No
te gustan los niños?
–Si.
Me parecen adorables, pero él será mi hermano.
–Cariño
no sé porque te preocupas, solo es un bebé.
–No
me imagino a mi mamá de nuevo cambiando pañales, solía decir que fue la etapa
más dura de su vida, criarme.
–Es
lo que todas las madres dicen.
–Sobre
todo tu madre, dice que eras demasiado travieso, que quizá tu hijo sea igual.
–¿Qué
tal si lo averiguamos?
–Buen
intento –ella rio–. Te lo dije, esperemos un par de años más ¿Ok?
–Está
bien –el rodeó sus ojos.
–¡Cielos!
No me he maquillado, luzco horrible.
–Luces
preciosa.
–No
es cierto –ella hizo un puchero–. Y no tengo tiempo para maquillarme ahora, ya
llegamos.
Ella
le indicó al taxista donde detenerse y los dos bajaron rápidamente las maletas
para luego tocar el timbre de la casa.
–¿Quién?
–preguntó la mujer desde dentro de la casa.
–Servicio
de paquetería –_____ fingió la voz–. Tengo una entrega para usted.
–¿Un
paquete? Un momento, ya salgo –la madre salió
y al ver a su hija empezó a llorar mientras la abrazaba.
–Mamá,
no me dejas respirar.
–Es
un gusto verla de nuevo –dijo Loco en español.
–¡Cielos!
¿Aprendiste español?
–Solo…u-un
pouquito –pronunció Loco.
–¡Es
genial! Pero que descortés soy, pasen a
la casa –entraron a la casa–. Se supone que llegarían la próxima semana, porque
no me dijiste hija.
–Quería
sorprenderte mamá, y… ¿tu esposo…?
–Está
de viaje, llega mañana. Síganme, preparé una habitación para ustedes, HyukWoo
puedes subir las maletas ¿por favor?
–Pensábamos
quedarnos en un hotel –explicó _____.
–No
no, como crees hija. He preparado esta habitación para ustedes –abrió la puerta
de la habitación orgullosa–. Pueden dejar sus maletas aquí, iré a preparar algo
de comida, deben estar hambrientos.
–Tranquila
mamá, la verdad no tenemos mucha hambre –dijo _____, pero su madre ya se había
ido–. Amor deja las maletas, bajaré con mi madre.
–Si,
está bien.
_____
bajó y su madre apresurada ponía agua en ollas para ponerlas a la estufa.
–Mami,
tranquila no tenemos hambre –explicó _____ mientras se retiraba las gafas de
sol.
–Hija,
la casa está hecha un desorden –murmuró la madre y al ver a su hija se
sorprendió–. hija…
–¿Qué?
¿Por qué me miras así?
–Cielo…
estas… ¿Embarazada?
–¡¿Qué?!
–cuestionó alarmada _____.
–Tienes
paño en las mejillas –la madre la tomo por las mejillas.
–¡Q-qu-que!
–______ rio nerviosamente–. ¿Paño? Estas pequitas…
–Cariño,
esas pequitas son paño de embarazo.
–No
es cierto, me salieron hace poco. Estoy usando una crema para quitarlas, son
pecas, ya se me están quitando, estaba peor.
–¿Cuándo
fue tu último periodo? –le tocó el
vientre.
–No
es eso, mamá –______ sonrió–. Mi periodo es normal… bueno, ahora mismo… se ha
tardado un poco, pero nos cuidamos.
–Tu
vientre esta duro…
–Hago
ejercicio, soy una modelo, ¿lo olvidas?
–Estoy
segura… –insistía la madre.
–¿Qué
pasó? –cuestionó Loco al bajar.
–Yo
creo que…
El
llanto de un bebé la interrumpió, el hermanito de _____ se había despertado, la
madre de ______ subió a ver a su bebé.
–¿Qué
paso? –insistió Loco.
–Nada,
locuras de mi madre.
–¿Qué
dice?
–Dijo
que… espera –_______ se dirigió hacia un espejo que había en la entrada, se
miró las mejillas.
–¿Qué?
–Amor,
¿hace cuanto que me salieron estas manchas? –ella rio nerviosa–. No no, no
puede ser, me he puesto esa barrita en el brazo… no, no lo creo.
La
madre de _____ bajó con una gran sonrisa cargando a su bebé de 8 meses en
brazos, al verlo _____ inmediatamente sonrió y se acercó estirando sus brazos
para cargarlo, le dio un tierno besito en su frentecita, Loco también se acercó
sonriente, le tomó de la manita, el bebé sonreía mostrando su único diente.
–Que
preciosura, yo soy tu hermana –explicó ______ anonadada y hablando con una voz
suave –regresó a ver a su madre–. Mami, es tan lindo, ¿cómo era que se llamaba?
–Te
lo dije, no te acuerdas –la madre negó con la cabeza.
–Martín
–dijo Loco sonriente.
–Oh
es cierto, Martín –recordó _______–. Lo beso de nuevo en la mejilla.
–Cielo,
puedes dejarlo en su corralito –la madre señaló un corralillo en medio de la
sala–. Prepararé la comida.
–No
lo dejaré en esa jaula –bromeó _____ mientras se sentaba en el sofá–. ¿Se puede
sentar?
–Si
cariño, pero ten cuidado que aún no lo controla del todo –explicó la madre
mientras se dirigía a la puerta–. Regreso en un minuto, iré a la tienda de la
esquina a comprar algo
–De
acuerdo –musitó _____ sin prestar mucha atención.
______
estaba encantada con su hermanito, agitaba un juguete frente al bebé que sonreía
y balbuceaba, ella no podía evitar darle un besito tras otro.
–No
se siente raro en absoluto ¿cierto? –cuestionó Loco sonriente.
–No
–respondió ella sin apartar la vista de su pequeño hermanito.
–Y
estabas tan preocupada –Loco rio.
–Es
que no sabía que iba a ser tan precioso… ¿verdad Martín?
–Te
verías tan preciosa como mamá.
–¿Qué?
–_____ se puso pensativa–. Escucha, solo es una suposición, si yo…
–¡Si
aceptarás tener un bebé, sería el hombre más feliz del mundo! Sabes que eso es
lo que más deseo, sin mencionar que es lo que desean mis padres –interrumpió él
antes que ella acabara de hablar–. Pero ya sé que sientes que aun eres joven
para eso.
–¿Estarías
feliz?
–¡Por
supuesto!
–Ya
estoy de vuelta –la madre entró a la casa.
–¿Que
compraste mamá?
–Aguacate,
tomate… haré una ensalada, la que tanto te gusta.
–¡Aguacate!
–exclamó _____ y se levantó para dejar al bebé dentro del corralillo para
dirigirse a la cocina con su madre–. Mamá no tienes idea como he deseado comer
aguacate, el de allá no sabe igual.
–Hija,
has tenido nauseas, mareos…
–No,
mamá. Es solo que, extraño mucho la comida de aquí.
–¿Te
has hecho un test de embarazo?
–¿Qué?
–cuestionó Loco al llegar a la cocina.
–Mi
mama sospecha que estoy embarazada –explicó finalmente _____–. Por estas
pequitas que me salieron en las mejillas, pero lo creo imposible.
–¿Podría
ser posible? –preguntó Loco sorprendido.
–No,
el método anticonceptivo que uso es el 99% seguro.
–Exacto
cielo –agregó la madre–. 99% no es 100%
–Deberíamos
hacerte una prueba de embarazo –sugirió Loco–. Últimamente comes bastante, te
levantas a media noche a comer helado…
–Eso
es por estrés –explicó _____.
–Hija…
¿no lo sospechaste antes?
–¡Nunca! ¿Qué hago?
–Una prueba –explicó la madre–. Primero comeremos y después iremos
a una farmacia para comprar un test de embarazo ¿Ok?
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